Descripción
“La mejor ‘Sonata’ de la Ribera del Duero”
Esta familiar y todavía pequeña Bodega SEI SOLO, (nombre curioso para una bodega, pero que como luego veremos, tiene un gran significado), se encuentra en la localidad de Roa de Duero en plena Ribera del Duero burgalesa. La bodega está ubicada en una nave alquilada de la calle El Molino 21-23 de esta histórica ciudad que los Romanos llamaron Rauda y fue cuna de importantes contiendas en épocas pasadas. Reza en su Escudo: «Quien bien quiere a Beltrán, bien quiere a su can», seguramente porque no debió gustar mucho que en el siglo XV Enrique IV entregara la villa como regalo a su favorito Beltrán de la Cueva…. Pero eso es otra historia….
Javier Zaccagnini (+) – Foto del Archivo de la Bodega
Sei Solo es un proyecto que en 2007 inició Javier Zaccagnini desde su bodega AALTO, que compartía en ese momento con otra de las eminencias vitivinícolas de este país, Mariano García. Y lo hizo a partir de cuatro pequeñas parcelas (unas 3 Ha) de viñedo muy viejo, (entonces con más de 60-70 años de edad), que había comprado en 2004 en la localidad de La Horra.
En este punto quisiera hacer un apartado para darle un más que merecido HOMENAJE a Javier, que desgraciadamente nos dejó el 8 de enero de 2023 víctima de una corta e incurable enfermedad. Descanse en Paz Javier y muchas gracias por todo lo que aportaste a este mundo del vino y todo lo que nos has enseñado.
Javier había nacido en el Puerto de Santa María (Cádiz) y aunque sí que tenía bisabuelos bodegueros, él en un principio se declinó más por la ingeniería como su abuelo (D. Félix Sancho de Sopranis Peñasco, precursor de la Energía Solar en España); pero poco a poco (cata a cata), se fue acercando a este mundo del vino hasta convertirlo en una pasión, primero como cualquier aficionado (socio de Vinoselección), para pasar luego a ser su profesión y terminar siendo bodeguero. Por resumir, decir que fue durante 6 años director del Consejo Regulador de la Ribera del Duero (1992 – 1998). En 1998 diseña, junto a Mariano García, lo que acabó siendo Bodegas AALTO, de la que fue director general. En 2005 puso en marcha, junto a Ismael Gozalo, el proyecto OSSIAN, (que luego pasó a formar parte de Alma de Carraovejas), porque quería aprender de vinos blancos. Y ya en 2007 es cuando definitivamente se embarca en solitario con el nuevo proyecto SEI SOLO, al que él mismo definió como su “Niña Bonita” y en la que le acompañó, (hasta ese fatídico 8 de enero que desgraciadamente nos dejó), su hijo Michael Zaccagnini, que es quien ahora cuida y dirige esta “Niña Bonita de Sei Solo, junto con su esposa María Gamboa.
El nombre de la bodega es todo un homenaje al compositor favorito de Javier, Johann Sebastian Bach, y a sus sonatas de violín BMW 1001-1006 originariamente tituladas: “seis sonatas para violín solo”, y de ahí el nombre de Sei Solo. De hecho, la etiqueta del primer vino reproducía la letra del manuscrito original de Bach.
Cuando en 2007 Javier inició las pruebas de lo que sería años más tarde Sei Solo, lo hizo tratando de buscar una manera distinta de elaborar la Tempranillo de la Ribera del Duero para conseguir potenciar la fruta, finura y elegancia, aunque perdiera parte de su estructura tánica. Después de varias añadas probando y sin sacar vinos al mercado por no cumplir sus expectativas, finalmente, en 2013 salió su primer vino, correspondiente a la añada 2011. A partir de la vendimia 2018, con el traslado de la bodega a estas nuevas instalaciones en Roa, se afinó aún más la filosofía de trabajo en las viñas y por supuesto también en la bodega. Y esto ha continuado haciéndose exactamente igual, e incluso después de la ausencia de Javier, con más ímpetu si cabe. Es por ello, que cada año el nuevo equipo dirigido ahora por su hijo Michael hace más hincapié en los viñedos de La Horra, elaborando, siempre que es posible, por parcelas en depósitos de acero inoxidable de diferentes capacidades, efectuando fermentaciones muy respetuosas con la uva, controlando cuidadosamente las temperaturas y buscando simplemente un desarrollo armónico del proceso, con mínimas intervenciones.
