Bodegas RODERO (Pedrosa de Duero, Burgos)

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Descripción

‘OTRO DE LOS GRANDES NOMBRES DE RIBERA DEL DUERO’

Las Bodegas RODERO, que forman parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero, están ubicadas en la carretera de Boada a las afueras de localidad de Pedrosa de Duero en Burgos, en pleno corazón de una de las zonas más privilegiadas de la Ribera del Duero burgalesa para la elaboración de grandes vinos procedentes de uvas, (Tempranillo en su mayoría), de una gran calidad.

Carmelo Rodero pertenece a la cuarta generación de una arraigada familia de viticultores, donde ya sus bisabuelos elaboraban vino en antiguos lagares y sus abuelos fundaron la Cooperativa Vinícola de Pedrosa de Duero en Burgos.

A los 14 años, Carmelo ya cultivaba la tierra con los primeros tractores que se vieron en la zona, y finalizado el servicio militar inició la compra y el cultivo de sus propios viñedos. Como decimos, Carmelo Rodero comenzó cultivando las viñas pertenecientes a su familia durante unos años y con 50 hectáreas de viñedo, estuvo vendiendo sus uvas a la mítica Bodega Vega Sicilia durante algo más de 14 años, hasta que decidió elaborar sus propios vinos sabiendo de las bondades de sus viñedos y la gran calidad del producto que salía de sus cepas.

María, Carmelo y Beatriz Rodero – Fotos del Archivo de la Bodega

“Tal era la pasión de Carmelo que, desde su adolescencia, comenzó a invertir sus primeras ganancias en nuevas plantaciones de viñedo y, así, a base de ilusión, esfuerzo y sacrificio, logró formar una considerable explotación vinícola”.

Carmelo Rodero ve hoy continuada su acción emprendedora gracias a la incorporación de sus hijas Beatriz y María, que desde niñas han ido aprendiendo y conociendo el oficio y están totalmente comprometidas en el proyecto.

La Bodega está situada en pleno corazón de la Ribera del Duero burgalesa, donde se puede conocer de primera mano todo el proceso productivo que sufre de la uva desde que sale de la viña, entra en la bodega, y luego hasta que el vino sale al mercado, preparado ya para ser consumido.

Actualmente posee cerca de 170 hectáreas de diferentes parcelas seleccionadas en las localidades de Pedrosa de Duero, Boada de Roa, Roa y Mambrilla de Castrejón, (donde poseen una viña especial -Finca Pago Valtarreña- de 16 hectáreas junto al río Duero). La edad media del viñedo se sitúa en los 30-40 años, con cepas de 10 años y otras de más de 70 e incluso alguna centenaria. Estos viñedos se encuentran repartidos en diferentes pagos, aprovechando así diferentes suelos con el fin de obtener la máxima diversidad en sus uvas, en sus perlas.

Aproximadamente, la variedad autóctona Tinta del país o Tinto fino (Tempranillo) ocupa un 85% de la superficie total del viñedo, la Cabernet Sauvignon un 10% y un 5% la Merlot. Todas ellas se distribuyen en suaves laderas con los atributos propios y singulares de la Ribera del Duero y los especiales de esta zona.

Las prácticas de cultivo persiguen la máxima concentración en cada grano no superando en ningún caso los 3.500 – 4.000 kg/ha y seleccionándose en la viña y antes de su entrada al depósito.

La zona presenta un clima mediterráneo con influencia continental y atlántica y una pluviometría moderada tirando a baja. Veranos secos e inviernos largos y rigurosos con acusadas oscilaciones térmicas, contribuyen a la salud y fortaleza de la viña contra las enfermedades y a una perfecta maduración de los racimos. Todo ello va a proporcionar condiciones muy favorables para el cultivo de la vid.

El suelo es de sedimentos terciarios de capas más o menos lenticulares de arenas limosas o arcillosas con alternancia de capas calizas, margas e incluso concreciones calcáreas. El relieve de la zona oscila entre las lomas interfluviales y los valles, con una altura topográfica que se sitúa entre los 750 y 850 metros.

Pero volviendo a sus inicios como bodeguero, Carmelo, convencido de que la calidad de sus “perlas negras” (como le gusta llamar a sus uvas) son la base inequívoca de todo buen vino, apostó por el futuro y quiso iniciar su propia andadura, presentando al mercado su primer vino de la cosecha de 1991. Desde entonces, cada año sus vinos han recibido numerosos reconocimientos de la crítica especializada y también de los consumidores que van aumentando añada tras añada.

