Bodegas y Viñedos MERAYO (San Andrés de Montejos, León)

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Descripción

“Todo un proyecto de vocación y no de explotación”

BODEGAS Y VIÑEDOS MERAYO está ubicada en la Avenida de Asturias del pueblecito Berciano llamado San Andrés de Montejos en la provincia de León; o lo que es lo mismo, en la Carretera CL631, (que une Ponferrada con Toreno), Km 3.5, ahí está justamente la entrada a una gran finca, (Finca Miralmonte), con la bodega situada al fondo de la misma en su parte izquierda en una gran nave reconvertida, que anteriormente había sido almacén de frutas. La entrada no tiene pérdida porque justo en el portalón de la finca hay un gran cartel que anuncia la bodega.

No es sino el fruto de “un proyecto de vocación, no de explotación”, tal como lo definía su ‘alma mater’: Pedro Merayo, que hoy cuenta, además, con el impulso y entusiasmo de un equipo joven, comandado por su hijo Juan Merayo, que lucha por un proyecto relativamente nuevo para lo que suele ser una bodega, pero que se entrega a él con todas sus fuerzas y ganas.

Fotos del Archivo de la Bodega: Pedro y su hijo Juan Merayo

Estoy seguro de que BODEGAS MERAYO es, con toda probabilidad, el sueño de Pedro Merayo que junto a su hijo Juan y a Fermín, enólogo y amigo, adapta esa nave dedicada a la fruta y se aventura a comercializar vinos de calidad basados en la Mencía, Godello y algo de Valenciana aprovechando las virtudes de los viejos viñedos herencia de la familia y recuperando otros que poco a poco han ido incorporando para aumentar la producción de su bodega.

Tal como me contaron algunos en el pueblo, pudiera ser que las cosas ocurrieran porque sí o igual por pura y simple coincidencia: Por un lado, el fuego bacteriano que arrasó las hectáreas de frutales del negocio familiar. Por el otro, Juan Merayo (el hijo de Pedro), quien decide que necesita un cambio profesional y vital tras pasarse varios años en Angola trabajando para la multinacional Pricewaterhouse. Sea como fuera, fue en 2010 cuando Juan Merayo y su padre Pedro Merayo junto al enólogo Fermín Rodríguez-Uría deciden reconvertir una de las naves de fruta familiar y crear Bodegas y Viñedos Merayo. “Nuestra familia siempre ha estado ligada a la producción agrícola en el Bierzo. Mis abuelos ya hacían vino a granel que se vendía a Galicia. Mi padre cultivaba frutas, verduras y también viñas pero no hacía vino aunque su sueño fue siempre tener bodega propia. Así que en 2010, cuando yo volví, decidimos apostar por el vino y empezar a embotellar”, explica Juan Merayo.

Con ese pensamiento se pusieron manos a la obra y transformaron la nave de frutas familiar de Finca Miralmonte en una bodega, con todos los recursos y tecnología para generar vinos de alta calidad, amparados por la Denominación de Origen Bierzo. Así que se hicieron con una buena despalilladora, una prensa vertical y con depósitos de inoxidable que poco a poco fueron ampliando; también con un par de fudres y barricas de roble, así como toda maquinaria necesaria para la cadena de producción completa hasta la fase final de embotellado y etiquetado. Algo bueno ya tenían, porque como dice Juan: “Aprovechamos las cámaras de refrigeración de la fruta que ya tenía la nave para ubicar las barricas con un buen control de temperatura”.

Como decíamos antes, las viñas ya las tenían también, (o al menos la mayor parte de ellas), porque Pedro Merayo había ido adquiriendo y plantando viñedos en los valles que van desde Valtuille a Vilafranca durante los últimos 20 años. Vendieron unas parcelas, adquirieron otras hasta llegar a las más de 45 hectáreas de viñedo en propiedad que tienen hoy, algunas en parajes singulares como la Galbana o la Gineta, con viñedo centenario de Mencía y de Godello. Nada podía ya parar esto y tampoco nada podría salir mal. Pedro Merayo era un excelente conocedor del Bierzo y de las viñas, Fermín un experimentado enólogo y Juan Merayo un profesional preparado para establecer un buen plan de negocio.

