Descripción
“Humildad, Honestidad, y Simplicidad”
A tan solo 1 Km de Roa de Duero, (Rauda para los Romanos), por la carretera BU-P-1101 que une las localidades de Roa y Pedrosa de Duero, se encuentra BODEGAS Y VIÑEDOS VALDERIZ, perteneciente a la Denominación de Origen Ribera del Duero y en un enclave excepcional, rodeada de viñedos, en una de las zonas privilegiadas de esta D.O para el cultivo de la vid gracias a su particular microclima y al magnífico y también singular, terroir que posee.

Familia Esteban Cristobal – Foto del Archivo de la Bodega
La historia del vino Valderiz comienza en la década de 1940 de la mano de Juan Esteban, quien plantó aquí en Roa las primeras cepas, (de las primeras de la Ribera del Duero), y continua en la actualidad con su hijo Tomás Esteban y ya con sus nietos (Esther, Ricardo, Juan y Elena). Es, por tanto, un proyecto completamente familiar que disfrutan (generación a generación), ofreciendo el mismo esmero y cariño en todas sus elaboraciones.
El secreto de esta bodega está basado, (sobre todo en sus inicios), en una laboriosa dedicación a la viña. En 1980 Tomás Esteban decidió continuar con la tradición familiar y dedicarse exclusivamente a la viticultura. Durante los primeros años Tomás y su esposa Inmaculada Cristóbal, (a la vez que daban vida a la familia Esteban Cristóbal), producían uva para vender a otras bodegas, pero, en 1997, conscientes de su excepcional materia prima, Tomás, junto con sus hijos, decidió volcarse en cuerpo y alma también a la elaboración y comercialización de sus propios vinos. La viticultura dio entonces un giro importante: “se redujeron considerablemente los rendimientos por hectárea en pro de la obtención de uvas de exquisita calidad”. Era el nacimiento de Bodegas y Viñedos Valderiz.

Vista de Roa de Duero desde el Viñedo de VALDERIZ
Además, por lo que nos han dicho, el Proyecto Valderiz es considerado uno de los precursores de la agricultura ecológica en el vino dentro de la Ribera del Duero, sacando el máximo partido a sus viñedos mediante un cuidado muy esmerado de la vid. La ausencia total de herbicidas, pesticidas y abonos químicos es su seña de identidad, lo que les ha llevado a hacer viticultura biodinámica.
“Nuestro secreto es la verdadera cultura del vino, la que enseña el gusto por la naturaleza de la tierra y el carácter de su productor, desde la vendimia hasta la botella. Es por eso que apostamos por la simplicidad del proceso a través de prácticas ecológicas y biodinámicas y dejamos que sea la propia uva Tinto Fino la que ofrezca sus virtudes intrínsecas”.

Tomás Esteban era ya un visionario en su época y todo un innovador y no solo por ser el primer convencido del cultivo natural o la reducción de rendimientos en las cosechas para ganar calidad, que también. Me ha gustado mucho conocer aquí otra de sus aportaciones novedosas, como es ese sistema de poda en ‘Pie de Pato’ inventado por él para con conseguir que la carga de la planta esté más repartida y mucho mejor aireada. Así lo explican en bodega:
“La técnica consiste en formar un vaso conducido en vertical en el que los brazos se colocan en forma de tenedor de 3 dientes y las yemas se disponen en los extremos. Así conseguimos que la maduración de los racimos sea mucho más uniforme y se previenen enfermedades de la madera.”.
Tomás es, sin duda, una de las figuras que explican la evolución de la Ribera del Duero. Aquello que comenzó a gestar en los años 1960-70 con pequeñas plantaciones propias, pronto se convirtieron en más de 60 Ha de un viñedo especial y diferente. Con ello, este viticultor tan personal, entrañable y apasionado, ha conseguido que los vinos de Bodegas Valderiz respiren el aroma de las viñas viejas del suelo castellano y de las manos de esta familia de viticultores que, decadas después están viendo que todos sus esfuerzos han merecido la pena.