Dice Carmelo:

“Un viñedo es orden, simetría y equilibrio. No importa la época, siempre hay belleza en el campo”.

Carmelo ha sido siempre un entusiasta aprendiz y gran estudioso de toda novedad relacionada con la vitivinicultura y no se ha conformado con saber dialogar con la tierra, (que lo hace y muy bien por cierto), sino que incluso en el año 2005 patentó un innovador proyecto de elaboración por gravedad, no usando bombas para el movimiento de la uva a los depósitos, ni para remontados en la elaboración ni trasiegos del vino. De esta forma están seguros que es como mejor se puede obtener de la uva todo su potencial y sus características más genuinas, aunando a su vez, los métodos tradicionales con la tecnología más moderna, logrando magníficos resultados que quedan reflejados en la calidad de todos sus vinos.

La verdad que el sistema de elaboración en Bodegas Rodero es bastante curioso, a la vez que sencillo y efectivo, utilizando la técnica de la gravedad, con una plataforma giratoria y un mecanismo de ovis,pequeños depósitos colgantes de acero inoxidable, que permiten sacar el máximo potencial a la cosecha y su proceso de elaboración y crianza de gran mimo es capaz de producir vinos potentes y estructurados. Los mejores serán luego criados en barrica de roble francés y con trasiegos manuales para no alterar sus tiempos.

Antes también trabajaban mucho la fermentación en barricas de roble francés y americano, pero ahora prefieren el nuevo sistema. Eso sí, cuidan mucho la crianza en barricas durante varios meses o años, dependiendo del vino. Además, utilizan la técnica conocida como “bazuqueo”, en la que el mosto se agita manualmente en las barricas para aumentar la extracción de sabor y color del roble, pero procurando hacer vinos modernos donde la fruta esté muy presente.

Todos estos procesos son realizados con sumo cuidado para conseguir elaborar esos vinos de altísima calidad. Vinos madurados en un mágico parque de barricas de roble francés y americano, con el posterior reposo en botella en esos magníficos botelleros. Son, como decimos, vinos elegantes galardonados en grandes ferias y muestras vinícolas internacionales.

La bodega por dentro es algo que hay que ver despacito para disfrutarla mejor. Claro que no olvidan las tradiciones heredadas, pero en su interior hay también mucha modernidad y mucha técnica, como la que representan todas y cada una de las maquinarias y equipos que facilitan las diferentes labores, (mesa, despalilladora, prensa, depósitos, línea de embotellado y etiquetado, grúas, etc.., etc..), que se precisan en una bodega moderna como es esta de Carmelo Rodero y su familia. Aquí hay mucha inversión económica lo que significa que estamos ante una bodega que mira al futuro con entusiasmo y con ganas de seguir poniendo grandes vinos en el mercado.

Por lo que sabemos, más o menos, el 65% de la producción de Bodegas Rodero se vende aquí en España, y el otro 35% va al exterior, agotando cada año su producción. Decir que, en menor o mayor medida, los vinos Carmelo Rodero se venden en más de 20 países, siendo el mercado sudamericano su mercado estrella, en países como México, Puerto Rico o Venezuela, entre otros.

A nivel nacional, sus vinos los podemos encontrar en tiendas gourmet especializadas y vinotecas y por supuesto en la hostelería.

Además de su compromiso con la calidad en la elaboración del vino, Bodega Carmelo Rodero también se preocupa por el medio ambiente. Así han implementado prácticas sostenibles en su viñedo y bodega, incluyendo el uso de energía renovable, (placas) y la reducción del uso de pesticidas y herbicidas.

 

LOS VINOS:

Tal como hemos dicho, en 1990 Carmelo inició su propia andadura, siempre respaldado por su esposa Elena, creando Bodegas Rodero, siendo actualmente todo un referente de calidad dentro de la Ribera del Duero. Todos sus vinos han sido premiados en las ferias y catas más importantes a nivel mundial, sirviendo de contraste y reconocimiento de su calidad.

Con el objeto de obtener los mejores vinos, Carmelo Rodero dedica la máxima atención y su primer esfuerzo al cuidado esmerado de los viñedos, no superando en ningún caso los 3.500-4.000 kg/ha, obteniendo así el máximo potencial en cada uva, lo que, unido a la fuerza del productor y su familia, hace de “Carmelo Rodero” uno de los vinos más reconocidos mundialmente por su excelente calidad.

