Otra nueva gran elaboración de La Rioja Alta SA la que han conseguido con este Viña Ardanza Reserva-2017. De hecho, ha vuelto a recibir el reconocimiento de la crítica y los expertos al colocarlo ya (y estamos todavía en enero-2024 y acaba prácticamente de salir al mercado), entre “Los 100 mejores vinos tintos del mundo”, dónde creo que solo he visto unos 6 vinos españoles.
Está claro que es una de las cumbres, no solo del vino riojano y español, sino que es todo un emblema a nivel internacional. Con cada añada que sacan va consiguiendo convencer tanto a crítica como a público, (a mí, por supuesto que sí). Ese perfecto ‘coupage’, ya clásico, de Tempranillo y Garnacha es pura ambrosía que asombra por su equilibrio y sedosidad. Como bien dice su creador, el enólogo Julio Sáenz, que de esto sabe mucho: “Tenemos un gran vino que sobresale por su frescura y gran potencial para seguir creciendo. Me recuerda a magníficas cosechas de Viña Ardanza como 2005 o 2015”.
Elaborado con un 80% de Tempranillo de viñas de unos 40 años de las fincas La Cuesta y Montecillo, en Fuenmayor y Cenicero, y con un 20% de Garnacha procedente de La Pedriza en Tudelilla a 550 m de altitud, finca con unas condiciones óptimas para esta uva, con un suelo muy pobre cubierto de cantos rodados que ofrece una garnacha muy rica en aromas y fina estructura. Vendimia manual con doble selección a mediados de octubre, con una diferencia de 15 días entre ambas variedades, (más tarde la Garnacha). Elaboración separada. Crianza también por separado: el Tempranillo durante 36 meses en roble americano de 3 usos y la Garnacha durante 30 meses, en barricas de 2 y 3 vinos, también de roble americano. El vino fue embotellado en marzo 2021.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo cereza-picota muy intenso, con ribetes granate y de capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Como es habitual en este vino, en la nariz muestra una gran potencia aromática que al abrir la botella inunda la habitación de frutas rojas maduras (cereza, grosella y fresa), con elegantes toques balsámicos y notas especiadas de vainilla, caramelo, clavo, nuez moscada y pimienta.
En Boca: Muy fresca la entrada en boca mostrando un perfecto equilibrio, incluso con una marcada acidez. Es un vino elegante y sedoso, muy frutal con marcados tostados, unos finos taninos y con un amplio postgusto donde vuelven a aparecer las frutas rojas y las especias que alargan mucho más su buen final.
Al igual que sus añadas anteriores, pienso que un tiempo en botella le va a venir perfecto a este Reserva-2017 y de la misma forma tendrá, seguro, una muy buena guarda por varios años.
Vino perfecto para tomar en cualquier momento, sea o no con platos de comida, y siempre mejor en buena compañía. Además, estoy seguro que va a armonizar a la perfección con todo tipo de carnes, (rojas, blancas o carnes de caza), asados, guisos, embutidos y quesos. Pero también con guisos de pescado, calderetas y arroces. Y por supuesto también con postres de chocolate, frutos secos o frutas.