Actualmente, la plantación de Bodegas y Viñedos Valderiz esta compuesta por esas 60 hectáreas iniciales plantadas por Tomás y 10 hectáreas de viñedo que supo conservar plantadas por su padre, compuestas por 35 parcelas, situadas en diferentes suelos, formadas en vaso tradicional e injertadas de viejos viñedos de la familia. Su expansión ha sido continua, llegando a sobrepasar las 100 hectáreas en casi 50 parcelas, con las que cuentan en la actualidad y que su hijo Juan, (encargado del viñedo) junto con su equipo, cuidan con especial esmero. Principalmente cultivan 2 variedades: Tinta del País (Tempranillo) en uva tinta y Albillo Mayor en blanca. Con una mayor proporción de uva tinta que de blanca.

Tomás e Inmaculada, Ricardo, Esther y Juan – (Fotos del Archivo de la Bodega)
La implicación de toda la familia en el proyecto ha sido y es muy importante. Tal es así que 3 hijos de Tomás e Inmaculada están ya al frente del proyecto y completamente comprometidos con sus viñedos y con la bodega. Lógicamente lo han mamado de pequeños, se han formado en diferentes áreas y hoy por hoy tienen unas funciones claras en el organigrama de la bodega: RICARDO se encarga de la elaboración y del comercio exterior; ESTHER de todos los aspectos de Calidad y mejoras; y JUAN es el encargado del viñedo y del comercio nacional. Huelga decir que en un momento dado, todos hacen de todo, como sucede en cualquier proyecto familiar donde hay que arrimar el hombro cuando se precisa.

La perfecta ubicación del viñedo, en pleno corazón de la Ribera del Duero, ayuda a que las cepas se enfrenten a una climatología bastante especial. Esta se caracteriza por una pluviometría moderada (menos de 450 mm de lluvia al año) que, unida a unos veranos secos (pueden superar los 40ºC) e inviernos largos y rigurosos (muchos días por debajo de-10ºC), y con acusadas oscilaciones térmicas a lo largo de las estaciones, la enmarcan dentro de un clima mediterráneo, con más de 2.400 horas de sol, caracterizado también por su continentalidad. Dada la perfecta maduración de la uva y los controles que realizan, la vendimia se hace por parcelas y en su justo momento. Luego, la cercanía de viñas-bodega permite al fruto llegar casi de inmediato y sin ningún tipo de daño a la bodega, evitando el influjo del sol y las altas temperaturas, manteniendo intactas todas las características organolépticas de las uvas.

Los diferentes suelos de las parcelas son otra de las características destacables de sus viñedos, así como las podas y el control de las producciones. Todo ello tiene un importancia tremenda en la calidad de los vinos de esta bodega.
Más allá del campo, la bodega está diseñada para que sea eficiente en todos los niveles: se minimiza el desperdicio de agua y el autoconsumo energético es posible gracias a los paneles solares que tienen actualmente colocados y convenientemente orientados en el tejado de las naves.

Las instalaciones de esta bonita bodega han sido diseñadas buscando la simplicidad en el proceso de elaboración del vino, con el fin de evitar en todo lo posible el sufrimiento de la uva antes de su transformación. Las elaboraciones son tranquilas con largas maceraciones en frío. Como bien dicen en la bodega: “A la uva no le exigimos nada, dejamos que ella nos ofrezca sus virtudes”.
La fermentación es un proceso espontáneo provocado por levaduras autóctonas, con total ausencia de adición de cualquier tipo de producto enológico (acidificantes, taninos, glucosa, encimas etc.). Para ello utilizan aquí diferentes recipientes, no solo los ya habituales depósitos de acero Inoxidable, también tanques y huevos de hormigón, (fueron los primeros de la zona en volver a utilizar el hormigón para fermentaciones y a veces para crianza) y también fudres de roble con diferentes formas y capacidades.
Aquí, cada detalle es importantísimo, desde la limpieza de cada utensilio utilizado hasta los rigurosos controles que se realizan a la uva desde 3 semanas antes de la vendimia, durante la misma, en cada uno de los diferentes procesos elaborativos de bodega y hasta que la botella es servida al cliente.