“Nuestro objetivo principal es obtener la máxima calidad en nuestras uvas. Esta meta se consigue año tras año gracias a que nuestros vinos tienen su origen en viñedos propios, con lo que el control de los mismos se realiza de forma personalizada”.

Bodegas Rodero tiene una amplia gama de producto que va desde los vinos más jóvenes e intensos a los más reposados y complejos, estructurados y elegantes, que poseen una abrumadora madurez. Un conjunto de vinos de autor que cautivan por su carácter y personalidad. Vinos con alma que también persuaden a la crítica y que son muy bien puntuados, alcanzando más de 90 puntos en toda su gama tanto en la Guía Peñin como también en la Guía Parker.  Ah… ¡y ‘que bien les sienta reposar con esa música Gregoriana de fondo’ en esa bonita cava!

Carmelo Rodero – 9 Meses

Variedades: 100% Tempranillo.

Grado de Alcohol: 14.5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.

Este 9 Meses se trata de un ‘Roble’ elaborado con uvas de la variedad Tinto Fino (Tempranillo) procedentes de viñedos propios de Bodegas Rodero, con una antigüedad entre 10 y 25 años, situados en Pedrosa de Duero.Vendimia seleccionada y despalillado y semiestrujado de las uvas para preservar sus características intrínsecas. Fermentación maloláctica en depósitos de acero inoxidable a una temperatura constante de 20-22ºC. Esta fase añade una suavidad y complejidad al vino, que luego mejora con una ligera crianza de 9 meses en barrica de roble francés.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota, con ribetes azulados. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra buenos aromas primarios de abundante fruta roja con sueves toques florales y notas lácteas.

En Boca: En boca resulta elegante, fino y bien estructurado, donde la fruta roja especiada mantiene un buen equilibrio con su acidez y el alcohol, haciendo de su paso por boca una experiencia placentera que invita a dar otro trago.

Estamos ante un buen vino que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes, buenos embutidos y quesos. También con asados, guisos y estofados.

Carmelo Rodero – Crianza

Variedades: 90% Tempranillo y 10% Cabernet Sauvignon.

Grado de Alcohol: 15% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.

Está elaborado con uvas Tempranillo y algo de Cabernet Sauvignon, procedentes de viñedos de más de 30 años situados en Pedrosa de Duero (Burgos) a una altitud de entre 750 y 850 metros. Elaboración tradicional por gravedad sin la utilización de bombas. Fermentación maloláctica en barrica de roble y en depósitos de acero inoxidable, para darle después una crianza de 15 meses en barricas de roble francés.

A la Vista: Presenta un elegante color rojo cereza con ribetes rubí. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz aparecen en total sintonía las notas frutales del Tempranillo con toques tostados y torrefactos y otros matices propios del paso por barricas.

En Boca: En boca muestra su expresión total, con buena fruta roja madura bien ensamblada con toques especiados y torrefactos, un tanino dulce y con un buen final largo y persistente.

Se trata de un buen vino tinto capaz de acompañar a la perfección platos contundentes como potajes, legumbres y callos; pero también asados, carnes rojas, embutidos y quesos curados.

Carmelo Rodero – Reserva

Variedades: 90% Tempranillo y 10% Cabernet Sauvignon.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

Estamos ante un elegante vino tinto de Bodegas Rodero, elaborado con uvas Tempranillo y Cabernet Sauvignon, procedentes de viñedos de más de 40 años situados en Pedrosa de Duero (Burgos) a una altitud de entre 750 y 850 metros. Elaboración completamente tradicional con total seguimiento del control de fermentación y maceración en temperatura y compuestos fenólicos. Crianza de 21 meses en roble francés con los oportunos trasiegos y posterior reposo en botella de otros 24 meses más para terminar de afinarse antes de salir al mercado y ser comercializado.

A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota con notas violáceas y ribetes ámbar. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra aromas dulces de frutas rojas y negras maduras, con toques especiados de canela y vainilla y con suaves tostados.

En Boca: En boca resulta elegante y aterciopelado, con una equilibrada acidez, taninos suaves y maduros y con un prolongado final que deja sensaciones muy agradables.

Se trata de un vino que armoniza a la perfección con carnes rojas maduradas, carnes de caza mayor, asados de cordero, cabrito y también cochinillo, así como embutidos fuertes, ibéricos y quesos curados y viejos.

Carmelo Rodero – Pago de Valtarreña

Variedades: 100% Tinta del país (Tempranillo).

Grado de Alcohol: 15% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 16 – 18ºC.

