Descripción
“El sueño de los vinos de la familia”
VIÑEDOS ALONSO DEL YERRO, es una bodega perteneciente a la D.O. Ribera del Duero que está situada escasamente a 1 Km de la carretera Bu-P-1131, a mitad de camino entre Roa y Anguix (Burgos), en un enclave privilegiado que tiene un entorno inmejorable para el cultivo de la vid. Aquí, en una preciosa finca llamada Santa Marta, es donde elaboran sus vinos manteniendo la tradición, dedicación, esmero y calidad con los avances tecnológicos más modernos y practicando un control exhaustivo del proceso vegetativo de sus viñedos.
La de Viñedos Alonso del Yerro es, ni más ni menos, que la historia de una ilusión. Una gran ilusión compartida por María del Yerro y Javier Alonso, que desde el año 2002, uniendo sus apellidos, o como destacaba alguien en un artículo que leí hace poco: “esgrimiendo los apellidos de sus hijos”, se instalaron en la finca Santa Marta (en Roa, Burgos) para trabajar un conjunto de parcelas rigurosamente seleccionadas, plantadas con uvas de la variedad Tempranillo, con el objetivo de elaborar vinos de gran calidad.
Según sus propias palabras:
“La historia de la marca Alonso del Yerro es una preciosa historia familiar de pasión, sueños e ilusión. Esta historia es la misma que compartimos cada uno de los miembros de la familia Alonso del Yerro desde que, en el año 2002, decidiéramos dejar Madrid para comprar 26 hectáreas de viñedo de Tempranillo plantado hacía 15 años e instalarnos en la Finca Santa Marta en Roa, Burgos. Fue entonces cuando comenzamos este proyecto: Nuestro sueño”.
Está claro que ambos formaban una pareja de inconformistas que buscaban algo diferente a lo que estaban haciendo en Madrid, (él economista en la empresa farmacéutica Alter y ella como interprete y traductora de libros de viajes y vinos). Aunque a decir verdad Javier sí que había tenido algo que ver con el mundo de las viñas y las bodegas porque su familia, (de Logroño) sí que tenían viñedos y en un momento dado incluso le tocó gestionar las bodegas familiares riojanas. Quizá fue ahí donde se despertó el sueño dormido que los llevó a invertir todos sus ahorros en este proyecto, en el cual ya están implicados alguno de sus hijos, (Miguel, que además de enólogo, es el director general de la bodega) y que, como dice María, espera que también lo hagan sus nietos.
Viña Montserrat Quinto de Pedro
En Viñedos Alonso del Yerro disponen de unas 26 hectáreas de viñedo con cepas de la variedad Tempranillo plantadas en 1989. El viñedo se encuentra a una altitud de entre 800 y 840 m., con un marco de plantación de 2.850 cepas por hectárea. Todo el viñedo está conducido en espaldera y tiene un rendimiento controlado que no supera los 30 hectolitros por hectárea.
Finca Santa Marta Pago Los Mayores
Sin duda, son viñedos diferentes que trabajan de manera especial tratando de identificarlos con la filosofía de la propia familia. Es por eso que como primera medida han querido llamar a las 4 parcelas principales de su viñedo, con los nombres de la familia. Así cada una de ellas lleva el nombre de un miembro de la familia: Viña Montserrat es un homenaje a la madre de Javier; Quinto de Pedro apela al nombre del hijo pequeño; la bodega está situada en Santa Marta, el nombre de una de las hijas; y la cuarta parcela se llama Pago los Mayores en alusión a los tres hijos mayores de la familia (Miguel, María y Fátima). A su vez, estas 4 parcelas se encuentran subdivididas en casi una treintena de subparcelas, en función de las distintas características de suelos y de calidad. Este es el aspecto clave de la bodega: la importancia del terruño. Así por ejemplo para elaborar uno de sus vinos, (MARÍA), únicamente emplean las uvas de dos pequeñas subparcelas: El Circo y Violeta.
Santa Marta, además de ser la parcela donde comenzó todo el proyecto, es también el lugar donde se construyó la casa familiar; donde se comparten grandes momentos entre familia, visitantes y amigos y donde “continuar cada día luchando por un proyecto fundamentado en el respeto por el entorno, el valor de la amistad, el amor por la familia y la pasión por la excelencia”.
