Bodegas HATHOR, (Moriles, Córdoba)

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Descripción

‘Bodega familiar que, después de un tiempo, regresó de nuevo a la familia’

Estamos en Bodegas HATHOR, una bodega que como tal es de reciente creación, (seguramente la más joven de Moriles y de toda la comarca), aunque esto es un tanto engañoso, porque está ubicada en el paraje denominado ‘Lagar de Hoyos’, lugar donde se encontraba situado un antiguo lagar de 1834.

Sin embargo, como Bodegas Hathor nace en 2021 de la mano de un profesor de FP e investigador del grupo Vitenol de la Universidad de Córdoba, Juan José Gallego y una aventajada alumna y técnico en vitivinicultura, Angie Quesada Perdomo. Al parecer, ambos compartían una gran pasión centrada en la investigación y el estudio del vino y aunque el proyecto surgió en Montilla, buscaron esta antigua bodega-lagar que estaba precisamente aquí en Moriles, y que contaba con viñedos alrededor. La rehabilitaron un poco y fueron dotándola de algunos medios más modernos necesarios para elaborar su propio vino. Así nació Bodegas Hathor, nombre en honor de la diosa egipcia de la música, el amor y el cuidado materno. O tal como la definió Juan José en su momento: “El resultado de la alegría de vivir que ofrece el vino. Y no sólo desde el punto de vista de su degustación, sino también del trabajo para elaborarlo, del oficio”.

Como decimos, el proyecto había surgido en Montilla, concretamente en el Instituto Emilio Canalejo. Y fue a raíz de un proyecto de innovación que pone en contacto a centros de enseñanza, empresas, alumnos y profesores para fomentar la inserción laboral. Y así, en tiempo récord, y gracias al alquiler de este ‘Lagar de Hoyos’, una bodega casi en desuso en ese momento, consiguieron obtener diversas líneas de productos un tanto diferenciadores y poco acostumbrados en la zona de Montilla-Moriles.

Claro que en esos momentos, justo después de la Pandemia del Covid-19, llamó la atención esta bodega, por lo inhabitual en esta zona cordobesa con vinos tan reconocibles y tradicionales, hacer lo que hicieron en HATHOR.  Y es que su campo de acción eran por un lado los vinos jóvenes, y por otro, que no sé muy bien como llamarle, pero centrado en las bebidas fermentadas con frutas.

“Tanto Juanjo como Angie, habían percibido, sobre todo en los jóvenes, los cambios en los gustos a lo largo de los años, que hacen que la demanda de gran parte del público no se dirija tanto a los vinos generosos como a otros más ligeros y sin crianza, de los que no abundan en esta tierra”.

Estaba claro que ellos no iban a hacer lo mismo, aunque eso no gustase mucho en esta tierra tan tradicional y fijaron su punto de partida en otro tipo de elaboraciones, con vinos totalmente innovadores.

En sus comienzos, aprovecharon el cultivo que ya tenía el Lagar de Hoyos con las más de 4 Hectáreas de viñedos propios que rodean el Lagar y también compraron parte de la cosecha en otros lugares de la provincia. Las uvas más utilizadas, dependiendo del vino a elaborar, fueron la autóctona Pedro Ximénez, pero también Torrontés, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah. Y trataron de potenciar otra variedad local casi desaparecida, la Montepilas, que traían de un viñedo de la Sierra de Montilla, porque estaban convencidos (y con razón) de que esta variedad estaba desaprovechada, y que solo era empleada en las bodegas tradicionales de la zona para bajar el grado alcohólico o compensar acidez, pero nunca como monovarietal.

Decía Juanjo Gallego en una entrevista: “Para mí la variedad Montepila es una uva de una calidad excelente y con unos aromas espectaculares que ofrece un montón de posibilidades”.

No sé si en todas, pero hemos podido comprobar en las visitas a diferentes bodegas de la D.O., que en la mayoría de ellas, es cada vez menos habitual esta variedad, incluso nos han dicho que se ha ido arrancando para sustituirla por otras variedades. De ahí que esté a punto de desaparecer por completo.

Cartel anunciador, YA EN DESUSO.

Por otro lado, también probaron con otras líneas de bebidas fermentadas, que llegaron a comercializar con la marca Burvin. Este nombre surgió, al parecer, de ‘burburja y vino’ y lógicamente eran aquellas elaboraciones con frutas. Como eran también fermentados, salían con unos cinco grados de alcohol y contaban con diferentes sabores: de fresa, ciruela o de naranja en función de la temporada. La apuesta por las temporadas, de esa forma escalonada, hacía que el trabajo en la bodega para las bebidas fermentadas no pisase a la vendimia y no distorsionara lo que debería ser la función principal de una bodega: Hacer vino.

