Bodega PAGO FINCA DE ARÍNZANO (Arínzano-Aberin-Navarra)

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Descripción

“DE GRANDES TERRUÑOS SALEN GRANDES VINOS”

La Bodega PAGO FINCA DE ARÍNZANO, perteneciente al exclusivo mundo de los llamados Vinos de Pago y a los Grandes Pagos de España, está situada en la localidad Navarra de Arínzano, justo en el Km 3,100 de la carretera de Lizarra (NA-132) dentro del término municipal de Aberin.

Fotos del Archivo de la Bodega

Desde luego que es un lugar realmente espectacular y cuando llegas a la bodega sientes una gran emoción por el hermoso conjunto que forma con el entorno al estar situada en medio de viñedos, a orillas del rio Ega y rodeada de bosques de encinas y choperas, conformando un espacio natural protegido que constituye un rico hábitat natural, paisajístico y arquitectónico.

La entrada a la misma ya nos quiere anticipar los buenos momentos que vamos a disfrutar en cada uno de los rincones de esta bodega.

Centrándonos en el conjunto arquitectónico que es lo primero que ves, diseño del famoso arquitecto navarro Rafael Moneo, es una unidad que envuelve los tres edificios con que cuenta la Finca: la Torre Cabo de Armerías del Siglo XVI, la Casona del Siglo XVIII, convertida en un espacio habitable y la Iglesia de corte neoclásica, construida a principios del siglo XIX, y dedicada a San Martín de Tours, (desconozco si consagrada o no para los oficios litúrgicos)

Tal como nos comentan en la bodega, Arínzano lleva en su historia, la historia de España, lo que significa cargar a sus espaldas, (en este caso a sus muros), un gran peso y mucha tradición. De hecho, se considera que se trata de la hacienda vitivinícola más antigua de España pues por lo visto la elaboración de vinos en esta finca se remonta al año 1055, cuando los monjes del monasterio de Santa María de Iquirre plantaron aquí viñas para su autoconsumo y para los peregrinos del Camino de Santiago.

En el mismo camino de la Finca, entre viñedos, 2 mugas de piedra marcadas por los siglos todavía llevan la inscripción original: “Señorío de Arínzano”. Aquí comienza la finca que Sancho Fortuñones recibió en 1055 del Rey García Sánchez VI por haber salvado su vida y restablecerlo en el trono de Navarra. Sancho Fortuñones pasa entonces a llamarse Sancho Fortuñones de Arínzano y la otorga en heredades a la vecina comunidad de monjes para dedicarla al cultivo del vino durante cinco siglos.

Tras la época de los monjes, llega la de las grandes familias nobles con Lope de Eulate, primer consejero del último Rey de Navarra quien en 1520 le cedió la finca. Lope de Eulate, entonces Señor de Arínzano, decide elevar una fortificación destinada a proteger la propiedad, conocida como Torre de Cabo de Armerías. Gigante de piedra construido en 1532 que custodia la finca hasta hoy.

A partir de 1715, el Marqués Zabalegui y sus sucesores dedican la propiedad exclusivamente al cultivo del viñedo y a la revelación de su terruño. Fue el Marqués de Zabalegui, quien ordena construir La Casona, lugar de descanso familiar donde apreciar la paz del entorno y guarecerse luego de las extensas jornadas de caza. La Casona, convertida hoy en un magnífico Hotel, sigue siendo morada y encanto de, podríamos decir, ‘ciertos huéspedes afortunados’.

Luego ya en el siglo XIX, sus descendientes mandan construir la iglesia de San Martín de Tours, Santo Patrono de los Viñateros, evidencia clara de la actividad principal de la propiedad.

Tras la llegada de la filoxera a España en 1890, se perdió también aquí la totalidad del viñedo y la finca se dividió entre 12 familias de agricultores que se dedicaron principalmente a cultivar cereales. Sin embargo, Propiedad de Arínzano resurgió a principios de los años noventa, (realmente lo hizo ya a partir de 1988), por la iniciativa de la familia de agricultores navarros de Cintruénigo, Chivite, quiénes fueron comprando estos terrenos que consideraban de gran valor para el cultivo de la vid por su microclima, gracias a su ubicación a los pies del monte Montejurra y a orillas del río Ega.

