Descripción
“LA DIVERSIDAD DE LO UNICO”
Viñedos y Bodegas García Figuero, es una bodega relativamente joven bodega ubicada en la localidad burgalesa de La Horra, en la carretera BU-130 a 2,2 Km de La Horra. Podemos decir que estamos ante una bodega, que como tal, es ‘relativamente joven’ porque fue fundada en el año 2001 por José María García y Milagros Figuero, ambos nacidos en la localidad de La Horra, en el seno de familias de viticultores.
Como ya sabemos y hemos comentado en alguna otra ocasión, (hablando de alguna otra bodega de esta zona), La Horra es un municipio eminentemente vitivinícola. Es sin duda, unos de los lugares privilegiados de la Denominación de Origen Ribera del Duero para elaborar vinos tintos, que dispone de una superficie total de más de 3.000 hectáreas, de las cuales una tercera parte es viñedo, el resto cereal y unas 500 hectáreas son de monte, bosque de pinos, encinas y robles. Son tierras bañadas por varios arroyos y riachuelos, (Madre, Tresellano, Prado, Ejido, etc..), que aportan también sus aguas al imponente y cercano río Duero.
Pues aquí, en su pueblo, a unos 800 m de altitud, es donde José María y Milagros decidieron hacer realidad el sueño de tener su propia bodega. No fue fácil ni tampoco de consecución inmediata. Eran tiempos complicados y la familia aumentaba. Según nos cuentan, el proceso de recolección de uva en las viñas de la familia se había iniciado hacia el año 1968, aunque en aquellos momentos sus uvas se destinaban a la comercialización con las mejores bodegas que se distribuían por la región. Durante todo el periplo laboral de José María ocurrieron muchas cosas, pero fundamentalmente hubo 3 hitos que fueron decisivos para llegar hasta lo que hoy es Bodegas García Figuero.
El primero de estos hitos fue la industrialización del campo. José María también se planteaba lo de quedarse en el campo o irse a la ciudad o incluso tratar de compaginar ambas cosas, (que finalmente fue lo que hizo). Decide primero quedarse y empieza a comprar viñas, (todas viñas viejas), de los que salieron de la zona con el éxodo rural de los años 70.
El segundo hito que marcó el destino de esta bodega es que al principio vendía las uvas a la cooperativa de La Horra, pero esta pagaba a 3 años y eso era inviable para alguien que quería dar estudios a sus tres hijos. Tuvo que buscarse otras fuentes de ingresos y así es como empieza a vender sus uvas a Vega Sicilia a través de un intermediario de La Roa. Esta unión fue próspera pero solo dura hasta que el intermediario fallece y cuando José María trata de seguir vendiendo a Vega Sicilia directamente le dicen que no le conocen de nada y le cierran las puertas. Sabedor del gran producto que tiene, es cuando empieza a vender a otras bodegas importantes de la zona, (Protos, Pesquera y Pago de Carraovejas, entre otras).
Ya jubilado, (en algún momento tuvo que trabajar también en la industria y por eso además de las viñas trabajó en Michelin), José María reúne a la familia y les dice, más o menos en estos términos: “ha llegado la hora de crear mi propia bodega. Llevo 40 años pensando cómo va a ser y lo tengo aquí”. Entonces les enseña los planos de la bodega de sus sueños, que no es sino una gran bodega. Seguramente esto deja a toda la familia estupefacta porque pensarían que lo que quería era poder tener una bodega pequeña, para entretenerse y de alguna manera ‘matar ese gusanillo’ que el ahora ya abuelo, siempre había tenido.
El tercer hito que, en buena manera, permite entender esta zona y la historia de esta familia es la concentración parcelaria. En La Horra nadie se pone de acuerdo, hasta el año 2010, esto significa que nadie arrancó una cepa en todos esos años y muchos se dedicaron a cuidar y mantener sus viñedos. Así, esta zona de la D.O. Ribera del Duero mantiene una cantidad de viñedos viejos espectacular y los de esta bodega están entre los más destacados porque el ahora abuelo, tuvo la decisión y el empeño de hacerse con muchos de ellos y de cuidarlos durante décadas.