Como dice Juan: “Mi padre es un apasionado de las viñas. Las ha cultivado siempre con devoción y con el máximo respeto por la tierra, siguiendo los principios de la agricultura sostenible y hoy seguimos igual, con el 80% de viñedo centenario y utilizando el arado y el desbroce como técnicas alternativas a los herbicidas”.

Aunque la bodega se ubica en Ponferrada (entre San Andrés de Montejos y Bárcena del Bierzo), en una zona en la que la industria convive con el campo, 30 de las hectáreas del viñedo se encuentran en Valtuille de Arriba y Villafranca, a unos 15 kilómetros al oeste, en una de las áreas con mayor pedigrí vinícola del Bierzo, con la ventaja adicional de ser parcelas grandes, de entre casi dos y hasta 12 hectáreas, algo realmente atípico en una tierra marcada por los minifundios. Tiene también Merayo siete hectáreas en Valtuille de Abajo (a los pies del extremo sur del castro Bergidum o castro Ventosa).

Pero también, y aprovechando la gran extensión de la finca familiar de San Andrés de Montejos, tienen más de cuatro hectáreas de viñedo joven plantado en espaldera junto a la bodega, y otras cinco hectáreas más en Ponferrada. No obstante, la mayor parte del viñedo se encuentra en el magnífico paraje conocido como Las Gundiñas (o La Sidra, según el Catastro), una zona elevada que se sitúa a medio camino de Valtuille de Arriba y Villafranca. Allí se ubica, sin ir más lejos, el viñedo centenario con el que se elabora El Llano, una de las parcelas favoritas de Juan junto con La Galbana, que también da origen a uno de los vinos top de la bodega.

Otro de los tesoros de Merayo es una viña de Godello viejo injertado en cepas de Palomino, una parcela de dos hectáreas en suave ladera orientada hacia el sur que se sitúa al borde de la carretera que une Villafranca y Cacabelos, a orillas del Camino de Santiago. Y, por último, hay otra parcela de unas 2 hectáreas que es también especial; se llama El Pozo, que está plantada con cepas de Garnacha Tintorera, y con sus uvas, que maduran especialmente pronto para lo habitual en esta variedad, se elabora La Garnacha, uno de los pocos monovarietales bercianos de este varietal, equiparada ya a la Mencía en la D. O. Bierzo. Y es que, hasta ahora, la Alicante Bouschet solamente podía usarse en la parte minoritaria del coupage (hasta un 30 % como máximo) con la Mencía, a pesar de tratarse de una uva autóctona.

Pero nos gusta adentrarnos en la bodega para tratar de descubrir algunas de las claves de los vinos de este elaborador desde su interior. La sala de fermentación consta de una quincena de grandes depósitos (de hasta 25.000 litros) salpicada de otros de diversos formatos más pequeños, todos ellos de acero inoxidable. La bodega es sencilla, pero bien equipada, con aislamiento térmico no solo en las paredes sino en el techo, pasarelas sólidas y una escalera amplia, para trabajar bien en altura.

Seguramente una de las claves de sus vinos es el trabajo de los remontados, manuales, extremadamente cuidadosos, con bazuqueos lentos y rellenando de CO2 al final de cada jornada para reducir al mínimo la acidez volátil. La limpieza es otra de las claves. Acabadas las fermentaciones, los depósitos se limpian primero con vapor y después con sosa, para asegurar que no queda ningún resto que pueda generar cualquier tipo de bacteria extraña que pueda dañar cosechas futuras.

No obstante, no todos los vinos se elaboran en depósitos de inoxidable. La Mencía vieja de los parcelarios se vinifica en grandes tinos de madera de roble, que han hallado su sitio en la nave “grande”, en la que encontramos la embotelladora, prensas, contenedores IBC de plástico, jaulones botelleros vacíos, una cámara para enfriar la uva antes del encubado, serpentines de frío, cajones de plástico “paletizados” para la vendimia (en El Bierzo, “palós”)… y, junto con los foudres, varios “siemprellenos” y depósitos de pequeños formatos con su correspondiente instalación de frío.