En este sentido, y gracias al empeño de Fernando Chivite se fueron recuperando algunas parcelas y plantando nuevas viñas buscando en todo momento la mejor ubicación, logrando el mínimo impacto, al extremo de hacer, por ejemplo, de la recuperación de las aguas residuales un sistema natural de lagunas que vierten perfectamente limpias y oxigenadas las aguas al río.

Fernando consiguió también que los ecólogos de Depana estuvieron en la finca durante 2 años, haciendo inventario de las especies vegetales y animales, señalando los cauces de agua que había que respetar, si se quería mantener la directriz de que la viña no fuera una masa de vegetación impuesta. El resultado es una serie de suelos y microclimas en los que se vendimian variedades plantadas en marcos cerrados, prácticamente con ausencia de tratamientos fitosanitarios.

La idea de Fernando Chivite era principalmente evitar en todo lo posible los productos químicos, y en el caso de las parcelas que dan lugar a los vinos biológicos, desecharlos totalmente. Evidentemente esta postura puede llegar a tener un coste importante, porque durante el verano y hasta la vendimia los tratamientos orgánicos, biológicos, deben ser continuos. Esta concepción, este cuidado del campo y de la viña consiguió Fernando trasladarlo a todos los ámbitos de la bodega, conjugándolo con la mejor tecnología. No sin esfuerzo humano y económico, logra informatizar la bodega al máximo, en la que cada tanque, depósito, cada barrica está sujeto a controles y a una analítica exhaustiva. Él siempre decía que: “La tecnología se utiliza para potenciar el vino, no para castigarlo”.

Considero importante destacar que para sacar adelante todo esto la Familia Chivite contó con la inestimable ayuda de varios enólogos y confió sobre todo a Denis Dubourdieu, (reconocido enólogo y agrónomo francés), la replantación de la finca según un enfoque parcelario del terruño para conseguir una expresión singular y extravagante de las variedades Chardonnay, Merlot y Tempranillo.

Posteriormente, ya en 1997, el renombrado arquitecto español Rafael Moneo, (Premio Pritzker en 1996, que es como el Nobel de arquitectura y por tanto el reconocimiento más importante en este campo y si no me equivoco es el único español que lo ha ganado), diseña y dirige la edificación de la bodega tal como hoy la conocemos, que abraza los tres edificios históricos ya existentes, consiguiendo un conjunto constructivo, ornamental y funcional muy acertado a la vez que vistoso y bien insertado en el entorno. Además, mantiene el concepto de ‘Chateau francés’, rodeado de viñedos con terroir tradicional y donde las auténticas protagonistas son las cepas y el viñedo. Un hermoso lugar que el propio Moneo no dudó en calificar como “una bodega paisajística”.

En 2007, Arínzano es galardonada con la prestigiosa denominación Vino de Pago, máxima categoría de un vino en España, que reconoce las cualidades únicas de su terroir y filosofía vitivinícola, siendo además, la primera bodega del norte de España en obtener esta distinción.

Después de varias vicisitudes, que hoy no vienen al caso y formarían parte seguramente de otra historia, en el año 2015, Tenute del Mondo adquiere la propiedad como parte de su colección de bodegas boutique en los mejores terroirs del mundo, entre las que se encuentran prestigiosas casas tales como Masseto, Ornellaia, Castel Giocondo, Château Miraval o Achaval Ferrer.

La finca, situada en la falda del monte Montejurra, dispone en la actualidad de más de 360 hectáreas, de las cuales 128 están dedicadas al vino, (70 ha de Tempranillo, 30 ha de Chardonnay, 18 ha de Merlot y 10 ha de Cabernet Sauvignon). Además y como se puede apreciar, todas ellas conviven en total armonía con un entorno lleno de historia y naturaleza. Desarrollan una viticultura sostenible que respeta el medio ambiente y utilizan las técnicas más avanzadas para garantizar un tratamiento artesanal en todos sus cultivos y también en sus elaboraciones.

Dicen por aquí que “la tierra, la piedra y el agua otorgan a este enclave tan particular y especial su poder, energía y emoción que luego reflejan perfectamente sus vinos”.

