Descripción
“Los vinos de S. Arroyo son para guardar y recordar, pero también para disfrutar”
En la Avenida de Cid Campeador del bonito pueblo burgalés de Sotillo de la Ribera es dónde vamos a encontrar las Bodegas Santiago Arroyo. Una bodega que hoy en día es totalmente familiar, aunque sus inicios fueron en modo Cooperativa porque desde 1961 a 1991 funcionó como una comunidad de propietarios con más de 100 socios del pueblo de Sotillo.
Uno de esos socios comunitarios era el propio Santiago Arroyo que, aunque ya la sociedad cooperativa se había cerrado en 1991, él y su familia seguían elaborando sus propios vinos y después de haberle ofrecido varias veces la posibilidad de adquirir la bodega durante los 3 años que permaneció cerrada, por fin en 1994, Santiago Arroyo la adquiere y se propone impulsar, (ahora de manera familiar), una nueva etapa con un sólido proyecto empresarial en el mundo vitícola.
Para ello, va realizando poco a poco una total renovación de las instalaciones y la construcción de una nueva nave subterránea de crianza con capacidad para albergar cerca de 4.000 barricas de roble, con el fin de poder llevar a cabo su intención de elaborar vinos con crianza, conocedor del tremendo potencial de sus viñedos. Y por supuesto, también, poder dotar a su bodega con una moderna sala de embotellado. Una ampliación que permite aumentar de manera significativa la capacidad de las instalaciones. Asimismo, se presta una atención especial a cada fase de producción del vino con el fin de mantener y mejorar la alta calidad que ya estaba obteniendo con sus vinos.
Fotos del Archivo de la Bodega
Santiago Arroyo lleva en la sangre, el oficio de viticultor y el de bodeguero. No en vano su padre Víctor ya elaboraba en los años 30 del pasado siglo, en torno a 2.000 cántaras, (32.000 litros), de vino de sus propios viñedos en su bodega tradicional de Sotillo de la Ribera, donde disponía además de 2 lagares en la famosa calle de los Lagares. Para Santiago su pueblo, Sotillo de la Ribera, (el único pueblo de la comarca que se apellida así, como él se encarga siempre de remarcar), es principio y fin, su origen y su futuro en el legado que quiere dejar a sus descendientes.
Hoy, más de 30 años después de haber adquirido la bodega, Santiago y su familia cuentan con más de 100 hectáreas de viñedo en el corazón de la Ribera del Duero, justo al lado de este, su pueblo de toda la vida, Sotillo de la Ribera.
Efectivamente, desde finales de la Edad Media, ya Sotillo de la Ribera era conocido por sus bodegas bajo la montaña de San Jorge. Son las famosas historias de los viejos lagares, de cómo se elaboraba aquí el vino mucho antes de las cooperativas. Era un pueblo que vivía del vino. Hay una zona debajo de la ermita de San Jorge donde son todo bodegas subterráneas de los siglos XV y XVI, que forman tres niveles de galerías en la montaña y a su pie, la hilera de lagares en los que se elaboraba a la manera antigua, con prensas de piedra y husillos de madera. Luego, el vino se subía en pellejos a las bodegas donde estaban las barricas y toneles. Incluso, aunque muchas bodegas han transformado ya el interior de la montaña, existe un plano de todas las bodegas que había en siglos pasados y como estaban distribuidas, con diferentes colores que señalan los distintos niveles. Todo un laberinto que bien conocían los habitantes de este bonito pueblo ribereño.
Gracias, como decimos, a su experiencia propia y la heredada de su padre, Santiago ubicó sus viñedos en Sotillo de la Ribera, una de las mejores zonas de la Denominación con terrenos privilegiados que se encuentran separados en dos áreas que luego explicaremos y que se diferencian principalmente por la altitud, lo que les permite una vendimia escalonada. El descenso del terreno desde el páramo castellano hacia la profundidad del valle hace que exista un desnivel de 100 metros entre los majuelos a mayor altitud (920 metros) y los más bajos (820 metros), esto hace que encontremos una rica variedad de suelos, desde los puramente calcáreos, a los arcillosos y arenosos, lo que producirá una variedad de aromas en las uvas que se elaboran en ella.
Con carácter general, decir que esta subzona de Ribera del Duero tiene altitud, suelos calizos y está muy bien ventilada. No es ningún secreto que muchas grandes bodegas de vinos con precios astronómicos de la Ribera del Duero, compran aquí sus uvas.