LOS VINOS:

Los vinos de Bodegas Merayo son elegantes, redondos, sin aristas, pero sobre todo muy varietales y donde se dejan notar los nutrientes que aporta el suelo arcilloso de esta zona de El Bierzo y como no decirlo también, el buen trabajo de Fermín que, junto al resto del equipo, busca la perfección sin olvidar los principios de una bodega que quiere mantener su carácter familiar.

No sé cuántas Referencias de vinos se elaboran en esta Bodega, (igual cerca de 10 o más), entre vinos Blancos, Rosados y Tintos, pero todos ellos con una característica común que es la exclusividad, la alta calidad y el reflejo del terruño por encima de todo.

Todos los vinos de Bodegas y Viñedos Merayo se elaboran a partir de uva propia y producen más de 200.000 botellas cada año que, en su mayor parte se van a mercados internacionales.

Para ilustrar este apartado de los vinos que producen en esta bodega, elegí justamente el cartel que hay a la entrada de la finca que muestra alguna de sus referencias. Son vinos reconocibles y reconocidos porque todos ellos, (y añada tras añada), consiguen las más altas puntuaciones en las mejores Guías (siempre por encima de los 90 puntos), y también multitud de premios en los diferentes concursos Nacionales e Internacionales donde son presentados.

Vamos, como siempre, a nombrar algunos de ellos que hemos catado y que realmente nos han gustado bastante.

MERAYO JOVEN – Mencía

Variedades: 100% Mencía

Grado de Alcohol: 13,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 11 – 13ºC

Se trata de un vino tinto joven elaborado a partir de la variedad Mencía con una buena intensidad. Maceración y fermentación alcohólica durante 10 días en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Posterior Crianza en sus lías finas durante un periodo de 6 meses. Estabilización final y embotellado.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo violeta, muy vivo y limpio.

En Nariz: En nariz muestra su buena intensidad, con bastante fruta roja. Es también muy fresco y con predominio de las notas varietales de frutos del bosque y florales.

En Boca: En boca es potente y bastante goloso. A la vez es amplio, fresco y untuoso. El tanino es maduro y redondo. Aparecen de nuevo las notas de fruta roja y fruta madura, notas florales y especiadas. Buen recorrido y persistencia.

Es un vino que va muy bien para cualquier momento de tapeo. Ideal con entrantes de embutidos y quesos, también con frituras, verduras a la parrilla, carnes suaves, arroces y pasta.

MERAYO – Godello

Variedades: 100% Godello

Grado de Alcohol: 13,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC

Vino Blanco del Bierzo elaborado al 100% con uvas de la variedad autóctona Godello bajo la dirección técnica de Fermín Rodríguez Uría. Viñedo se encuentra a una altura media de 600 metros y es pobre en materia orgánica. Vendimia completamente manual y seleccionada. Maceración pelicular en frío durante 24 horas. Fermentación en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada de entre 15 y 17 ºC, y posterior Crianza sobre lías en depósito durante un periodo de 3 meses.

A la Vista: Presenta un bonito color amarillo pálido, limpio y brillante.

En Nariz: En nariz es intenso. Notas de manzana verde, fruta de hueso con toques cítricos e hinojo. Las sensaciones minerales envuelven el vino y le confieren una gran complejidad.

En Boca: En boca es redondo y voluminoso, pero sin perder en ningún momento su frescor. Sensaciones cítricas, manzana verde, y mineralidad. El trabajo sobre lías aparece en la boca, envolviendo el vino y dando una sensación grasa, de ligero dulzor y armonía global.

Se trata de un vino que armoniza perfectamente con todo tipo de pescados y mariscos, así como con platos de verdura, arroces marineros, pasta y todo tipo de comida oriental.

MERAYO – Rosado

Variedades: 100% Mencía

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC

Se trata de un vino rosado de pequeña producción (alrededor de 4.000 botellas por añada), elaborado con uvas de la variedad Mencía de viñedos propios. Tiene una maceración pelicular en frío durante 36 horas. Fermentación a temperatura controlada entre 15 y 17ºC. Estabilización previa y embotellado.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo frambuesa vivo, limpio y brillante.