Los viñedos están plantados sobre suelos formados por margas, arenas, calizas y limonitas de la era Neogénica, junto con yesos y dolomitas del Triásico. Cada una de las variedades fue plantada en un tipo de suelo y orientación específica de la finca, los que mejor se adaptan a su cultivo, por lo que hay, (si no he apuntado mal), un total de 20 parcelas o micro-parcelas diferentes.

El río Ega divide los viñedos en dos, moderando bastante las temperaturas. El clima es de orientación atlántica, la Sierra de Cantabria y la Sierra de Urbasa abrigan el valle, creando un corredor que permite la entrada de aire frío que suaviza y refresca el ambiente. Dicen, que aquí de media, hay 5 grados menos que en áreas colindantes, lo que ayuda a que el periodo vegetativo sea más largo, lento y homogéneo, proporcionando vinos sutiles y elegantes.

La Bodega cuenta, a día de hoy, con unas instalaciones en las que se unen un viaje al pasado a través de sus edificios históricos, (como la Torre de la Armería o la iglesia dedicada a San Martín de Tours), y las más modernas tecnologías al servicio de la naturaleza en la propia bodega, para ser capaces de elaborar unos grandes Vinos de Pago.

 

LOS VINOS:

Según reza en los escritos parece ser que desde hace casi 1000 años, “Arínzano cultiva el misterio del Tiempo y la Naturaleza”. Situada en un valle incomparable, magnificado por sus microclimas, la piedra, la tierra y el agua dan lugar a un terruño excepcional propicio a la expresión singular de grandes variedades de uva. Esta Finca, (reconocida desde 2007 como PAGO), ha sido como ya hemos comentado, propiedad de monjes, señores y familias vitivinícolas, pero siempre ha tenido una vocación ligada al vino. Hoy, en el centro de este magnífico valle atravesado por el río Ega y el viento cierzo, Arínzano revela vinos que conservan la fuerza y ​​la gracia del tiempo y la tierra. VINOS CON MAYÚSCULAS que revelan el compromiso con la excelencia y la autenticidad de esta bodega y que por eso alcanzan el máximo nivel y las mejores puntuaciones en las diferentes catas y concursos a los que son presentados.

Dicen los entendidos que “No hay grandes vinos sin grandes terruños y solo los hombres y mujeres pueden revelarlos”. Cada micro parcela de esta finca es elaborada por separado por el enólogo y su equipo. Pero aquí, además y lejos de prejuicios del pasado, están orgullosos de poder practicar una enología moderna y precisa, dictada por la intuición y la experiencia más que por recetas y técnicas, (que por supuesto, también conocen y utilizan cuando lo consideran necesario).

“Aquí todos estamos convencidos de que el tiempo es la dimensión profunda y última del vino. La fruta brillante no se concibe sin la intensidad y estructura de taninos sedosos esculpidos por el tiempo y la huella medida de las barricas de roble francés, esencialmente nuevas, que utilizamos”.

Con producciones contenidas que no suelen superar las 300.000 botellas/año, dedican a la exportación prácticamente el 80% del total, dejando el otro 20% al mercado local y nacional. Además, todos los vinos Arínzano llevan la calificación de ‘Vino de Pago’, a excepción del rosado, porque la ley no permite dar al rosado esa calificación …..

ARÍNZANO ETERNIDAD 

Variedades: 100% Chardonnay.

Grado de Alcohol: 13.5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 8 – 11ºC.

Arínzano Eternidad es un vino blanco elaborado por Pago Finca de Arínzano con la variedad Chardonnay y al que la propia bodega define como: “Nuestro Chardonnay atemporal”. Es la fiel expresión de la variedad llevada al límite a través de una prolongada crianza oxidativa apostando por una crianza dinámica en barricas de roble francés de 225 litros, que comienza con una solera de 2015.

Un legado que no solo se mantiene, sino que crece y gana complejidad, demostrando la suma de virtudes a lo largo del tiempo. Un potencial de complejidad infinito. Un conjunto de varias cosechas, que lo hace ilimitado, casi único y por ello también bastante singular.

A la Vista: Presenta un profundo y expresivo color dorado con bordes oscuros.

En Nariz: En nariz destaca la fruta escarchada con miel y toques de tabaco, crema pastelera, balsámicos y mentolados.

En Boca: En boca es complejo, elegante y fresco, con buena acidez y donde destacan las notas dulces y balsámicas apreciadas en nariz. Es un vino de gran madurez con un final muy largo, sedoso y elegante.