“El bagaje acumulado es un activo tangible en forma de vino con soluciones que aglutina la experiencia de generaciones pasadas y el amor por este noble arte de hacer buen vino, en una zona tan especial y singular como la que configura esta parte de la Ribera del Duero burgalesa”.
Foto de Familia del Archivo de la Bodega
Una vez salvado el primer ‘susto’ familiar con la convincente exposición del abuelo, los 3 hijos de José María y Milagros apoyan la iniciativa y rodeándose de un equipo técnico joven, pero de experiencia contrastada, crearon Viñedos y Bodegas Figuero con las últimas tecnologías y los mejores medios al servicio de la producción de grandes vinos, elaborando por gravedad, porque es un sistema que protege y mima los vinos, con remontados automáticos y fermentación controlada porque aportan estabilidad en el color, aroma y mucho más sabor.
Hoy en día la familia lo tiene claro y seguro que se alegran de la decisión tomada de manera conjunta. Así lo reflejan cuando dicen:
“Este mundo del vino y la familia tienen en común que nos admite a todos. Cada uno de nosotros nos hemos incorporado paulatinamente al sueño familiar, aportando experiencias profesionales diferentes. Hemos sabido unirlas en un único propósito, elaborar vinos de muy alta calidad, en base a la uva Tempranillo, siendo un fiel reflejo de diversidad de La Horra”.
La bodega dispone de cuatro salas dotadas de los mejores medios técnicos: la sala de elaboración, una espectacular sala de barricas, la zona de embotellado y la zona almacenamiento con el vino reposando en los jaulones terminando su proceso de crianza antes de salir al mercado.
Quisiera destacar la sala de crianza, una hermosa cava subterránea, pero con zarceras al exterior, aportando una ventilación natural interna, intentando a su vez, imitar las antiguas bodegas de la Horra del siglo XII. Aquí es donde reposan más de mil barricas de roble imbuidas en el máximo silencio y disfrutando de una temperatura estable todo el año, comprendida entre 12 y 15ºC. Son barricas formadas por los mejores granos de roble americano y francés que están fabricadas con diferentes tostados artesanales realizados por maestros toneleros de prestigio y que se renuevan cada 3 años para obtener todo su potencial y aportar ese ‘bouquet’ característico que hace a los vinos de Tinto Figuero inconfundibles y muy reconocibles.
En realidad, la pasión por la vid ya estaba presente en la juventud de José María, quien a los 12 años ya hacía plantaciones y aprendió a cuidar y preservar las cualidades de la viña siguiendo metodologías de corte tradicional. Hoy esta impronta continúa patente en sus producciones y les proporciona una personalidad única. Esto ha sido así porque José María siempre ha tenido claro qué viñedos viejos comprar, qué suelos elegir para plantar, la variedad de uva a cultivar (Tempranillo), la orientación Norte-Sur de los viñedos y también el cómo mimar la viña, realizando podas cortas con el fin de obtener una uva con la baya pequeña, carnosa, de alto contenido polifenólico y equilibrada.
En palabras del propio José María queda clara la filosofía de la bodega que es tan nítida y sencilla como asimilable y fácil de transmitir:
“Hay que dejar hacer, pero también saber hacer: Nuestra filosofía se basa en el máximo respeto y la mínima intervención en los vinos, que la naturaleza siga su curso a cada paso, acompañando a nuestros vinos en cada parte del camino”.
Como decimos, elaboran su vino únicamente con uva Tempranillo (Tinta Fina) procedente de unas 180 hectáreas de viñedo que controlan y tienen repartido en 110 parcelas, de las cuales una tercera parte son viñas viejas plantadas entre 1910 y 1969 y otro tanto con una edad que llega a superar los 60-70 años. Estos viñedos se extienden en diferentes ubicaciones situadas en un radio de poco más de 4 kilómetros alrededor de la bodega en el municipio de La Horra.
“Las viñas más viejas las tenemos repartidas en más de 50 majuelos con clones prefiloxéricos que cultivamos en ecológico y son vinificadas, de acuerdo con nuestro criterio, por parcelas individuales o paraje, en depósitos de menor tamaño para mantener la personalidad de cada unidad territorial y elaborar vinos de pueblo, paraje o parcela”.