En Nariz: Nariz franca, de muy buena intensidad. Es un vino fresco y goloso, muy varietal, donde predominan las sensaciones de fruta roja, (fresa y frambuesa) y una ligera sensación floral.

En Boca: En boca es fresco y goloso. Reaparecen las notas de frutos rojos, como la fresa y la frambuesa. Es denso, con buena acidez y persistencia media.

Este Merayo Rosado es un vino ideal para cualquier momento de tapeo y en reuniones con amigos. Armoniza bien con pescados grasos (Atún, Salmón, Bacalao al Pil-Pil, etc), así como con carnes blancas, embutidos y quesos suaves, e incluso con algunos postres de frutas.

EL LLANO

Variedades: 100% Mencía

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC

El Llano es un monovarietal de Mencía de producción limitada (inferior a las 900 botellas), de viñedos propios situados en la zona de Valtuille, en pleno Bierzo y junto al Camino de Santiago.

Vendimia manual seleccionada. Fermentación alcohólica en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada. La maceración de los hollejos se realiza con la técnica de bazuqueos, sin utilizar bombas, durante un tiempo total de 15 días. Fermentación maloláctica en barricas de roble. Y posterior crianza en barricas de roble francés de 300 litros de capacidad durante un periodo de 12 meses, en contacto con sus lías finas. Embotellado final sin clarificar.

A la Vista: Presenta un hermoso color cereza-picota de capa alta.

En Nariz: Complejo, fino y muy fresco en nariz, aparecen las notas varietales de violeta, frutos rojos y fruta negra, acompañados por notas balsámicas y una ligera mineralidad. Es a su vez, intenso y elegante.

En Boca: Buena estructura, con un tanino maduro y sedoso en perfecto equilibro con la acidez. Destaca por su finura y elegancia, con buen volumen. Notas aromáticas especiadas, con buena mineralidad, y con la sensación de frescura siempre presente, lo que lo convierte en un vino con mucho nervio, de marcada personalidad y buena persistencia.

Es un vino que armoniza perfectamente con carnes rojas, asados, carnes de caza, embutidos y quesos fuertes, e incluso también con postres de chocolate.

AQUIANA

Variedades: 100% Mencía

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC

Producción Anual: Sobre las 6.000 Botellas

Este AQUIANA es un vino monovarietal elaborado con uvas de la variedad autóctona Mencía en el Bierzo y procedente de cepas centenarias en vaso. Vendimia manual seleccionada. Fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Fermentación maloláctica en barrica. Crianza posterior de doce meses sobre sus lías finas en barricas de roble francés. Embotellado sin clarificar en botella bordelesa.

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo cereza intenso y vivo de capa alta.

En Nariz: En nariz es intenso y complejo. Destacan en primer plano los recuerdos varietales de fruta madura y florales, acompañados de elegantes notas balsámicas, regaliz negro, y especiadas de pimienta y clavo. Una elegante mineralidad envuelve el vino y muestra la mejor expresión del terroir y personalidad del mismo.

En Boca: Buen ataque en boca. Vino voluminoso y aterciopelado sin perder la sensación de frescura. La fruta se muestra en perfecta armonía con los aromas de la barrica y una intensa mineralidad, consiguiendo una sensación final profunda y muy compleja. Vino armónico, largo y muy persistente.

Es este un vino que armoniza perfectamente con carnes de vaca y buey, carnes de caza mayor, asados de cordero, cabrito y cochinillo, embutidos de la zona y quesos curados de oveja. También con postres con predominio del chocolate.

LA GARNACHA

Variedades: 100% Garnacha Tintorera

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC

Producción Anual: Limitada, sobre unas 1.050 Botellas

Este vino está elaborado con uvas de la variedad Garnacha Tintorera procedentes de un viñedo centenario en vaso, en laderas a altitud superior a los 650m plantados en suelos muy pobres en materia orgánica con composición de pizarra descompuesta y arcilla. Fermentación alcohólica en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada. La maceración de los hollejos se realiza con la técnica de bazuqueos, sin utilizar bombas, durante un tiempo total de 15 días. El 30% de los racimos se fermentaron con su propio raspón. Fermentación maloláctica en barricas de roble. Posterior crianza en barricas de roble francés de 225 y 300 litros de capacidad durante un periodo de 12 meses, en contacto con sus lías finas. Embotellado final sin clarificar.