Es un vino que acompaña muy bien platos de pescado, mariscos, arroces, calderetas, carnes blancas, foie, boletus y queso azul.

ARÍNZANO GRAN VINO BLANCO

Variedades: 100% Chardonnay.

Grado de Alcohol: 13.5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.

El Vino Blanco Arínzano-Gran Vino es, posiblemente, el vino icono de la bodega y está elaborado con la variedad Chardonnay procedente de las mejores parcelas de la Bodega, que se distinguen por sus suelos de canto rodado y una climatología ligeramente más fresca. Es el fiel reflejo de su tierra y su clima y de una uva excepcional al tratarse probablemente de la Chardonnay más representativa de España. Tiene una crianza de un mínimo de 11 meses en barrica de roble francés, (75% nueva y 25% de segundo año), sobre sus propias lías con battonages.

A la Vista: Presenta un bonito color dorado pálido con brillo y reflejos verdosos. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra un aroma fino e intenso, con notas de brioche, limón y frutos secos sobre un fondo mineral.

En Boca: Es un vino complejo, denso, expresivo, elegante, muy fresco y aunque mantiene una buena acidez, resulta igualmente muy equilibrado. Final largo con muy buena persistencia en boca.

Se trata de un vino ideal para acompañar con todo tipo de pescados, moluscos y marisco. También con frituras, patés, arroces y quesos de todo tipo.

ARÍNZANO ARMONÍA

Variedades: 100% Chardonnay.

Grado de Alcohol: 14.5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 8 – 10ºC.

Arínzano Armonía es la segunda expresión del «Chardonnay Lab». Es un ambicioso y meticuloso proyecto que nació en 2021 con el objetivo encontrar los elementos de añejamiento que mejor preservan la esencia del terroir. Armonía fue concebido por José Manuel Rodríguez, Enólogo, y Jon Pepper, Master of Wine, partiendo de los elementos más complejos, pero no por ello menos fieles al terroir de Arínzano. Además del cuidado en la vendimia, la doble selección de racimos y uvas, el prensado directo y la fermentación controlada a 13-15ºC, este vino se distingue en su crianza por tres elementos clave que preservan su origen y aportan complejidad, capacidad de envejecimiento y frescura:

1.- Barrica nueva de roble francés grano fino con tostado alto. Aporta estructura, cremosidad y aromas balsámicos, complementados con notas de cremas pasteleras y toffee, así como matices de frutas tropicales maduras.

2.- Barrica de roble en su segundo uso para una menor exposición al oxígeno. A medida que la reducción desaparece, emergen notas de frutas frescas y cítricas. Y en boca le va a aportar al vino mayor frescura y gran equilibrio.

3.- Ánfora ovoide de 320 litros fabricada con arcillas y con control de microxigenación. Su forma ovoide/inversa resalta la frescura y equilibrio en boca, manteniendo el respeto por las características varietales del Chardonnay.

Dicen los entendidos que: “Este es un gran vino capaz de capturar y transmitir la esencia del terroir y transformarla en una experiencia vinícola incomparable”.

NOTA: Aunque esto es algo que no suelo hacer, en este caso sí que me gustaría decir que, no siendo yo ningún experto ni tan siquiera gran bebedor de vinos blancos, (soy más de tinto),  realmente he de reconocer que este vino tiene algo especial y podría decir que es uno de los mejores blancos que he probado y seguro que el mejor de los que probé elaborado con Chardonnay…. (Lógicamente es una apreciación TOTALMENTE personal de un aficionado y, precios aparte, solo puedo decir que me ha encantado).

 

ARÍNZANO PUREZA

Variedades: 100% Chardonnay.

Grado de Alcohol: 15.5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC.

Arínzano Pureza es la primera expresión del «Chardonnay Lab». Este ambicioso y meticuloso proyecto nació en 2021 con el objetivo de encontrar los elementos de añejamiento que mejor preservan la esencia del terroir. Pureza proviene del elemento más fiel al terroir de Arínzano: un depósito esférico de hormigón de 800 litros.