El clon de Tempranillo de las viñas viejas de la Familia García-Figuero procede de cepas prefiloxéricas gracias a los religiosos franceses llegados a La Horra en 1908, (algo más tenían que traer los franceses a parte de las ansias de conquista). Estos monjes dedicaron sus esfuerzos entre 1912 y 1920, tras la terrible plaga de la filoxera, a replantar viñedo en La Horra y comarcas adyacentes con las mejores cepas, ya perfectamente adaptadas al riguroso clima de la zona.
Porque esta zona cuenta con un clima “continentalizado”, con fuertes contrastes entre el verano y el invierno, unos suelos en los que predominan las lutitas rojas-arcillas, con cantidades diversas de limo, arenas y gravas, y una gran variedad de especies vegetales. La unión de la naturaleza, el suelo y el clima, son fundamentales en el desarrollo de la planta y maduración de la uva, dando como resultado final una fruta de gran elegancia.
Herederos de un legado excepcional, el de sus viñas viejas y la tierra que las sostiene y alimenta, en esta bodega son totalmente conscientes del privilegio que supone seguir creciendo en un enclave único como La Horra. Por ello, en García Figuero trabajan el viñedo de manera manual, con productos de carácter ecológico y respetuosos con el ecosistema. Entendiendo que la viña es sabia y que su papel dentro de su entorno es el de saber conducirla a su mejor versión. Un trabajo que pone de manifiesto su saber hacer. Además, todo ese buen hacer lo trasladan después a la bodega, donde una vez recibida la uva, son capaces de sacarle todo lo mejor y elaborar los grandes vinos que elaboran en cada añada para que todos sus clientes disfruten con ellos.
Decía un buen amigo cuando hablaba de esta bodega que:
“El equipo de Tinto Figuero, además de buena dosis de paciencia, siempre muestra gran confianza cada vez que se enfrentan a una nueva cosecha. Saben lo que tienen en sus viñas y se sienten orgullosos del trabajo realizado en el viñedo, reflejado en cada vino. Bodegas García Figuero es sinónimo de aprendizaje, de escucha y de compromiso. Es saber trasladar a cada botella lo que sienten cada vez que pisan la viña. Es el valor de su primer esfuerzo. El valor del conocimiento, la honestidad y la sensatez que son capaces de trasladar luego a los vinos que elaboran y que nosotros disfrutamos en cada copa”.
LOS VINOS:
Como reza en los escritos de esta bodega: “Tinto Figuero nace de mil cepas, las que recibieron José María García y Milagros Figuero el año en que se casaron, 1961”.
Desde el año 2001, Viñedos y Bodegas García Figuero se ha convertido en un proyecto real, alcanzando gran reconocimiento a nivel, local que ya era de sobra conocido, pero también nacional e internacional. Hoy sus procesos de elaboración son fruto del cultivo, tratamiento y recolección de sus propios viñedos, donde más de un tercio son ‘Viñas Viejas’. La Bodega cuenta con visibilidad internacional, con presencia en más de 25 países extranjeros con su propuesta estrella Tinto Figuero, Ribera del Duero. Un vino clásico, atemporal y de una calidad ampliamente reconocida.
La primera añada que salió al mercado con la marca de la bodega fue, como decimos, en el año 2001 y desde entonces hasta hoy, esta bodega no ha dejado de elaborar grandes vinos y aumentar sus referencias, pero siempre con la premisa de que todos sus vinos sean reconocidos por su gran calidad.
La variedad de uva tinta reina de la Ribera del Duero, la Tempranillo, tiene una de sus mejores expresiones en los todos los vinos de Bodegas y Viñedos García Figuero. Con ella elaboran hasta 7 referencias, (quizá alguna más) y las vinificaciones las realizan por separado, según la parcela de procedencia de la uva. Así en su portfolio vamos a encontrar: Tinto Figuero 4, 12 y 15, Tinto Figuero Viñas Viejas, Tinto Figuero Noble, Milagros de Figuero y su ‘exclusivo’ Tinto Figuero Tinus.
De todos ellos hablaremos un poco más en detalle a continuación para entender mejor las bondades de esta bodega y la gran calidad de sus vinos.