La crianza se realiza en una selección de los mejores toneleros franceses utilizándose el 80% de roble francés y el 20% de roble americano. Y, por supuesto, que también realizan un seguimiento del comportamiento de cada tonelero, y tipo de tostado en función de los diferentes suelos de las parcelas. Lo que quieren hacer con ello, tal como explican en la bodega , es: “buscar que la máxima expresión del varietal refleje en el vino cada tipo de suelo sin distorsión externa alguna”. Y a vista de los resultados, nos parece que realmente lo están consiguiendo.
LOS VINOS:
La buena sintonía que hay en la familia Esteban-Cristóbal, siempre unida, el perfecto conocimiento del magnífico terruño (terroir) que tienen en sus viñedos, las variedades que cultivan con tanto esmero y una clara filosofía de trabajo que no se discute, se traduce en una gama de vinos de gran calidad.
Sería fácil decir que los vinos de Bodegas y Viñedos Valderiz son los vinos típicos de esta zona de la Ribera del Duero, incluso de la región. Pero creo que nos estaríamos equivocando, porque realmente son unos vinos mucho más expresivos y auténticos, que reflejan la larga experiencia de esta familia con sus vides y con su forma de cultivo totalmente natural. Todo eso y mucho más es lo que Valderiz intenta transmitir con sus elaboraciones y me da la impresión que lo están consiguiendo.

Foto del Archivo de la Bodega
Además, aunque elaboran mayoritariamente con la variedad de uva Tempranillo, lo que aporta finura y potencia aromática a sus vinos, emplean también como complemento la variedad blanca Albillo Mayor que aumenta y fija el color y aporta un frescor único y característico, dotando al vino de nuevos matices que se apreciarán perfectamente en cada trago.
Actualmente, Bodegas Valderiz cuenta con dos tipos de Referencias de vinos: Valderiz y Valdermoso, diferenciando hasta 7 gamas diferentes de vinos: Valderiz, Valderiz Juegabolos, Valderiz Tomás Esteban, y Valdehermoso joven, roble, crianza y Valderiz de Chiripa. Entre todas ellas, su producción anual debe superar ya las 400-450.000 botellas, y han traspasado nuestras fronteras llegando al mercado internacional con distribuidores y clientes en más de 35 países y en un porcentaje que puede estar en un 60-40, (60% en exterior). O como dice Juan Jr. en tono jocoso, aunque no falto de razón: “Prácticamente hemos saltado del tractor al avión”.
Intentaremos a continuación, dar algunos detalles y características de estos vinos, para entender un poco mejor las cualidades y apreciar la calidad de las elaboraciones de Bodegas y Viñedos Valderiz.
VALDEHERMOSO – Joven

Variedades: 100% Tinta País (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
VALDEHERMOSO-JOVEN es un vino tinto joven elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz con la variedad Tempranillo procedente de las cepas de 30-40 años del Pago Valdehermoso, ubicado en Roa a una altitud de 800 metros sobre suelos arenoso-calcáreos y cultivo natural libre de abonos y de tratamientos sistémicos. Vendimia manual y elaboración muy suave sin grandes extracciones, en depósitos de acero inoxidable con una capacidad de 20.000 kg. Durante la elaboración no se utilizan encimas o levaduras que no sean las autóctonas de la propia uva. La maloláctica se hace 100% también en depósito de acero inoxidable y luego se embotella sin ningún tipo de filtrado.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota con ribetes azulados. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de fruta negra (mora, ciruela negra, arándanos), con ligeras notas florales.
En Boca: En boca es fresco y sabroso. Acidez moderada y buena presencia frutal, con un final sedoso y persistente.
Se trata de un vino joven ideal para acompañar cualquier momento de tapeo. Además, armoniza bien con carne a la parrilla, arroz y pasta con carne, berenjenas rellenas, embutidos y quesos suaves.
SITIO DE VALDEHERMOSO