Además del cuidado en la vendimia con la selección de racimos y el traslado en cajas pequeñas de 12 Kg, se sigue con un ligero prensado directo de la uva para extraer el mosto yema. La fermentación se lleva a cabo a unos 150 NTU y a una temperatura controlada de unos 14-15ºC, asegurando la conservación de los aromas y sabores originales de la variedad Chardonnay. El envejecimiento de este vino se realiza, con sus lías finas, durante un tiempo mínimo de 12 meses en un depósito esférico de hormigón de 800 litros sin epoxipado, lo que permite que el Chardonnay mantenga contacto con un entorno similar al suelo de la uva de la que proviene en la parcela ‘Canteras Pinos’, rico en carbonato cálcico. La forma esférica del depósito, junto con la ausencia de control de temperatura, genera cambios de temperatura ambientales a diferentes alturas dentro del depósito. Esto crea un movimiento de convección natural en el vino, que a su vez provoca un movimiento natural de las lías.

Todo este proceso aporta al vino cuerpo, cremosidad, estructura y equilibrio, resultando un vino elegante y de gran calidad que proporciona una experiencia vinícola excepcional en cada sorbo.

HACIENDA DE ARÍNZANO-Chardonnay

Variedades: 100% Chardonnay.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 10ºC.

Este Hacienda de Arínzano – Chardonnay es un vino blanco complejo, fresco, cremoso y de gran versatilidad gastronómica, elaborado con la variedad Chardonnay proveniente de diferentes parcelas del Pago Finca de Arínzano. Vendimia manual seleccionada en cajas pequeñas con rápido traslado a la bodega para recibir un suave prensado directo y una fermentación a temperatura controlada, para después recibir una crianza con sus lías finas durante un mínimo de 12 meses, un 70% en tanque de acero inoxidable y el otro 30% en barrica de roble francés nueva con battonages.

A la Vista: Presenta un bonito color amarillo pajizo en el centro y brillante con reflejos verdes en los bordes. Buena intensidad, limpio y cristalino.

En Nariz: En nariz destacan aromas cítricos como el limón y la cáscara de naranja, con notas de frutas exóticas y toques dulces con carácter balsámico como la miel y hierbabuena.

En Boca: En boca resulta agradable y fresco, con una entrada untuosa y suave y un paso bastante cítrico y frutal, con toques de frutos secos y pimienta sobre un fondo mineral. Final muy persistente y de buen equilibrio.

Es un vino muy gastronómico que acompaña tanto los entrantes de una comida, como gran variedad de platos principales, (pescados y carnes) y los postres.

ARÍNZANO – MERLOT

Variedades: 100% Merlot.

Grado de Alcohol: 15% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 17ºC.

Este vino tinto Arínzano-Merlot está elaborado con uvas seleccionadas de la variedad Merlot cultivadas por esta bodega bajo los estándares de agricultura biológica y muestra todo el potencial que puede ofrecer dicho varietal cuando se trata exclusivamente con procesos naturales, sin alteraciones artificiales ni en viñedo ni en bodega y evitando la agricultura intensiva. Un vino peculiar, fino, elegante, muy armonioso, vivo y complejo. Dicen en la bodega: “Estamos ante una obra maestra de la naturaleza”…. Puede ser, no lo sé; pero de lo que estamos seguros es que tiene mucho potencial y un buen recorrido en botella, lo que le asegura gran capacidad de guarda.

A la Vista: Presenta un profundo e intenso color rojo picota con ribetes granate. Capa media-alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra aromas muy varietales, con abundancia de fruta negra como arándano y endrina y también frutas de hueso como níspero, con ligeros toques especiados, (nuez moscada, helecho y menta).

En Boca: En boca es equilibrado y armonioso, con una entrada envolvente y elegante. Suaves taninos y madera bien integrada. Final largo y persistente con muy buen retrogusto donde destacan los matices minerales y la buena madera

Es ideal para acompañar con todo tipo de carnes rojas, carnes de caza, embutidos contundentes, ibéricos, cecinas y quesos curados.

ARÍNZANO – CABERNET SAUVIGNON

Variedades: 100% Cabernet Sauvignon.

Grado de Alcohol: 13,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.