Foto del Archivo de la Bodega
Poco tiempo después de la salida al mercado de esa primera añada de 2011, es cuando, paulatinamente, se va incorporando Michael al proyecto. Michael, enólogo y viticultor, estudió el Grado de Tecnología de las Industrias Agrarias y Alimentarias, con especialización en Enología, en la Politécnica de Madrid graduándose en 2014 e hizo prácticas en bodegas de Burdeos, Borgoña y Nueva Zelanda. Además, como los primeros vinos de Sei Solo se elaboran hasta 2017 en una zona alquilada dentro de las instalaciones de AALTO, Mariano García, el enólogo más reputado de España, junto con Antonio Moral se encargan personalmente de asesorar y colaborar con Michael para completar su formación. Un auténtico lujo para el joven recién incorporado que él mismo reconoce que le ha servido de mucho y que, sin duda, le acompañará toda su vida. Por supuesto que Michael aporta al proyecto su técnica, sabiduría propia, todo su aprendizaje y su impronta personal, además de una tremenda ilusión y ganas de tirar adelante con este hermoso proyecto heredado de su padre.
La bodega, para elaborar sus vinos tintos de calidad, inicia su andadura con poco más de 3 hectáreas de viñedo propio distribuidas en esas 4 parcelas de cepas viejas en La Horra. A esas cuatro parcelas originales se añadieron luego otras 5 de nueva adquisición y alguna más posteriormente, lo que supone hoy en día más de 10 hectáreas de viña vieja propia y posiblemente otras 18 hectáreas más arrendadas, también magníficas y también en La Horra y alrededores. Una de ellas, situada en el Pago de Santa Cruz es, según dicen, la viña más vieja del pueblo, sobrepasando los 100 años de edad.
Entre viñas propias y arrendadas (siempre cultivadas y controladas por el equipo de Sei Solo), entran en la bodega más de 70-80.000 Kg de uva de La Horra. El rendimiento en las viñas más viejas es muy bajo, ronda los 1.000-1.200 Kg/Ha y nunca supera los 1.400 Kg/ha y en las más jóvenes tampoco llega a sobrepasar los 4.000 Kg/ha. Todas ellas, viejas y jóvenes, con formación en vaso.
Tienen también, (no sé si propias o arrendadas), otras viñas igual de interesantes en Gumiel de Izan y en Moradillo de Roa, de las que pueden obtener más de 12-14.000 Kg de cada pueblo en un año normal. Las de Gumiel son muy viejas, con más de 60-70 años y distribuidas en diferentes parcelas. En Moradillo es una sola parcela de unos 30-40 años de edad, de la que Javier decía que “tiene una personalidad propia muy interesante”. La uva de estos dos pueblos adicionales aporta mayor complejidad al segundo vino de la bodega, Preludio de Sei Solo.
Tal como dicen en la bodega:
“Las reducidas dimensiones de este proyecto vitícola facilitan los procedimientos manuales y nos permiten poder realizar una supervisión y controles mucho más precisos durante los procesos de maduración. A la vez, la metodología empleada se basa en una visión ecológica con una mínima intervención enológica, donde la fermentación alcohólica natural sufre las mínimas intervenciones manteniendo así sus rasgos y valores esenciales. Por otra parte, las levaduras autóctonas (sin la utilización de soluciones comerciales) constituyen el principal detonante del proceso de fermentación”.
La Bodega está muy cerca de los viñedos, (máximo 6 Km), lo que garantiza la salubridad del producto al poder trasladar la uva nada más ser vendimiada. Una de las grandes ventajas de un proyecto pequeño como este es que van a poder estar atentos al momento perfecto de maduración de cada parcela, (incluso de cada cepa), y vendimiar cada viña en el momento más adecuado.