En S. Arroyo, la edad de las cepas va desde los 10 años hasta alguna que supera los 90-100 años y eso, en una bodega, da mucho juego. En una zona con una expansión de viñedo tan grande, como la que ha vivido la Ribera del Duero, contar con un viñedo tan homogéneo es toda una suerte, pero suerte que hay que cuidar y trabajar cada día.
Ahora bien, si de algo puede presumir Santiago Arroyo es de su pasión y dedicación por los viñedos, lo que se ve reflejado en las cerca de 100 ha que posee la bodega en la actualidad ubicados en esos terrenos privilegiados de los que estamos hablando y dentro de una de las mejores zonas de la D.O, separadas, (también en este caso), en dos zonas distadas del pueblo que se distribuyen en unos 11 pagos, los cuales se diferencian principalmente por la altitud, aunque también por los suelos. La ventaja de la altitud les permite poder hacer vendimias escalonadas, al ser los viñedos con más altura, los más tardíos en vendimiar.
En la zona septentrional se encuentran las viñas a mayor altitud, entre 900-950 m, con los viñedos de mayor antigüedad, divididos en los pagos: Otero, El Caño, Valdelahuerta, El Doradillo, El Pajarillo y El Berral. Son viñedos en su mayoría de Tinta del País, excepto unas 5 ha de Merlot dentro del pago Otero y otras 5 ha de Cabernet Sauvignon en el de Valdelahuerta, así como algo de Garnacha.
En la zona más meridional del pueblo se localizan los viñedos entre 800 y 850 m de altitud, de entre 10 y 30 años de edad, ubicados en su totalidad en laderas bien orientadas y divididos en los pagos: San Isidro, Sullerto, Miraflores, Cornesa y El Corcho. Son viñedos plantados con la variedad Tinta del País, los cuales sorprenden con uvas ricas en matices que producen unos vinos muy frutales, de complejidad aromática, y de gran expresividad en boca.
Por otra parte como ya hemos comentado, la bodega está perfectamente equipada y combinan tradición y vanguardia en sus elaboraciones. Además de depósitos de acero inoxidable cuentan con otros de cemento, (conservan aún 14 depósitos de hormigón de la primitiva bodega), y varios fudres grandes de madera de roble para acabar los vinos.
La uva reina es la Tinta Fina o Tinta del País (clon de la variedad Tempranillo), este tipo de uva encuentra en las condiciones climáticas extremas de la zona un especial acomodo, brindando por ello unos vinos equilibrados, con una acidez y estructura remarcables que se traducen en juventud aromática y en una longevidad llena de matices.
De esta manera los vinos Arroyo son producto de una pasión muy arraigada, de las cepas cultivadas con mimo por varias generaciones y de los viñedos donde nacen los grandes vinos.
A esto se suma el proceso mediante el cual la uva es prensada y tratada hasta llegar a su embotellado y comercialización; la vendimia que se realiza por parcelas, cepa a cepa y a mano y el proceso de elaboración cuidadosamente controlado y ejecutado en estas instalaciones perfectamente equipadas con la más moderna tecnología que, junto a esa gran experiencia tan tradicional, garantizan las condiciones para lograr unos vinos excelentes en cualquiera de sus referencias.
En la actualidad, la bodega dispone de un importante parque que supera las 2.000 barricas de roble, un 70% de roble americano y 30% de roble francés. Y seguramente por su bonita línea de embotellado pasan anualmente más de 800 – 900.000 botellas que portarán por el mundo los vinos de S. Arroyo.
LOS VINOS:
En esta bodega y utilizando una sola variedad de uva, la Tinta Fina, (Tinta del País o Tempranillo), aunque disponen también en menos medida de otras variedades como Cabernet Sauvignon, Garnacha y Merlot, consiguen elaborar un amplio abanico de vinos, entre los que podemos destacar:
En Blancos: Viñaroyo Verdejo, bajo la D.O. Rueda.
En Rosados: Viñarroyo Rosado.