Arínzano-Cabernet Sauvignon está elaborado con uvas de esta variedad que provienen de viñedos antiguos plantados en suelo de canto rodado y arena con exposición este/oeste para asegurar su perfecta maduración. La vinificación tiene un enfoque meticuloso y respetuoso, utilizando fermentación en acero inoxidable, una parte, y la otra en barricas cerradas con temperatura controlada de 22ºC. Así garantizan que los sabores y aromas se desarrollen plenamente, manteniendo la pureza y el carácter de la uva. Los encubados cortos y la extracción ligera aseguran que el vino retenga una estructura refinada y equilibrada, sin perder su complejidad y profundidad. La posterior crianza mínima de 22 meses en barricas de segundo uso de roble francés, aporta al vino una gran suavidad y elegancia. Estas barricas de roble francés no solo mejoran la textura del vino, sino que también le infunden sutiles notas de madera y especias que complementan perfectamente los intensos sabores frutales de una gran variedad como es esta Cabernet Sauvignon de la Finca Arínzano, que llega a ofrecer su expresión más equilibrada y elegante.

“Es un vino que invita a ser disfrutado en momentos especiales, donde cada sorbo cuenta una historia de tradición, dedicación y pasión por el vino. Su equilibrio y elegancia lo convierten en una elección ideal para aquellos que buscan una experiencia vinícola verdaderamente memorable”.

ARÍNZANO GRAN VINO TINTO

Variedades: 100% Tempranillo.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 14ºC.

Este Vino Tinto-Gran Arínzano está elaborado con uvas de la variedad 100% Tempranillo procedentes de viñedos antiguos propios plantados en suelos arenoso-calcáreos en la Finca Arínzano y cultivados bajo una viticultura sostenible que respeta el medio ambiente utilizando a su vez las técnicas más avanzadas para garantizar un tratamiento artesanal. Tiene una crianza mínima de 14-18 meses en barrica de roble francés, (50% nueva y 50% en barrica de segundo vino). El resultado es un vino profundo, sedoso y de gran persistencia, que expresa el potencial de la Tempranillo en su máximo esplendor

Dicen en la bodega, (y lo he oído también en boca de algunos expertos), que “El tiempo se detiene al degustar Arínzano-Gran Vinto Tinto”.

A la Vista: Presenta un profundo e intenso color rubí con ribetes tirando a violeta. Capa media-alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de frutas negras, (zarzamora, ciruela negra), con fuertes notas minerales y toques de buena madera, suaves ahumados y piedra.

En Boca: El paso por boca es elegante, sabroso y envolvente, con buen potencial de frutas negras, unos taninos suaves y bien integrados. Es equilibrado y con un final muy largo, denso y persistente.

Se trata de un vino que armoniza a la perfección con carnes rojas maduradas, carnes de caza mayor, asados, ibéricos, quesos curados y también con postres donde predomine el chocolate.

LA CASONA DE ARÍNZANO

Variedades: 75% Tempranillo y 25% Merlot.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.

En palabras de la propia bodega, este vino tinto La Casona de Arínzano es un ‘blend’ que encarna la fusión perfecta de las dos variedades tintas que mejor se adaptan al terroir de Arínzano: la Tempranillo y la Merlot. Un vino complejo, delicado y elegante que expresa la esencia misma del terroir de la finca y de su historia que se remonta a 1055. Elaboración tradicional y perfecto coupage que tiene una crianza mínima de 14-16 meses en barrica de roble francés, un 40% nueva y el otro 60% restante en barrica de segundo vino. Es un vino muy complejo, expresivo, elegante y armonioso.

A la Vista: Presenta un bonito color picota con tonos granate. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra aromas complejos, potentes pero elegantes, con notas de fruta negra, mora y toques tostados y balsámicos, torrefactos, canela, maderas de cedro y enebro.

En Boca: En boca resulta muy sabroso, fresco y envolvente, a la vez que dulce y aterciopelado. Destacan notas de fruta negra, casis, mora, canela con un final marcado por elegantes aromas de barrica. Evolución sabrosa y persistente con taninos elegantes.

Se trata de un elegante vino tinto que armoniza muy bien con todo tipo de carnes, asados, estofados, embutidos y quesos curados.

HACIENDA DE ARÍNZANO

Variedades: Tempranillo 85%, Merlot 10% y Cabernet Sauvignon 5%.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.