Fotos del Archivo de la Bodega
La vendimia es temprana y completamente manual en cajas de 15 Kg con una selección previa de los racimos ya en viña, para luego enfriarlos, inspeccionar rigurosamente las uvas en la mesa de selección y una vez despalilladas, (nunca utilizan raspón), someterlas a un suave estrujado. No realizan sangrado de los mostos para no ganar concentración ni alterar la expresión natural de la añada.
Disponen de depósitos de diferentes capacidades para intentar en lo posible encubar las viñas por separado y hacer un seguimiento, cosecha a cosecha, de la personalidad y peculiaridades de cada viñedo, lo que les permitirá ir poco a poco ganando sabiduría y experiencia respecto de su elaboración idónea futura.
Para la fermentación alcohólica tratan de respetar al máximo la tendencia natural, dejando que la uva vaya donde desea, con la mínima intervención enológica, para que exprese a fondo su terruño. Por supuesto, siempre con las levaduras autóctonas naturales que vienen de cada viña en los hollejos de las uvas. Esta fermentación se hace en depósitos de acero inoxidable de pequeña capacidad, y la maloláctica, (de arranque espontáneo a unos 15-16ºC), se realiza mayoritariamente en barrica francesa de 2 años y se baja la temperatura a 8-12ºC, con lo que se alarga mucho el proceso que puede durar varios meses. Además, Michael procura sulfitar lo menos posible.
Todas las actividades y fases de este delicado y largo proceso las tienen muy claras, bien estudiadas y hasta protocolizadas en la bodega y les ayudan a sacar conclusiones, como cuando dicen:
“Hemos observado una mayor finura y elegancia en los vinos que efectúan su maloláctica de forma lenta y a baja temperatura respecto de aquellos que hacen una maloláctica tradicional (en la que se calienta el vino a 21 grados y dura unas 2 o 3 semanas solamente)”.
Posteriormente el vino es trasegado para su crianza a barricas francesas de 600 litros con 36 meses secado y también en fudres de 1.200 y 1.500 litros, dependiendo del vino que quieran obtener. Sólo entre un 30% y un 50% de esas barricas son nuevas, para que la madera no incida demasiado en el estilo del vino y se respecte la frescura y los aromas frutales de la variedad.
El periodo de crianza suele durar entre dieciséis y veinte meses, con los trasiegos que por cata estimen oportunos (en general cada 6 meses) y ya cuando consideran que el vino ha llegado a su punto óptimo de crianza en madera, es cuando se embotella.
“No usamos ningún agente de clarificación en nuestros vinos ya que a través de los diversos trasiegos -en los que despreciamos muchos litros del fondo de la barrica- van quedando perfectamente limpios para el embotellado. Tan solo aplicamos un ligerísimo filtrado para eliminar pequeños residuos o impurezas que pudieran estar presentes y que no deben llegar a la botella”.
Seguro que Sei Solo va a seguir siendo fiel a sus principios. Creciendo sí, pero sin dejar de ser una bodega de alta calidad con una filosofía de trabajo centrada en la búsqueda de una mayor finura y elegancia en sus vinos, llenos de matices especiales, por encima de estructura y potencia, a través de una elaboración artesanal basada en esos viñedos viejos tan especiales que reflejan la diversidad de suelos de la zona, la expresividad de las variedades de Tempranillo presentes en cada parcela y las condiciones climatológicas de cada añada.
Quisiera recordar, para finalizar, las palabras de Javier cuando explicó el porqué del nombre de la bodega y la marca de los vinos:
“Me hubiera gustado que la marca de mis vinos fuera relacionada con el pueblo donde están las viñas o el nombre de una finca, pero cuando fundé la bodega apenas tenía dos viñas viejas cuyo nombre es ‘El Alto’, evidentemente incompatible con mi otra bodega, AALTO, en aquel momento. El pueblo donde están y donde hemos ido comprando más viñedos y tierras, La Horra, tampoco podía ser porque ese nombre ya estaba registrado como marca por una bodega local. Ante la imposibilidad de poner a la bodega y al vino un nombre relacionado con las viñas o el lugar opté por volver la vista hacia mi otra pasión: la música, que tantas similitudes tiene con el vino. Mi compositor favorito es Juan Sebastián Bach, y busqué alguna manera de homenajearle decidiéndome por una de sus obras maestras, las Seis Sonatas y Partitas para Violín Solo, cuyas dos primeras palabras de la partitura original son SEI SOLO. Afortunadamente pude registrar como marca de vino esas palabras, con la escritura y grafía original de Johann Sebastijan Bach. Para el segundo vino parecía bastante natural escoger PRELUDIO como marca, de modo que lo llamamos Preludio de Sei Solo”.