En Tintos: Joven, Roble, Crianza, Reserva, Gran Reserva y un especial llamado Vendimia Seleccionada
Cada uno de estos vinos comienzan a elaboraros ya en el viñedo, buscando las características específicas de cada uno de ellos en los diferentes terruños y trabajando sus peculiaridades de forma distinta para potenciar sus diferencias. Así, los vinos Rosados y Jóvenes, incluso el Roble los elaboran a partir de parcelas de suelos profundos que conservan bien la acidez y aportan matices de fruta fresca y frutos rojos. Los vinos de Crianza proceden de majuelos con suelos argilocalcáreos que aportan además tonos de fruta más madura. Los de Reserva provienen de cepas más viejas plantadas en suelos más calizos que aportan una personalidad mucho más marcada. Finalmente, los vinos de Gran Reserva solo los elaboran en añadas concretas que aporten al vino algo más y que permitan una larga crianza en barrica de más de tres años. Tal como ellos dicen:
“Nuestros vinos exhiben la calidad de una excepcional materia prima, uvas de nuestra tierra, tinta del país, que proporcionan a nuestros caldos un color intenso y estable con gran energía y elegancia”.
Además, les gusta ‘Experimentar’ como con ese particular VINO DULCE NATURAL de Tempranillo con uva semi-pasificada que elaboran fuera de la D.O y no todos los años, con una vendimia muy tardía (final de diciembre o enero) de una única parcela elevada y que cortan la fermentación cuando llega a 13 grados de alcohol. Cierto que nunca he tenido ocasión de probarlo, por lo que es algo pendiente de hacer. Motivo más que suficiente para volver por aquí.
VIÑARROYO – Verdejo-Rueda
Denominación de Origen: Rueda.
Variedades: 100% Verdejo.
Grado de Alcohol: 13% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 8ºC.
Este Viñarroyo-Blanco es un Verdejo de Rueda que, como dicen en la bodega: “Es pura pasión”. Seguramente tanta pasión como la que siente la propia familia Arroyo por el vino desde hace generaciones y tan arraigada como las cepas de Verdejo que la bodega cultiva en la D.O Rueda. Vendimia manual, y con selección de uva según maduración, grado, estado sanitario y edad del viñedo. Las uvas seleccionadas para este vino proceden de viñedos de más de 25 años. Recepción de la uva en bodega, estrujado-despalillado y un prensado muy ligero para extracción del mosto yema, desfangado medio ayudado con el frío para pasar a una fermentación alcohólica durante 25 días a 14-16ºC.
A la Vista: Presenta un atractivo color amarillo pajizo con ribete tirando a verdoso. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz se muestra intenso y aromático en el que destacan los recuerdos a fruta tropical como piña y papaya, sobre un fondo floral con toques herbáceos, anisados y mentolados.
En Boca: En boca resulta elegante, amplio, carnoso y con buena estructura. Fresco y ácido de acuerdo con su carácter varietal.
Este vino blanco es un buen compañero de platos de pescado y mariscos, frituras, patés y quesos frescos y suaves.
VIÑARROYO – Rosado
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 13,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.
«Es el CLARETE del abuelo Santiago». Se trata de un refrescante y frutal vino rosado que está elaborado por Bodegas Santiago Arroyo con la variedad Tinta del País (Tempranillo), procedente de viñedos propios situados a una altitud de 836 m sobre el nivel del mar en la localidad de Sotillo de la Ribera. Vendimia seleccionada y elaboración tradicional mediante la técnica del sangrado. Ligera maceración y fermentación en depósitos de acero inoxidable con la temperatura controlada en todo momento.
A la Vista: Presenta un atractivo e intenso color rosa frambuesa con ribete un tanto amoratado. De aspecto muy limpio y brillante.
En Nariz: En nariz se muestra muy intenso, donde destacan los aromas a frutos rojos como las fresas silvestres y la frambuesa, con suaves recuerdos a golosinas y caramelo.
En Boca: En boca es bastante goloso y envolvente, con un final largo y ligeramente ácido que aporta frescura. Al igual que en la nariz, aparecen rápidamente las notas de fresa y frambuesa que perduran por largo tiempo.
Vino muy fresco que resulta ideal para acompañar buenos momentos de tapeo y que, a su vez, armoniza muy bien con pescados y mariscos, arroces, ensaladas, platos de pasta y todo tipo de comida oriental.
ARROYO – Tinto Joven
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 13,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
Arroyo-Joven es un vino tinto sin crianza elaborado por Bodegas Santiago Arroyo con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios de las fincas El corcho, El caño, Otero, Virgilio y Doradillo situadas en la localidad de Sotillo de la Ribera (Burgos). Vendimia seleccionada y elaboración completamente tradicional, con fermentaciones en depósitos de acero inoxidable y con una maceración, (también en depósitos de inoxidable), a temperatura controlada de 25ºC durante un mínimo de 7 días.