Este Hacienda de Arínzano es un elegante vino tinto que fusiona perfectamente las tres variedades tintas presentes en la Finca de Arínzano: Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon, y que destaca por su expresividad aromática y paso sedoso. Elaboración completamente artesanal y tradicional que tiene una crianza mínima de 14-16 meses en barrica de roble francés, un 40% nueva y el otro 60% restante en barrica de segundo vino. Es, como decimos, un vino muy elegante fino y equilibrado, con buena a estructura y persistencia y una capacidad de evolución en botella lenta, por lo que siempre tendrá una buena guarda.

A la Vista: Presenta un bonito color granate con reflejos rubí y ribetes violeta. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: Nariz intensa con notas de fruta fresca, crema pastelera, con toques balsámicos, mentolados y especias, notas de canela, ahumados y café tostado.

En Boca: Boca intensa con gran expresión, volumen, larga persistencia y buen equilibrio. Taninos dulces y maduros. Recuerdos a fruta confitada y con un final largo, sedoso y elegante.

Vino ideal para acompañar con carnes rojas, asados, todo tipo de embutidos, encurtidos y carnes frías, platos de legumbres, estofados de carne y quesos.

‘A’ DE ARINZANO – Rosé

Variedades: Tempranillo.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.

A de Arínzano es un vino rosado que, como les gusta recalcar en la bodega, (con toda la razón): “Nace en el viñedo”.

Está elaborado con uvas propias de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos plantados en suelos calcáreos en la Finca Arínzano y cultivados bajo una viticultura sostenible que respeta el medio ambiente utilizando conjuntamente la tradición junto con las técnicas más avanzadas para garantizar un tratamiento artesanal. Así y gracias a un prensado directo de racimo y posterior crianza sobre lías en post fermentación, son capaces de sacar este elegante rosado que se muestra encantador, vibrante y elegante. Sin duda, es el compañero perfecto para la temporada primavera-verano, para poder tomarlo bien fresquito cuando apriete el calor.

A la Vista: Presenta un hermoso y vivaz color rosa pálido, muy limpio y brillante.

En Nariz: Nariz intensa con buenos aromas a frutas rojas (fresa, frambuesa), notas cítricas de pomelo rojo y florales de rosas, con suaves toques de pimienta blanca.

En Boca: Entrada fresca y elegante en boca, con un inicio un tanto dulzón y buena cremosidad en centro de boca, para dejarnos un final sedoso, muy amable y persistente.

Es un vino ideal para acompañar buenos momentos de tapeo. Va muy bien con todo tipo de entrantes, arroces, pescados y mariscos, embutidos suaves y quesos cremosos.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

Un entorno único, que cambia de color y hasta de formas con cada estación, junto a un conjunto arquitectónico donde confluye historia, vanguardia y diseño. Eso es también esta Finca Arínzano.

El Pago de Arínzano destaca, sin duda, por la exclusividad de su terruño, por su historia, arte y entorno, pero lo hace también por el potencial excepcional que tiene su diseño para acoger todo tipo de eventos, (bodas, convenciones, reuniones empresariales y eventos familiares de cualquier tipo).

“Contamos con variados espacios para su uso en las distintas fases del desarrollo de cualquier tipo de evento, desde ubicaciones exteriores a espacios dentro de la propia bodega”.

Estos grandes espacios están a disposición de todos los participantes de cualquier evento, para por ejemplo, en un breve paseo entre barricas de roble francés, dotar de un carácter único e inolvidable la celebración que aquí hayan venido a realizar, tanto los promotores o protagonistas como sus invitados.

En este enclave tan especial ofrecen diversas actividades eno-ecoturísticas, tales como catas de barrica o degustaciones soñadas en el punto más alto de la finca, entre otras, y cuenta con habitaciones de lujo para disfrutar de una maravillosa estancia en Navarra. Además, disponen de hasta 4 espacios interiores para las celebraciones, e innumerables posibilidades de decoración, montaje de carpas, estaciones o rincones temáticos en función de lo que cada cliente demande.

“Ponemos a disposición de nuestros clientes, un gran equipo de profesionales que va a estar pendiente y ayudará en todo el desarrollo del evento, guiando y coordinando todos sus procesos y timing, para que los Clientes solo se tengan que ocupar de disfrutar del lugar y de una jornada inolvidable”.

Todo un acierto de visita en la que el vino claro que es importante, pero que degustado en una bodega como esta de Pago de Arínzano, aún se disfruta más.

CRDKEN – JMQ

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