TINTO FIGUERO 4 – Roble
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
Tinto Figuero-4 meses, es un monovarietal de Tempranillo de viñedos propios elaborado por Viñedos y Bodegas García Figuero en La Horra (Burgos). Vendimia manual seleccionada. La uva despalillada se mueve a depósito por gravedad, (sistema OVI). Maceración pelicular en frío, 5 días a 12ºC. Fermentación alcohólica controlada a 28ºC (±0,5). Maceración posterior a la fermentación durante 8 días, con remontados manuales y ‘delestage’ previo a la maloláctica y crianza posterior en barrica nueva de tostado medio (roble americano 85% y francés 15%). Clarificación con clara de huevo natural.
A la Vista: Presenta un bonito color granate con ribetes violeta. Buena lágrima y capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz parece que destaca la madera con notas tostadas y especias, pero enseguida aparece la fruta negra (mora y arándanos) y la fruta roja con aromas de frambuesa.
En Boca: En boca se muestra suave en la entrada, redondo y bien estructurado, con unos taninos dulces y aterciopelados, pero potente, untuoso y elegante una vez pasado. De acidez moderada y con un final enérgico, largo y frutal.
Se trata de un vino tinto con juventud y fuerza para compartir buenos momentos de tapeo y también para acompañar con parrilladas, guisos suaves de carne, arroces camperos, embutidos y quesos suaves y semicurados..
TINTO FIGUERO 12 – Crianza
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Tinto Figuero-Crianza (12 Meses), es un monovarietal de Tempranillo de viñedos propios elaborado por Viñedos y Bodegas García Figuero en La Horra (Burgos). Vendimia manual con doble selección. La uva despalillada se mueve a depósito por gravedad, sistema OVI. Maceración pelicular en frío, 2 días a 12ºC. Fermentación alcohólica controlada a 29ºC (±0,5). Maceración posterior de 10 días, con remontados manuales y ‘delestage’ previo a la fermentación maloláctica. Crianza de 12 meses en barrica de roble americano, tostado medio (90%) y roble francés, tostado medio (10%), con otros 8-10 meses más de reposo en botella (previa clarificación con clara de huevo natural).
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota con ribetes granates. Lágrima densa y capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz intensa y compleja con abundancia de frutos rojos, notas de regaliz y suaves tostados de buena madera noble que armonizan el conjunto.
En Boca: En boca es sabroso, estructurado y con buen equilibrio, con un paso amable y potente. Tiene una moderada acidez que aumenta su viveza y frescura, con unos taninos redondos y elegantes. Buen final.
Es un vino muy gastronómico que armoniza muy bien con carnes, asados de cordero, cabrito o cerdo, pastas y arroces con carne, embutidos y quesos semicurados.
TINTO FIGUERO – Viñas Viejas
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
Tinto Figuero-Viñas Viejas es un vino tinto elaborado por Viñedos y Bodegas García Figuero con una selección de uvas Tempranillo procedentes de diferentes parcelas de viñas viejas con más de 50-60 años, situadas en La Horra .entre los 400-800 m de altitud. Vendimia manual con doble selección que una vez despalillada se transporta a depósito por gravedad, (sistema OVI). Maceración pelicular en frío 2 días a 12ºC y Fermentación alcohólica a 29ºC (±0,5). Maceración posterior de 14 días con suaves remontados manuales y ‘delestage’, previo a la fermentación maloláctica. Finalmente tiene una crianza de 15 meses en barrica nueva de roble americano (95%) y francés (5%) y otros 12 meses más en botella antes de salir al mercado, (previa clarificación con clara de huevo).
A la Vista: Presenta un intenso y profundo color granate con ribetes amoratados. Lágrima densa y capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz compleja e intensa, con aromas de frutos rojos del bosque, notas tostadas y balsámicas, toques minerales y torrefactos.
En Boca: En boca es potente, armónico y estructurado, con taninos amables y buenos recuerdos de fruta roja madura que le dan una dulzura golosa y con notas balsámicas que se prolongan hacia la retronasal.