A la Vista: Presenta un intenso color cereza-picota de capa alta y brillante

En Nariz: Complejo, fino y muy fresco en nariz. Aparecen enseguida las notas varietales de violeta, frutos rojos y fruta negra, acompañados por notas balsámicas y una suave y ligera mineralidad.

En Boca: El ataque en boca es de un vino con buena estructura, con un tanino maduro y sedoso en perfecto equilibro con la acidez. Vuelven a aparecer las notas aromáticas apreciadas en nariz, con una mineralidad más marcada en la boca, y con la sensación de frescura siempre presente.

Armoniza bien con quesos de oveja, carnes de cerdo, cordero, aves, y carnes rojas, así como también con carnes de caza.

LA GALBANA

Variedades: 100% Mencía

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC

Producción Anual: Sobre las 6.000 Botellas

Se trata de un vino ‘Exclusivo’ elaborado con uvas de la variedad Mencía de un viñedo centenario en vaso, en laderas a altitud superior a los 600m plantados en suelos muy pobres en materia orgánica con composición de pizarra descompuesta. Fermentación alcohólica en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada. La maceración de los hollejos se realiza con la técnica de bazuqueos, sin utilizar bombas, durante un tiempo total de 15 días. Fermentación maloláctica en barricas de roble. Posterior crianza en barricas de roble francés de 225 y 300 litros de capacidad durante un periodo de 12 meses, en contacto con sus lías finas. Embotellado final sin clarificar.

A la Vista: Presenta un hermoso color cereza-picota de capa alta.

En Nariz: En nariz es muy aromático y complejo, con mucha fruta roja madura. Notas balsámicas y especiadas, con ligero torrefacto y con una elegante mineralidad en el fondo

En Boca: Boca amplia, sensación grasa y voluminosa. Mantiene la frescura y complejidad que mostraba en nariz. Tanino sedoso y maduro perfectamente integrado. Es seguro un vino profundo y de largo recorrido, que va a tener buena guarda si se mantiene en condiciones aceptables.

Es un vino que combina muy bien con todo tipo de embutidos, quesos curados, guisos, carnes de caza, cordero y también con todo tipo de carnes rojas.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN

Como bien hemos podido comprobar nosotros ‘in situ’, es claro que en Bodegas y Viñedos Merayo han hecho una apuesta clara y rotunda por la sostenibilidad, mostrando un profundo respecto por el entorno natural de la zona y, como no podía ser de otra manera, por sus vinos. Concienciados con el Medio Ambiente, todos los productos de esta bodega se elaboran a partir de uva propia y autóctona (principalmente Mencía y Godello), cultivada siguiendo los principios de la agricultura sostenible. Todo esto requiere de mucho esfuerzo y como suele ser habitual en nuestro país, de muy poca ayuda, ya no solo de las instituciones, (que suelen olvidarse siempre del ‘Sector Primario’), si no también de nosotros los consumidores. .….

Seguramente por eso, Juan Merayo, (y no solo él), lamenta que en España aún cueste tanto dar al vino el valor que se merece, incluso manteniendo precios muy ajustados. En esta bodega tienen claro que el negocio está en el extranjero porque han podido comprobar que en otros países aprecian y saben reconocer mucho mejor la gran calidad de los vinos españoles. Es por eso que en Bodegas y Viñedos Merayo el 60% de su producción se destina a la exportación y ese porcentaje va en aumento año a año. Quizás eso no es lo que Pedro Merayo soñaba, pero está claro que a espíritu de superación, pasión, constancia y dedicación no les gana nadie.

Desde aquí, yo mismo les animo a seguir así, porque todo eso debe ser transmitido y cuando abrimos una botella de cualquiera de sus vinos, aparte de disfrutarla, ahí aparece toda esa sabiduría, pasión y esfuerzo transformado en un gran vino que nos acompañará por un buen rato.

MUCHAS GRACIAS POR TODO, AMIGOS…… Y SEGUIREMOS DISFRUTANDO DE VUESTROS VINOS. CLARO QUE SÍ!!!!!!

CRDKEN – JMQ

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