Variedades: 100% Tinta País (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
SITIO DE VALDEHERMOSO es un vino tinto con ligera crianza elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz con la variedad Tempranillo procedente de uno de los pagos más emblemáticos de la familia Esteban, el viñedo Valdehermoso, ubicado en Roa a una altitud de 825 metros sobre suelos arenosos calcáreos y cultivo natural libre de abonos y de tratamientos químicos. Vendimia manual y elaboración tradicional con fermentaciones (alcohólica y maloláctica) en depósito, y una crianza posterior durante 9 meses en barricas de roble de 2º uso, (80% roble francés y 20% americano), logrando resaltar los sabores intensos de la uva de este paraje.
A la Vista: Presenta un bonito color picota con ribete violeta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas intensos a frutas silvestres muy maduras, notas especiadas y tostadas muy bien fundidas y cierto toque mineral.
En Boca: Vino muy amplio en boca, fácil de beber, con mucha estructura basada en unos dulces taninos. Equilibrado, con buena integración entre la fruta y la madera y con un final largo, sabroso y sin astringencias que invita a seguir bebiendo.
Es un vino que armoniza a la perfección con carnes blancas y de ave, barbacoas, carne en salsa, estofados, arroces, embutidos y quesos.
VALDEHERMOSO – Crianza

Variedades: 100% Tinta País (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
VALDEHERMOSO-Crianza es un vino tinto con crianza elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz con la variedad Tempranillo procedente de cepas de más de 30 años de las parcelas La Gloria, Portillo y Guindalera situadas a una altitud de 800 metros sobre suelos arenoso-calcáreos las 2 primeras y de canto rodado La Gindalera. Todas ellas cultivadas de manera natural libre de abonos y de tratamientos sistémicos. Vendimia manual y elaboración tradicional, con fermentación alcohólica espontánea en depósitos de acero inoxidable de 12.000 kg y maloláctica en tanques de cemento. Crianza posterior de 18 meses en barricas de 225 litros, (80% de roble francés, 20% americano), el 70% de un solo uso y el restante 30% nuevas.
A la Vista: Presenta un hermoso color picota con tonos granate y reflejos violeta. De capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz muy floral con frutas silvestres dulces (moras, cassís), finas notas especiadas y toques de café, praliné y mentolados.
En Boca: En boca es fresco con una frutosidad madura y jugosa. Notas de caramelo, cacao y regaliz. Buen equilibrio y taninos suaves bien integrados. Final gustoso y largo que deja un marcado post gusto de licor café.
Es un vino que armoniza a la perfección con carnes rojas, carnes de caza, ibéricos y quesos. También con los postres con prevalencia de las frutas y el chocolate.
VALDERIZ De Chiripa

Variedades: 95%Tinta País (Tempranillo) y 5% Albillo Mayor.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 16ºC.
VALDERIZ De Chiripa es un vino tinto elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz que, como dicen en la bodega: “Está lleno de personalidad”. Su nombre proviene de Inmaculada Cristóbal, que junto con su esposo Tomás Esteban y sus hijos, son los propietarios de la bodega. Inmaculada era la nieta del “tío Chiripa” de ahí el nombre del vino. Las uvas proceden del pago Valderiz de unos viñedos de más de 30 años, plantados por Tomás Esteban. Vendimia manual y elaboración muy suave, sin grandes extracciones, en cubas de acero inoxidable. Durante el proceso no se utilizan encimas o levaduras que no sean las autóctonas de la propia uva. La maloláctica la realiza 100% en depósitos, y tiene una crianza posterior durante un mínimo de 12 meses un tanto especial: el 50% en fudres de roble francés, el 20% en hormigón y el 30% en barrica.
A la Vista: Presenta un bonito color cereza con ribetes violeta. Capa media. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de fruta negra compotada (moras, zarzamora, ciruela), con notas de cacao y anís.
En Boca: En boca es fresco y sedoso, elegante y sutil. Paso suave y elegante. Buena acidez sin perder equilibrio. Taninos suaves bien integrados y con un final largo y persistente que deja un post gusto dulce y frutal.
Es un vino que armoniza bien con todo tipo de carnes, asados, parrillas, arroces camperos, guisos, embutidos y quesos semicurados.
VALDERIZ