Ideal para acompañar con carnes rojas asadas o a la parrilla, caza mayor (ciervo, jabalí, corzo) y determinadas especies de caza menor, como becada o paloma torcaz. También con guisos de carne., salsas complejas y quesos curados.
TINTO FIGUERO 15 – Reserva
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 15,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 18ºC.
Tinto Figuero-Reserva (15 Meses), es un monovarietal de Tempranillo elaborado por Viñedos y Bodegas García Figuero en La Horra (Burgos). Vendimia manual con doble selección. La uva despalillada se mueve a depósito por gravedad, sistema OVI. Maceración pelicular en frío, 2 días a 12ºC. Fermentación alcohólica controlada a 29ºC (±0,5). Maceración posterior de 14 días, con remontados manuales y ‘delestage’, previo a la fermentación maloláctica y posterior crianza de 15 meses en barrica nueva de roble americano, tostado medio (70%) y roble francés, tostado medio (30%), con otros 15 meses más de reposo en botella, (previa clarificación con clara de huevo.
A la Vista: Presenta un intenso color granate, de lágrima densa y capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra una compleja armonía aromática, donde los torrefactos arropan finamente a la fruta madura. Suaves notas especiadas.
En Boca: Su entrada en boca es potente, pero fresca a la vez y estimula inmediatamente las papilas gustativas. Final muy largo con retrogusto dulzón.
Tinto Figuero 15 Meses es un Reserva de gran persistencia y elegancia que armoniza muy bien con una gran variedad de platos como el cordero y el cerdo asado, carnes rojas a la parrilla, quesos y platos especiados.
TINTO FIGUERO – Noble
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
Este Figuero-Noble es un elegante vino tinto elaborado por Viñedos y Bodegas García Figuero a partir de una exquisita selección de uvas 100% Tempranillo procedentes de viñedos propios de más de 50-60 años. De vendimia manual con doble selección y una elaboración completamente tradicional, Figuero Noble tiene una crianza de 15 meses en barrica de roble americano de tostado medio y 6 meses en barrica de roble francés (Allier y Troncáis). Además, se le da un reposo en botella de otros 15 meses más antes de salir al mercado.
A la Vista: Presenta en su fase visual una extracción polifenólica en su máxima concentración, con tonalidades color teja. Limpio y brillante.
En Nariz: Muestra una nariz ciertamente golosa de fruta madura-compotada, con ciertos tonos minerales y balsámicos.
En Boca: En boca destaca la buena presencia de la fruta madura con un respeto armonioso entre el fruto y la madera. Taninos muy bien integrados y con un final elegante, largo y persistente.
Como su nombre indica, la ‘Nobleza’ del vino se expresa desde el primer sorbo hasta la última gota. Armoniza a la perfección con todo tipo de elaboraciones de carne roja y carnes de caza. También con asados, embutidos y quesos curados.
MILAGROS de FIGUERO
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
Milagros de Figuero es un “Vino de Paraje” y todo un homenaje a la madre de familia y dueña de Viñedos y Bodegas García Figuero. El 100% de las uvas pertenecen a las viñas del Paraje del Camino de los Frailes, con cepas de Tempranillo plantadas entre 1940 y 1965, con baja producción, (menos de 3.000 Kg/Ha). Vendimia manual seleccionada. Encubado en depósito de gravedad (Sistema OVI). Maceración pelicular en frío y fermentación alcohólica controlada a 28ºC. Maceración posterior de 14 días, con remontados manuales y ‘delestage’, previo a la fermentación maloláctica. Crianza posterior de 14 meses en barrica nueva de roble francés de 500 litros. Clarificación y embotellado, para permanecer un mínimo de otros 18 meses en la bodega afinándose hasta su salida al mercado.
A la Vista: Presenta un hermoso e intenso color rojo picota, con ribetes granate.
En Nariz: En nariz es complejo y elegante, con dominio de fruta roja y negra (grosella, arándano), toques a golosina y yogurt de fruta. Notas de toffee, dulce de leche, tabaco y violetas.
En Boca: Sorprendente y delicado en boca, elegante y sedoso, con unos taninos nobles muy bien integrados y mucha expresión frutal que acompaña durante unos minutos, terminando con un postgusto fresco, mentolado y mineral.