Pero, por diferentes razones que no vienen al caso, todo este proyecto se vino abajo y en un momento dado, (creo que en 2023), decidieron dar por concluido este sueño. La sociedad se deshace y tratan de vender la bodega a algún comprador para no perder toda la inversión realizada. Es entonces cuando RUBÉN BERGUILLOS OSUNA, (hijo del anterior propietario del Lagar de Hoyos), y ahora nuevo propietario de la bodega, decide recuperar la bodega y los viñedos familiares y continuar en solitario con Bodegas Hathor, manteniendo eso sí, la ayuda de Angie Quesada, como enóloga. Reduce el número de referencias, elimina todos los fermentados de frutas y deciden elaborar vinos jóvenes tranquilos, algunos gasificados o frizzantes y algún vino dulce natural, con fermentados en depósitos y tinajas, aprovechando la practica totalidad de los medios que ya disponía la bodega.

De esta forma tan peculiar y poco tradicional es como, hoy en día, Rubén trata de mantener un legado familiar que compagina con otras actividades, pero que cuida sus elaboraciones fuera de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles y compitiendo con un mercado difícil y a veces hostil, ya que se sale de lo que todo el mundo espera de una bodega instalada en una comarca tan particular como esta de Moriles

Pero además, en Hathor utilizan grados diferentes de maduración muy distintos de los habituales en la zona, sobre todo con la autóctona Pedro Ximénez, para conseguir vinos tranquilos y diferentes.

Si las variedades de uva que utilizan para sus elaboraciones son importantes y diferenciadoras en los matices de los vinos, también lo son las tierras de albariza sobre las que descansan los viñedos y como no, la climatología. Es claro que la climatología con esas temperaturas que abren unos gradientes enormes dependiendo de la época del año y también entre el día y la noche, así como el terreno, el estrés hídrico o el estrés de la cobertura vegetal, determinan finalmente la tipicidad de la uva. Es por eso que, aunque las diferentes variedades utilizadas traigan en su propio ADN ciertas características propias de cada una, aquí se muestran totalmente diferentes.

La calidad de las elaboraciones de Bodegas Hathor es buena y bastante peculiar, como casi todo en esta bodega. Ofrecen una amplia gama de vinos, vermuts y otras elaboraciones que se salen de lo habitual. Te podrán gustar más o menos, pero con cada opción que pruebas descubres una experiencia sensorial poco habitual y difícil de describir con palabras, así que lo mejor es abrir la mente, relajarse y disfrutar. Llama bastante la atención, (incluso para uno que no es precisamente amante de este tipo de vinos), los ricos frizzantes que tienen, o gasificados como le gusta más decir a Rubén, bastante recomendables para cualquier ocasión.

 

LOS VINOS:

Uno de los aspectos más destacados de esta bodega y que el bueno de Rubén quiere mantener, es el espíritu innovador y emprendedor de sus comienzos como bodega. A pesar de estar profundamente arraigada en las tradiciones vinícolas de Moriles, Bodegas Hathor ofrece una variedad de vinos de tendencias nuevas, pero con la esencia y los aromas heredados de las viejas tradiciones. Desde el primer sorbo en alguno de sus vinos, se puede notar la calidad inmejorable de los productos y la originalidad en cada botella.

Como ya hemos comentado, la bodega inicial comenzó haciendo un rosado y un tinto frizzantes (gasificado) con uva Tempranillo, la característica de La Rioja o de Ribera del Duero, solo qué de Córdoba, en concreto de esta peculiar zona de Moriles Altos, por lo que adquiere características muy propias de esta zona. Otro de los productos es un tinto dulce también algo gasificado con Cabernet Sauvignon y Syrah de la zona de Moriles. Un singular tinto dulce natural de Tempranillo que surgió por casualidad cuando se frenó la fermentación y pensaban rechazar y que hoy en día la frenan voluntariamente para conseguir un Tinto dulce Natural muy rico. Por su parte el blanco, también frizzante, lo elaboran con Pedro Ximénez y Torrontés.

Hoy en día ya no elaboran ese rico y diferente, que lo era, el HATHOR MONTEPILAS, un vino único, ligero y equilibrado elaborado con esta variedad (Montepilas), autóctona de las riberas del Guadalquivir. También un rico Vermut.