Javier y María eran perfectamente conscientes de que habían adquirido unos terrenos maravillosos para que su viñedo pudiera producir los grandes vinos que buscaban, pero también tenían claro que con eso no iba a ser suficiente para conseguir ese ‘Vino Excelente’. Para ello debían rodearse a su vez del mejor equipo. Y por eso deciden buscar lo mejor hasta encontrarlo en Francia.
Stéphane Derenoncourt y Claude Bourguignon (Fotos del Archivo de la Bodega)
Así lo explicaba María en una entrevista que figura también en su Web:
“Contamos desde el inicio con el asesoramiento de Stéphane Derenoncourt, (formado en Château Fronsac, Château Pavie-Macquin y Château Canon-la-Gaffelière), y una persona cercana y enamorada de las viñas. Fuimos a presentarle nuestro proyecto a St. Emilion y, cuando vio que la calidad del suelo era la adecuada para elaborar el vino que queríamos, un gran vino, decidió embarcarse en el proyecto, que iba a ser su primera bodega fuera de Francia. Además, aconsejados por Stéphane y reforzados por nuestro magnífico terroir, decidimos ponernos en contacto con Claude Bourguignon, una auténtica eminencia en el mundo del vino quien, durante 4 años, analizaría el suelo de las parcelas en un estudio tan minucioso como meticuloso y completo, ayudándonos a alcanzar nuestro gran objetivo: convertir la marca Alonso del Yerro en una de las mejores de la Ribera del Duero”.
Actualmente cuentan también, para las decisiones enológicas, con el reconocido enólogo Lionel Gourgue, que enriquece el equipo de Alonso del Yerro con todo el saber adquirido en bodegas tan reputadas como Château Figeac o Château Carbonnieux. También pasó por la bodega, dejando su sello personal y una imborrable huella, otro prestigioso enólogo como Gonzalo Iturriaga, (creo que luego pasó a Vega Sicilia).
El suelo en todas sus parcelas es de gran diversidad, todos son suelos muy calcáreos, desde la típica arcilla roja de Ribera del Duero a las arenas con gravas, ideales para el buen desarrollo de las cepas de Tempranillo de la Ribera del Duero.
Las labores agrícolas en esta bodega se realizan exclusivamente a mano, se prescinde de productos de síntesis, y evitan que cualquier agroquímico toque la planta ni tampoco la tierra del viñedo. Su filosofía de trabajo está basada en la escuela bordelesa, fundamentada en preservar ese magnífico terroir que poseen en todas sus parcelas y el entorno de la planta, con el objetivo de destacar la propia personalidad del terroir y que este se refleje en la calidad de sus vinos. Es esta una concepción de la agricultura que considera globalmente el entorno de la planta: suelo, microclima y ecosistema. De este modo, se respeta la cadena esencial de los factores que determinan la expresión del terroir.
Ellos mismos producen su propio compost y a menudo suelen plantar cereales entre hileras de viña en invierno para evitar la compactación del terreno. En vendimia trabajan con una segunda mesa de selección tras el despalillado. Los vinos realizan la fermentación maloláctica en barrica y dentro de la filosofía de trabajo en bodega se contemplan prácticas como el bâtonnage y la microoxigenación.
Es esta una bodega sencilla pero equipada con las últimas tecnologías. Ya en las primeras añadas, como aquella difícil de 2003, fueron capaces de elaborar vinos que llamaron la atención con un fuerte impacto logrado por su gran calidad y una fuerte personalidad. Y así han seguido desde entonces. Sus vinos son reconocibles por su finura y elegancia, pero también exhiben intensidad, amplios aromas frutales y una intensa mineralidad fruto de los cuidados extremos en la viña y de unas elaboraciones muy conseguidas en la bodega. Todo ello ha llevado a esta bodega a formar parte de ‘Grandes Pagos de España’, una asociación de fincas vitícolas que promueve la cultura del vino de pago.
No sé si para sus adentros han conseguido esa ‘añorada excelencia’ que pretendían; pero a criterio de muchos entendidos, Alonso del Yerro nos acerca a algunos de los vinos más codiciados y reputados de la Ribera del Duero más contemporánea.
Decir para finalizar que, en el año 2007, la familia Alonso del Yerro amplió sus horizontes vinícolas adquiriendo el viñedo Pagos de Miguel, en la Denominación de Origen Toro, que ha dado lugar a un nuevo vino, Paydos, elaborado con los mismos principios cualitativos que sus ‘hermanos’ de la Ribera del Duero, pero con el carácter que aporta la variedad Tinta de Toro, dónde están los mejores viñedos de la provincia de Zamora. Aquí, en Morales de Toro, Zamora), disponen de unas 9 hectáreas de viñedo, con cepas de la variedad Tinta de Toro plantadas entre 1930 y 1988. El viñedo, que está todo plantado en vaso, se encuentra a una altitud media de 700 metros sobre el nivel del mar, con un marco de plantación de 750 cepas por hectárea y tiene un rendimiento de 1,5 kilogramo por cepa.