LOS VINOS:
Desde su concepción inicial, el desarrollo de este proyecto está orientado a la elaboración de un vino que, sin renunciar a las señas de identidad propias de un Ribera del Duero, adquiera matices diferenciadores. Hoy, los vinos de Sei Solo se caracterizan por una composición aromática fina y elegante, con menor presencia de la madera, una intensidad tánica más sutil, con una potencia rebajada y una estructura más difusa: Pura sutileza, finura y elegancia.
La producción, suele rondar (dependiendo de la añada), las 50-55.000 botellas al año y se reparte en dos vinos: Sei Solo (unas 10-12.000 botellas), responde a la selección del mejor vino posible en cada añada de acuerdo a parámetros de finura, elegancia, precisión y equilibrio. Y Preludio de Sei Solo, un perfecto ensamblaje del resto de parcelas y, habitualmente, un vino de consumo más inmediato, del que pueden salir cada año unas 40-43.000 botellas.
Ambos están elaborados en un 100% con la variedad local Tinto Fino (Tempranillo), con esas elaboraciones tan cuidadosas que hemos descrito en los apartados anteriores y con un estilo más delicado del esperado en La Horra, con presencia de notas florales y maderas muy discretas, aunque los vinos tienen notable profundidad, destacando en ellos especialmente la finura de los taninos.
Quisiera nombrar también, aunque solo sea de pasada, la nueva referencia que han sacado en 2024 para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Javier. Se trata del ‘Exclusivo’, (tan solo han salido 100 botellas y 40 Magnum), Ciaccona. Un vino que se gestó en 2012, con una pequeña cosecha de un viñedo viejo de Pesquera de Duero, para el que Javier utilizó levaduras autóctonas de su blanco Ossian en la fermentación. Otra composición especial de Bach da nombre al vino más exclusivo, hasta el momento, de la bodega.
Como siempre, vamos a intentar explicar con algo más de detalle las características y bondades de los 2 vinos que hemos probado, dado que ese ‘Exclusivo’ CIACCONA, no hemos tenido la suerte de poder hacerlo.
SEI SOLO
Variedades: 100% Tinto Fino (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
SEI SOLO, es un fino y elegante vino tinto procedente exclusivamente de viñas muy viejas de Tempranillo, de bajísimo rendimiento, situadas en La Horra. Vendimia manual con doble selección y fermentación por separado de cada parcela en pequeños depósitos de acero inoxidable. Manteniendo la separación realiza la maloláctica en barricas francesas usadas de segundo año, con una crianza posterior, entre 17 y 20 meses, en barricas francesas de 600 litros, de las cuales un máximo de un 35-40% son nuevas, para conseguir que al final del proceso cada lote tenga su propia personalidad. Catando todas las barricas, se seleccionan las que consideran en bodega que representan la expresión del vino que quieren hacer, en cuanto a finura, elegancia, precisión y equilibrio, y únicamente esos lotes se embotellan como Sei Solo y lo hacen sin clarificar y con un ligero filtrado, tan solo para eliminar pequeñas impurezas. Las demás barricas pasan a formar parte de Preludio de Sei Solo. Es un vino que no se elabora todos los años, tan solo en añadas escogidas.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota, buena capa. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz muy expresiva y fragante con destacada presencia de fruta roja muy madura, especias dulces y flores silvestres y unas sutiles notas tostadas armonizando el conjunto con un refinamiento extremo.
En Boca: En boca es un vino tremendamente elegante y fino que derrocha frescura y una gran expresividad. Es envolvente y profundo, de paso redondo con el tanino muy pulido y bien integrado. Muy persistente, resultando el conjunto plenamente equilibrado y con un final largo que muestra un ligero punto goloso que lo hace muy sugerente.