Este vino es pura delicadeza, “expresivo y sutil como el abrazo y la caricia de una madre”. Resulta ideal para acompañar con carnes rojas maduradas, asados, foie y queso curado y/o viejo.
TINTO FIGUERO – TINUS
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 16 – 18ºC.
Figuero-Tinus, (que seguramente lleva ese nombre por elaborarse en Tinas de roble francés), es un “Exclusivo Vino de Autor” y el de gama más alta de Viñedos y Bodegas García Figuero. Está elaborado con una meticulosa selección de los racimos de cepas de Tempranillo de más 80 años y con muy baja producción, (un kilo por cepa). Los racimos seleccionados son llevados rápidamente a la bodega, donde se despalillan sobre dos Tinas de 450 litros de roble francés nuevo (Allier). En ellas se realiza la fermentación alcohólica y maloláctica, para posteriormente envejecer en las mismas Tinas durante 22-24 meses. Una vez clarificado con clara de huevo natural, se embotella para continuar su envejecimiento en la botella durante otros 15 meses como mínimo.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota con elegantes ribetes del mismo tono. Capa muy elevada e intensa. Amplia y gruesa lágrima de lento discurrir que impregna la copa. Limpio y brillante.
En Nariz: A copa parada presenta una alta intensidad. perfecta sinfonía de frutos maduros como las pasas, ciruelas y orejones, envueltos con un espectacular toffe. Conforme se mueve van apareciendo también los tonos especiados y balsámicos. Es elegante y ciertamente muy complejo.
En Boca: Entrada muy potente, y de tanino agradablemente maduro. Cuerpo amplio y fantástico equilibrio, redondo y sedoso donde se confirma la armonía de la nariz entre la fruta madura y la madera. Final muy persistente y goloso que nos hace seguir pensando en él por largo tiempo
Figuero-Tinus es uno de los vinos más elegantes, serios y con personalidad propia de la Ribera del Duero, con una producción limitada y numerada que no supera las 1.200 botellas/añada. Es recomendable decantar y disfrutarlo con cualquier plato de nuestra rica gastronomía.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Como hemos dicho al principio y recuerdan muy bien en esta bodega, el vino de Figuero nace de aquellas mil cepas que recibieron José María García y Milagros Figuero el año en que se casaron, 1961. Nacidos en un pueblo de larga tradición vitivinícola, La Horra, juntos han dedicado su vida a la familia y al cultivo del viñedo. Una historia de superación, esfuerzo y tenacidad. El reflejo de la confianza en un terruño y un cultivo tradicional, 100% Tempranillo. La ilusión de José María, se acabó convirtiendo en su sueño, el sueño de poder crear su propia bodega. Milagros Figuero le puso nombre y personalidad a este sueño que se hizo realidad en el año 2001 contando con el apoyo de su familia, sus tres hijos; Carlos, Henar y Antonio, así como de sus respectivos cónyuges Esther, J. Felipe y Pilar. Todos ellos son integrantes del proyecto y trabajan de forma conjunta tanto en los viñedos como en la propia bodega.
Estoy convencido de que la saga familiar CONTINUARÁ….. Y nosotros bien que lo disfrutaremos.
Aquí lo tienen claro y entienden muy bien el ENOTURISMO, por eso las visitas son atendidas por miembros de la familia con una atención, casi personalizada para ofrecer una manera diferente de disfrutar el vino. Mediante la visita a la bodega, es posible conocer la trayectoria familiar; pero también, aprender sobre la elaboración y crianza de unos vinos diferentes y de gran calidad, para luego terminar la visita disfrutando con al menos, la degustación de 2 de ellos. En un tiempo aproximado de algo más de hora y media, la visita es agradable e ilustrativa y, como bien dicen en la bodega:
“Desde Tinto Figuero queremos compartir con vosotros la historia de nuestra familia, reconocer juntos las particularidades de nuestro paisaje y acompañaros en la cata de dos vinos sin igual. Hacer palpable lo efímero, sacarle aromas, darle un sorbo al esfuerzo diario”.
Dicho queda. Animarse a visitar la bodega y a probar sus grandes vinos en un ambiente muy agradable y un entorno magnífico.
CRDKEN – JMQ
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