Elegante vino tinto de Bodegas Rodero elaborado con uvas Tempranillo procedentes de un único viñedo (Pago Valtarreña), que le da su nombre y convierte a este vino en uno de los más laureados de la bodega. Viñedos de más de 50 años plantados sobre suelos arcillo-calcáreos y arenosos. Vendimia manual con doble selección y elaboración por gravedad en sistema rotatorio. Fermentación maloláctica en barrica de roble y crianza de 24 meses en barricas de roble francés y reposo posterior en botella por un mínimo de otros 30 meses.

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo cereza con notas granate y ribetes rubí. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de frutas negras compotadas, con elegantes y suaves tostados, cuero, café y notas especiadas.

En Boca: En boca es fresco a la vez que resulta carnoso y sedoso. Muestra una gran estructura y un perfecto equilibrio, con unos taninos sedosos y muy bien integrados. Abundante fruta negra y un largo final que dejan un gran retrogusto.

Se trata de un vino que siempre alcanza grandes puntuaciones en las valoraciones de los expertos. Es un vino que acompaña perfectamente todo tipo de platos elaborados con carnes, buenos ibéricos, quesos curados; pero también con tartas y postres elaborados con frutas, frutos secos y chocolate.

TSM de Carmelo Rodero

Variedades: 75% Tempranillo, 15% Merlot y 10% Cabernet Sauvignon.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

TSM = Tempranillo, Sauvignon y Merlot, son las iniciales de las uvas participantes en este vino y que le proporcionan este nombre tan poco habitual en las etiquetas. Uvas elegidas entre las mejores cepas de más de 40-50 años de los viñedos de Bodegas Rodero en Pedrosa de Duero. Vendimia manual con doble selección y elaboración por su propio peso y sin bombeos. Fermentación maloláctica en barrica y crianza de 17 meses en barricas de roble francés.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota con ribetes granate. De capa alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz destacan sus aromas a frutas negras maduras, con notas especiadas y toques balsámicos. Los aromas primarios y terciarios se entrelazan en una combinación armoniosa de gran profundidad aromática.

En Boca: En boca se muestra corpulento y carnoso, pero con un excelente equilibrio y a la vez es sedoso y elegante. Esto da lugar a un vino de posgusto prolongado, persistente y con un agradable recuerdo que perdura en el tiempo.

Elegante vino, ideal para acompañar buenos asados, carnes rojas curadas y carnes de caza, pero también pescados grasos, embutidos y quesos.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

Bodegas Carmelo Rodero es una bodega de ‘vinos de alta calidad’ que se ha ganado una gran reputación en la industria del vino por su compromiso con la tradición y sobre todo por la calidad en la elaboración de todos sus vinos. La mayoría de ellos pueden ser calificados como “auténticas joyas enológicas”, lo que podemos comprobar al catar, por ejemplo, su reserva o sus vinos de autor.

Hay en la Bodega una gran satisfacción e incluso emoción (y no es para menos), cuando comentan que Don Carmelo Rodero ha sido galardonado con el distinguido “Premio Especial del Año” otorgado por la prestigiosa Guía Vinos Gourmets 2024, de Grupo Gourmets. Pero en la bodega van incluso un poco más allá, cuando dicen:

“Este reconocimiento representa un homenaje a toda una vida dedicada al mundo del vino y a su familia, y no podríamos haberlo logrado sin el apoyo incondicional de todas las personas que nos han acompañado en este camino. Por eso también a ellos se lo dedicamos con todo nuestro agradecimiento”.

Pues sí, bonita bodega es esta que la familia Rodero posee aquí en Pedrosa de Duero. Nada más llegar ya puedes sentir la pasión de esta familia por el mundo del vino, pero también por seguir mejorando cada día. Los visitantes que nos gusta todo este mundo del enoturismo agradecemos poder visitar bodegas como esta, porque seguramente estamos en una de las bodegas más completas de la Ribera del Duero, donde la dedicación, la paciencia, el buen trato y el mimo se respiran en todos los rincones y en el magnífico trato de todo el equipo. No se le puede definir de otra manera. La herencia recibida y transmitida y la gran inversión económica realizada también se dejan notar en todas las salas.

MUCHAS GRACIAS, sobre todo a Beatriz y María y MUCHO ANIMO para seguir adelante con este ilusionante y magnífico proyecto que seguro seguirá creciendo y ofreciendo “nuevos”, (que alguno ya se está cocinando), y grandes vinos.

CRDKEN – JMQ

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