A la Vista: Presenta un intenso y profundo color rojo cereza con ribetes azulados. De capa media-alta y de aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas florales que acompañan a otros con recuerdos de frutos rojos y negros muy maduros.
En Boca: Entrada suave, aterciopelada y sabrosa, acariciando la boca y envolviéndola en un sinfín de sabores de frutos rojos maduros con el toque justo de acidez que acompañan al conjunto hasta el final.
Es un vino bastante gastronómico que puede acompañar muy bien carnes y pescados, así como embutidos y quesos suaves. También ciertos guisos y platos de cuchara no muy contundentes.
ARROYO – Roble
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 13,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
En vino Arroyo-Roble es un vino tinto elaborado por Bodegas Santiago Arroyo con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de sus viñedos Otero y San Isidro ubicados en las cercanías de la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera. Vendimia manual seleccionada y elaboración completamente tradicional. Fermentación y maceración en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 25ºC durante aproximadamente 8-10 días. Posteriormente tiene una ligera crianza en barrica de roble americano por un mínimo de 5-6 meses.
A la Vista: Presenta un bonito e intenso color rojo cereza con ribetes violáceos. De capa alta y aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de frutas rojas maduras (fresas, frambuesas), y negras (arándanos y moras), acompañados de notas de pastelería, lácteos y suaves toques de vainilla y cacao.
En Boca: En boca es fresco y elegante, con abundancia de fruta roja y negra con toques especiados y balsámicos. Taninos suaves y redondos y con un final no muy largo, pero bastante frutal.
Se trata de un vino tinto que va a acompañar perfectamente a platos de carne rojas, embutidos, quesos semicurados y patés. Así como también pescados azules.
ARROYO – Crianza
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Este vino tinto Arroyo-Crianza es, sin duda, el vino más vendido de la Bodega Santiago Arroyo. Está elaborado con uvas seleccionadas de sus viñedos Miraflores, El Corcho, Sullerto y Cornesacon situados en Sotillo de la Ribera. Vendimia manual seleccionada y elaboración completamente tradicional. Fermentación y maceración en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 28ºC durante unos 12-15 días. Crianza posterior de 12 meses en barricas de roble americano (80 %) y francés (20%), seguidos de otros 3 meses más en Tinas o fudres de roble francés de 20.000 litros de capacidad.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo cereza con ribetes rubí. De capa alta y aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas intensos de frutos rojos y negros muy maduros, con toques florales y lácteos sobre un fondo de maderas, balsámico y especiado.
En Boca: En boca se presenta limpio y complejo, pero también agradable, carnoso, equilibrado y con mucho cuerpo. Deja notar la fruta madura con notas de pastelería y suaves toques tostados, de tabaco, cacao y vainilla. Final bastante largo y persistente.
Es un vino tinto que va acompañar perfectamente a platos de carnes rojas, carnes de caza fuertes, platos de legumbres, asados, embutidos y quesos curados y semicurados.
ARROYO – Reserva
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
Vino tinto Arroyo-Reserva es uno de los vinos más elegantes de la Bodega Santiago Arroyo. Está elaborado con uvas seleccionadas de cepas viejas de sus viñedos Sullerto y Cornesacon situados en la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera. Vendimia manual con doble selección y elaboración completamente artesanal y tradicional. Fermentación y maceración en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 26-28ºC durante unos 14-18 días. Crianza posterior de 30 meses mínimo en barricas de roble americano y francés y otros 18 meses más de reposo en botella antes de salir al mercado.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota con marcados ribetes tirando a teja. De capa alta y aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de frutas muy maduras, casi compotadas, con notas de bollería y suaves tostados, cueros, tabaco, torrefactos y café.
En Boca: En boca el vino se muestra dócil, suave, fresco y equilibrado. Buenos recuerdos balsámicos de pastelería, sabores de frutos rojos con leves toques de frutos secos, (avellanas y almendras amargas), en retrogusto. Vino con una estructura excelentemente pulida que llena la boca con un magnífico final.
Es un reserva de corte moderno que muestra gran equilibrio entre la fruta y la madera. Muy gastronómico, por lo que puede acompañar a cualquier tipo de carnes y pescados debido a su delicada y fina estructura.
Es aconsejable abrir la botella de 15 a 20 minutos antes de su consumo.
ARROYO – Gran Reserva
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 18ºC.