Variedades: 95%Tinta País (Tempranillo) y 5% Albillo Mayor.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
VALDERIZ es un vino tinto con crianza elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz con la variedad Tempranillo y un 5% de Albillo Mayor, procedentes de cepas de más de 30 años, plantadas por Tomás Esteban en la localidad de Roa a una altitud de 825 metros sobre suelos arenoso-calcáreos y cultivo natural libre de abonos y de tratamientos químicos. Vendimia manual y una elaboración que es muy suave, sin grandes extracciones, en depósitos de acero inoxidable y fudres de madera. Durante el proceso no se utilizan encimas o levaduras que no sean las autóctonas de la propia uva. La maloláctica es, un 50% en depósitos de acero inoxidable y el otro 50% en barrica. Crianza de 22-24 meses en barrica, (80% roble francés y 20% americano), un 50% nuevas y un 50% de 1 vino.
A la Vista: Presenta un hermoso color cereza con ribetes rubí. Capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz compleja con aromas de fruta negra, especias, notas de cacao, café tostado y toques balsámicos.
En Boca: En boca es fresco, amplio y agradable. Destacadas notas de arándano, café y cacao. Taninos suaves y con un final elegante, largo y frutal.
Se trata de un vino fino y elegante que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes, asados de cordero, cochinillo y cabrito, estofados y guisos de carne y verduras, setas, arroces, ibéricos y quesos curados y semicurados.
VALDERIZ – Juegabolos

Variedades: 100%Tinta País (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
JUEGABOLOS es un vino tinto con crianza elaborado por Bodegas y Viñedos Valderiz con la variedad Tempranillo procedente de una parcela del mismo nombre que tiene mucho significado para la Familia Esteban Cristobal, (según parece, Tomás Esteban consiguió esta parcela jugando una partida de bolos, que, por supuesto, ganó). Es una parcela con unos suelos especiales de grava y arcilla que dan a este vino una especial notoriedad. Vendimia manual y elaboración tradicional, con un proceso de fermentación muy suave, sin extracción intensiva, en cubas de roble de 6.000kg. Durante el proceso no se utilizan enzimas ni levaduras que no provengan de la uva. El vino tiene una crianza mínima de 24 meses en barricas de roble francés usadas y nuevas de roble americano.
A la Vista: Presenta un hermoso color rubí con tonos violeta y ribetes granate. Capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz compleja con aromas primarios de frutos del bosque, fruta compotada y notas florales que dan paso a aromas de la fermentación y crianza: balsámicos, especiados, tabaco y cacao.
En Boca: En boca muestra un fuerte carácter mineral y donde la calidez predomina por encima de su acidez, aunque se nota y aumenta su frescura. Es un vino con mucha estructura, taninos aterciopelados y un final largo, un tanto láctico y muy sabroso.
Es un vino ideal para acompañar con carnes rojas maduradas, carne de buey, asados, carnes blancas con salsa, estofados de carne, patés, embutidos ibéricos y quesos de oveja curados.
VALDERIZ – Tomás Esteban