Se trata de un gran vino ideal para compartir con carnes rojas maduradas, caza mayor, asados, ibéricos y quesos curados. Incluso también con postres con una marcada presencia de chocolates de alta pureza.
PRELUDIO DE SEI SOLO
Variedades: 100% Tinto Fino (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 17ºC.
PRELUDIO DE SEI SOLO, es un vino Denominación de Origen Ribera del Duero que se elabora 100% con la variedad de uva Tempranillo, proveniente de viñedos viejos y jóvenes, todos de bajo rendimiento y cultivados bajo una estricta supervisión. Vendimia manual con una exhaustiva selección en mesa, para luego encubar la uva en depósitos de acero inoxidable de diferentes tamaños y poder fermentar separada e individualmente cada parcela, con remontados suaves buscando mantener la fruta y la frescura de la uva y una estructura tánica fina y elegante. Fermentación maloláctica, parte en depósito de acero inoxidable y parte en barricas francesas de 2 años. Cada partida es trasegada a barricas de 228 y 600 litros y realiza una crianza final entre 15 y 17 meses empleando sólo un 50-55% de barricas nuevas, para evitar un exceso de madera que alteraría el equilibrio aromático y gustativo del vino. Se embotella sin clarificar y tan solo con un ligero filtrado.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota oscuro. Buena capa y lágrima densa. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz fragante y expresiva que muestra intensos aromas a fruta fresca, con notas florales de violetas, monte bajo y ligeros toques especiados.
En Boca: En boca es agradable y sedoso. Equilibrado, pero con buena acidez que aporta bastante frescura y nervio. Suaves y finos taninos muy bien integrados y con un final largo y persistente que deja un retrogusto frutal y elegante.
Se trata de un vino muy bien elaborado que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes, guisos, estofados, verduras, arroces, embutidos y quesos.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Aprovecho, en este apartado final, para destacar unas palabras que leí hace tiempo, (no recuerdo muy bien dónde) y apunté, porque considero que definen bastante bien los vinos de esta pequeña-gran bodega, resaltando a su vez el buen hacer de Michael, el enólogo-propietario que la dirige:
“Elegancia, sutileza, mucha fruta en nariz, y aunque hay crianza en barrica, que no se note. La boca aterciopelada, tanino maduro y frescura debida a una acidez muy equilibrada. Esta es la partitura que tocan los vinos Sei Solo y Preludio, interpretada por Michael Zaccagnini, el joven (aunque ya experto y curtido), propietario y enólogo de esta pequeña pero interesantísima bodega, Sei Solo, situada en La Horra, el corazón de la Ribera del Duero burgalesa”.
Destacar que, por ejemplo, en enero de 2020 Michael fue elegido por el ‘Basque Culinary Center’ como uno de los “100 Jóvenes con Talento” para participar en el congreso del mismo nombre que tuvo lugar ese año en San Sebastián. También fue elegido por Tim Atkin como uno de los mejores ‘Elaboradores del Año’ en su informe de Ribera del Duero-2024.
Seguramente, dada la limitada producción de la bodega es claro que estos vinos no pueden todavía llegar a todas las mesas y, según nos comentan, las ventas nacionales se concentran en unos pocos distribuidores escogidos, así como exportaciones a clientes concretos que llegan a superar más de 15 países. Las ventas nacionales y la exportación muestran, más o menos, un reparto equitativo de un 50% cada una.
Sin ninguna duda, es una de esas visitas que, más que recomendar, considero casi imprescindible para todos los que nos gusta este mundo del buen vino y las bodegas. Una visita donde el trato es exquisito y el aprendizaje insuperable.
Por eso y para mayor información, es siempre aconsejable hablar directamente con la bodega y concertar una visita directamente con ellos, debido a que no siempre tienen disponibilidad. Para ello, dejo aquí los datos de la bodega para que sea más fácil poder ponerse en contacto con ellos:
Su página web es: www.seisolo.es
También el teléfono de contacto de María Gamboa: 947 416 699
CRDKEN – JMQ
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