Aunque seguramente hablaremos de él con más detalle en otra ocasión, sí que queríamos dar a conocer su existencia para reforzar el compromiso de esta familia con los grandes viñedos de las orillas del río Duero que tantas cosas buenas aportan a la vitivinicultura de Castilla-León y de toda España.
LOS VINOS:
La bodega fue creada con la sana (y casi única) intención de producir vinos de gran calidad y la vocación de conseguir la excelencia en su producción, porque Viñedos Alonso del Yerro es, como ellos mismos dicen: “Una forma de entender y cuidar la producción de grandes vinos basada en la excelencia”. Y eso es lo que realmente se embotella en esta bodega: EXCELENCIA.
No sé si lo han logrado, pero están camino de ello porque siguen teniendo intacta esa ambición de conseguir que sus vinos puedan llegar a ser los mejores de la Ribera del Duero. Es por lo que luchan todos los días y nunca abandonan esa idea que es la que los animó desde el principio y la siguen manteniendo y cultivando diariamente con el mismo afán que cultivan y cuidan de sus viñedos y sus elaboraciones. De ahí que sus vinos sean disfrutados ya, por los amantes del buen vino, en más de 20 países, con un nivel de exportación que supera el 70% de la producción total de la bodega.
Fotos del Archivo de la Bodega
Aunque creo que en estos momentos elaboran 3 vinos diferentes, solo hemos catados 2 de ellos, que son los más conocidos: el Alonso del Yerro y el María Alonso del Yerro. Del primero y dependiendo de la añada, sacan al mercado unas 60.000 botellas al año, y del segundo, el de más alta gama, suelen salir (y solo en añadas excelentes), unas 7.000 botellas. Además, elaboran también de sus viñedos de Morales de Toro, un vino dentro de la D.O. Toro llamado Paydos.
De estos 3 vinos hablaremos a continuación de manera, más bien general, debido a que, dependiendo de la añada, suele haber pequeños matices y diferencias en función de las diferentes variables que influyen en los cultivos.
ALONSO DEL YERRO – MARÍA
Variedades: Tempranillo (Tinta Fina o Tinta del País).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 18ºC.
ALONSO DEL YERRO – MARÍA, es un elegante y fino vino tinto elaborado por la bodega Alonso del Yerro con la variedad 100% Tempranillo, procedentes de dos parcelas: El Circo, en Quinto de Pedro, de arcilla calcárea que otorga cuerpo y profundidad al vino y Violeta en Viña Montserrat, de gravas calcáreas que le procuran su elegancia y sus aromas florales. Es un vino que se elabora únicamente en las mejores añadas.
La uva procedente de cada una de las dos parcelas se vendimia manualmente, se selecciona y se elabora por separado, en fudres de 60 hl de roble francés. Maceración lenta de unos 26-29 días y una crianza posterior de un mínimo de 18 meses en barricas de roble francés.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota, de capa alta con ribetes rubí y densa lágrima. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de fruta negra madura con notas florales de violeta y toques tostados y balsámicos.
En Boca: En boca es elegante y armonioso, potente, complejo y con volumen. Buena acidez y taninos sedosos muy bien integrados. Final largo y persistente que deja un retrogusto elegante y mineral con ciertos toques dulzones de chocolate, almendra y marrón glacé.
María es el vino estrella de la bodega. Se trata de un vino elegante y moderno que rescata la frescura de los mejores clásicos. Armoniza a la perfección con carnes rojas maduradas, caza mayor, asados de lechazo y cabrito, ibéricos y quesos curados.
ALONSO DEL YERRO
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
Este ALONSO DEL YERRO, que lleva el mismo nombre que la bodega que lo elabora, es el ‘Vino Insignia’ de la bodega y un fiel reflejo de las mejores uvas de Tinta Fina de la bodega, plantadas sobre suelos calcáreos, de arcilla roja con superficies de gravas arenosas, situados a más de 800m de altitud, que han sido vendimiadas a mano y seleccionadas en viña y bodega. Vinificación lenta y suave, para extraer los taninos más sutiles de la variedad, con maceraciones de 13 a 17 días y una crianza de unos 12 meses en barricas de roble francés (un 10% nuevas).