Variedades: 90% Tinta del país y 10% otras variedades.
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 17ºC.
VALDERIZ-TOMAS ESTEBAN: Este vino es un homenaje de Bodegas y Viñedos Valderiz al abuelo y padre de Tomás Esteban, porque está elaborado con todas las variedades de uva, (con predominio de la Tempranillo), que hay en una parcela con cepas muy viejas plantada por el abuelo Juan y mantenida y siempre respetada por Tomás. Vendimia manual y elaboración tradicional, con un proceso de fermentación muy suave, sin extracción intensiva, en depósitos de 3.000 y 6.000 litros, con maceraciones en frío. En la elaboración no se utiliza ningún tipo de enzima o levadura que no provenga de la propia uva. El vino tiene una crianza mínima de 30 meses en barricas de roble francés de tostado medio-bajo.
A la Vista: Presenta un hermoso color rubí con tonos granate y ribetes teja. Capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Nariz compleja con aromas a fruta muy madura tanto negra como roja, con notas de suaves y elegantes tostados y toques lácticos y balsámicos sobre un fondo mineral.
En Boca: En boca es un vino suave, fresco y elegante. De paso aterciopelado y mineral con buena presencia de frutas maduras en armonía con unos suaves tostados de buena madera. Taninos muy finos y bien integrados. Buen equilibrio y con un final muy largo que deja un post gusto elegante y mineral.
Es un vino para saborear poco a poco a pequeños sorbos. Armoniza muy bien con carnes rojas maduradas, asados, ibéricos y quesos viejos de alta curación.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Seguramente cuando Juan Esteban, el padre de Tomás Esteban y abuelo de los actuales propietarios de Bodegas y Viñedos Valderiz, plantó el viñedo en la década 1940-1950, no pensaría que en el siglo XXI, sus descendientes iban a seguir conservando y cuidando algunas de sus cepas con el mismo esmero y cariño que lo hacía él. El abuelo Juan, que llegó a tener más de 30 hectáreas de viñedo, cometió el error, (lo hicieron también otros muchos), de dejarse arrastrar por una dañina corriente que recorrió Ribera del Duero entre los años 60 y 80, y arrancó buena parte de sus viñas para plantar cereal, pero no todas y por eso sus nietos actualmente aún pueden disfrutar de cerca de 10 hectáreas de aquellas cepas viejas. Y nosotros de los vinos que salen de ellas.

Dicen también los nietos de Juan que, incluso antes de lo del cereal, la zona sufrió otro gran drama que afectó a casi toda la Ribera del Duero y que supuso un bache y una interrupción en la mayoría de las bodegas del contorno, y fue la creación de las cooperativas. Más o menos lo entienden así:
“En torno a los años 50 el cooperativismo en el sector vinícola consigue que los productores dejen de vinificar en sus lagares particulares (en Roa hay más de 200 bodegas subterráneas) para hacerlo todos juntos y eso hizo que se perdieran muchas cosas auténticas que se estaban haciendo en la zona. Por eso, nuestro abuelo pasó de hacer sus 50 o 60 mil kilos de uva en su bodega propia, elaborando vinos sencillos de consumo local, a las cooperativas, que convirtieron en impersonal todo lo que se hacía”.
Pues todo eso volvió a cambiar, a Dios gracias, primero con su padre Tomás y ahora con ellos, los hermanos Esteban Cristóbal, que mantienen prácticamente igual todos los procesos de entonces y cada día elaboran mejores vinos. Además, están convencidos (cosa que aplaudimos), de que trabajan en un proyecto con futuro, que algún día continuarán las nuevas generaciones que ya corretean por los viñedos levantando ese polvo de la tierra seca con sílice que tanto bien hace a la vid para mantenerse sana.
Desde luego, esta bodega, es una de esas bodegas, (de las muchas que tenemos en nuestro país), que merece la pena visitar para compartir con esta familia una mañana de disfrute y aprendizaje y terminar catando unos vinos excelentes. Todo esto bien merece un paseo por Roa.
Dejo aquí, porque seguro que interesará a mucha gente para poder concertar una visita con la bodega, los datos de contacto, que se puede hacer vía telefónica al número de teléfono: 947 540 460 o también en su página web: www.valderiz.com
CRDKEN – JMQ






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