Arroyo-Gran Reserva es uno elegante vino tinto elaborado por Bodegas Santiago Arroyo con uvas seleccionadas de las cepas más viejas de sus viñedos Sullerto y Cornesacon situados en la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera. Vendimia manual con doble selección y elaboración completamente artesanal y tradicional. Fermentación y maceración en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 26-28ºC durante unos 14-18 días. Crianza posterior de 36 meses mínimo en barricas de roble americano y francés y otros 24 meses más de reposo en botella antes de salir al mercado.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo burdeos con ribetes teja. De capa alta y aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de frutos negros y rojos muy maduros, casi confitados. Olores a humo, tabaco, toffe y cacao con ciertas especies como la canela y vainilla, sotobosque y un ligero y agradable tono de cueros limpios.
En Boca: En boca es elegante, suave y redondo, con fruta negra muy madura y unos leves toques de frutos secos y con un perfecto equilibrio entre tanino y acidez. Final muy largo y persistente con un retrogusto especiado y frutal.
Elegante vino tinto que armoniza a la perfección con carnes rojas maduradas, carnes de caza mayor, asados, embutidos ibéricos y quesos muy curados.
Es aconsejable abrir la botella una media hora antes de su consumo.
ARROYO – Vendimia Seleccionada
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC
Arroyo-Vendimia Seleccionada, son ediciones limitadas que Bodegas Santiago Arroyo solo elabora en cosechas excelentes y especiales con las mejores uvas Tempranillo de las cepas más viejas de un único y singular viñedo llamado Miraflores en la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera. Vendimia manual con doble selección y fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. La fermentación maloláctica y el envejecimiento se llevan a cabo en barricas nuevas de roble francés de Allier donde el vino permanece en crianza durante 18 meses.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota con ribetes rubí oscuro. De capa alta y aspecto limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de frutas rojas muy maduras, casi en compota, con notas de cacao y toques tostados, todo muy bien ensamblado.
En Boca: En boca se muestra complejo, elegante y carnoso, con taninos maduros bien integrados. Es sabroso y equilibrado, con marcada acidez y una gran persistencia. Final muy largo con muy buen recuerdo de aromas afrutados.
Es el vino perfecto para las grandes ocasiones que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes rojas, asados, calderetas, ibéricos y quesos curados.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
En la familia Arroyo, (ahora ya la nueva generación con su Gerente, IKER UGARTE ARROYO, al frente), saben que el vino de gran calidad es mucho más que un proceso mediante el cual la uva es recogida, prensada y tratada hasta llegar a su embotellado y su posterior comercialización. Y vaya si lo tienen claro, por eso aseguran con enorme decisión:
“En Bodegas Santiago Arroyo sentimos pasión por el vino y sabemos como transmitirla a los productos que elaboramos. Eso es lo que intentamos hacer con cada botella que sale de la bodega. El reconocimiento Nacional e Internacional de nuestros vinos es el premio al esfuerzo y al tesón del equipo humano que integramos la Bodega con una gran fe en un trabajo bien hecho, capaz de cosechar tan buenos resultados”.
Podemos decir también y sin ningún temor a equivocarnos, que cuando hablamos de Bodegas Santiago Arroyo, estamos ante una bodega que se distingue por su pasión y dedicación por los viñedos y que son capaces de transmitirlo en los vinos que embotellan en cada añada.
Pues sí, para la familia Arroyo el vino es una pasión muy arraigada, tanto como las cepas que cultivan y miman en Sotillo de la Ribera y que hoy, ya con su tercera (o cuarta) generación, recuerdan con cariño como el abuelo Santiago y el bisabuelo Víctor ya lo hacían en el siglo pasado. Como hemos visto, el vino que elaboran en su bodega procede únicamente de los viñedos propios repartidos en esos 11 pagos tan especiales que cubren las más de 100 hectáreas de que disponen en el municipio de Sotillo de la Ribera y que si alguna vez amplían (y seguro que lo harán), los viñedos seguirán estando aquí, en las inmediaciones de su pueblo y el de sus antepasados y que esperan que lo siga siendo también de las generaciones futuras.
¡¡¡NUNCA DEJEIS DE CREER PORQUE CUANDO SE TRABAJA DURO Y CON FE EN LO QUE SE HACE, LO MÁS PROBABLE ES QUE LOS SUEÑOS TAMBIÉN SE ACABEN CUMPLIENDO…!!!.
CRDKEN – JMQ
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