A la Vista: Presenta un bonito e intenso color rojo rubí, de capa alta con ribetes granate y densa lágrima. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de frutas rojas maduras, (cereza, frambuesas), con notas torrefactas, especias como el regaliz y suaves toques balsámicos sobre un fondo floral.
En Boca: En boca es fresco y seco, con una textura un tanto áspera. De paso voluminoso y buena acidez. Taninos suaves y redondos y con un final largo y persistente que deja un post gusto frutal, elegante y mineral.
Es un vino tinto muy gastronómico, ideal para acompañar con todo tipo de carnes, (rojas, blancas, de caza), guisos, estofados, verduras, arroces, pasta, embutidos y quesos.
PAYDOS
Denominación de Origen: TORO
Variedades: 100% Tinta de Toro (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
PAYDOS es un vino tinto elaborado por Viñedos Alonso del Yerro, dentro de la D.O. Toro, con la variedad Tinta de Toro procedente del viñedo Pagos de Miguel situado en Morales de Toro, con cepas plantadas entre 1930 y 1988 a unos 720m de altitud. Vendimia manual en cajas pequeñas con doble selección. Maceración entre 20-25 días en depósitos de 50 hectolitros con un 10-14% del racimo entero. Extracción suave respetando la materia prima y fermentación maloláctica en barricas de roble francés. Crianza final de 15 meses en barricas de roble francés sobre lías finas.
A la Vista: Presenta un hermoso y profundo color rojo picota, de capa alta con ribetes granate y buena lágrima. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas concentrados de frutas rojas maduras, (compota de fresa) y negras (arándanos y ciruela), con notas tostadas, cacao y toques florales y balsámicos sobre un fondo mineral y salino.
En Boca: En boca desataca por su elegancia y expresividad. Es aromático, potente y afrutado, con un paso por boca donde se mezclan de forma bastante sutil los tostados de una buena madera con la fruta madura. Es jugoso y refinado con buena acidez y unos taninos maduros bien integrados y un largo final.
Se trata de un vino que armoniza muy bien con carnes rojas maduradas, asados, estofados de caza, embutidos ibéricos y quesos viejos y curados.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Conscientes de que la excelencia vinícola nace del delicado equilibrio entre lo que impone la naturaleza y la capacidad humana para adaptarse a esos mandatos, en Viñedos Alonso del Yerro trabajan cada día con la ilusión de poder alcanzar esa excelencia gracias a un viñedo de una riqueza extraordinaria y al equipo humano adecuado para sacarle el mejor partido.
Sin duda, Viñedos Alonso del Yerro es algo más que una bodega; es un proyecto familiar lleno de sueños, ilusiones y pasión, mucha pasión; pero también es compromiso y un profundo respeto a la tradición, al terruño y al entorno. Los vinos que elaboran, no solo reflejan la riqueza de la tierra de donde proceden, sino también el esfuerzo y el amor que cada miembro de esta familia (5 hijos y más de una docena de nietos), pone en cada elaboración.
Además, esta bodega considera el ‘Enoturismo’ como parte importante en el desarrollo de una bodega y la necesidad de estar al lado del visitante, (sea o no experto), para darse a conocer y acercarse al consumidor. Es por eso que disponen de diferentes tipos de visitas enológicas que son capaces de aunar el amor por la naturaleza, la pasión por la gastronomía y el exquisito gusto por el buen vino. Cada visitante puede escoger la experiencia enológica que más se adapte a sus gustos entre diferentes alternativas, como son: VISITA CONOCER, VISITA DESCUBRIR, VISITA RECORDAR, VISITA DISFRUTAR, VIAJE POR ESPAÑA o un PICNIC EN EL VIÑEDO, (esta última condicionada por la climatología). Existe además el grupo ‘Amigos de Alonso del Yerro’, que permite acceder en primicia a las nuevas añadas de los vinos, participar en distintas catas y eventos o vivir la vendimia en la finca Santa Marta.
Es importante hablar con esta familia que, además de estar encantada de recibir en su casa a todo el mundo, va a ayudarnos a elegir la experiencia que mejor se adapte a nuestras necesidades. Para ello indicamos los contactos de la bodega, donde se va a poder ampliar la información de cada actividad y concertar la mejor de las visitas. El teléfono es: 947 54 00 14. Y la página web de la bodega: www.alonsodelyerro.es
CRDKEN – JMQ
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