Otras referencias que pronto estarán en el mercado y que seguirán marcando diferencias con lo habitual de la zona, serán algunos elaborados en lata que, por el momento, se están fraguando en la bodega y que no quisiera yo destapar antes de tiempo, aunque he de decir que algunos ya hemos podido probar de manos de Rubén en nuestra visita, pero que será el propio Rubén, junto con Angie, quienes los descubran en su momento.

Como siempre, hablaremos de algunos de sus vinos a continuación:

 

HATHOR – PX-TORRONTES

Denominación de Origen: Vinos de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Pedro Ximénez y Torrontés.

Grado de Alcohol: 12,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 8ºC.

Este BLANCO PX-Torrontés, es un vino joven elaborado por Bodegas Hathor en Moriles con las variedades Pedro Ximénez y Torrontés procedentes de sus propios viñedos situados en la cercanía de la bodega en la zona de Moriles Altos. Con ellas han conseguido fusionar perfectamente la personalidad y particularidades de la variedad autóctona Pedro Ximénez con la, casi desconocida en estos lares, variedad Torrontés. Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional con fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable.

Se trata de un vino bastante delicado y muy bien equilibrado, en el que han sido capaces de fusionar las características y personalidad de la uva autóctona Pedro Ximénez con la más desconocida, desde el punto de vista enológico, y poco habitual en esta zona, Torrontés. Un seguimiento minucioso del estado de maduración de ambas variedades y una concienzuda elaboración, ha dado como resultado este vino suave, ligeramente abocado, bastante frutal y redondo, que muestra un perfecto equilibrio en boca y con un final persistente que deja unas sensaciones agradables que invitan a seguir bebiendo.

Es un vino que va muy bien con mariscos y pescados, arroces, pasta, verduras y quesos suaves y cremosos.

 

HATHOR – Tinto Joven Tempranillo

Denominación de Origen: Vino de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Tempranillo.

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.

Este HATHOR-TINTO JOVEN, se trata de un vino tinto joven elaborado por Bodegas Hathor con la variedad Tempranillo procedente de viñedos propios situados en la cercanía de la bodega en Moriles Altos, zona de calidad superior de la Sierra de Córdoba. Vendimia manual con selección cepa a cepa y vendimia nocturna. Elaboración completamente tradicional con maceración y fermentaciones en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo cereza-picota con ribetes azulados. De capa media-baja. Limpio y brillante.

En Nariz:  En nariz muestra aromas de fruta roja (frambuesa, fresa y grosella), con ligeros toques de ciruela.

En Boca: Entrada en boca suave y refrescante que muestra un vino equilibrado y bastante persistente que deja un post gusto frutal.

Es un vino que va bien como aperitivo y armoniza con todo tipo de carnes, embutidos, quesos semicurados, barbacoas y guisos suaves.

 

HATHOR – Gasificado Tinto-Dulce

Denominación de Origen: Vino de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Cabernet Sauvignon y Syrah.

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC.

Se trata de un vino tinto gasificado y semidulce elaborado por Bodegas Hathor con una selección de las mejores uvas de las variedades Cabernet Sauvignon y Syrah procedentes de viñedos propios situados en las inmediaciones de la bodega en la zona de Moriles Altos. Exhaustivo control de maduración de la uva y selección cepa a cepa. Vendimia nocturna y fermentación en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura. Con los pertinentes controles para no dejar una fermentación completa y el añadido de carbónico, el resultado es este vino tinto gasificado que sorprende desde el primer sorbo, porque es pura sensibilidad.

Con un bonito color púrpura y ligeros reflejos violáceos, hay que destacar sus aromas a pimienta negra, grosella y moras confitadas.

Es un vino untuoso y con cuerpo, ideal para aperitivos fríos y ensaladas, pero también para acompañar a los postres.

 

HATHOR – Gasificado Rosado

Denominación de Origen: Vinos de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Tempranillo.

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.

Se trata de un vino Rosado joven gasificado elaborado por Bodegas Hathor con una selección de las mejores uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios situados en las inmediaciones de la bodega en la zona de Moriles Altos. Exhaustivo control de maduración de las uvas y selección cepa a cepa. Vendimia nocturna y fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable hasta el momento del embotellado y el añadido del gas carbónico para conseguir este ROSADO-TEMPRANILLO, con un bonito color rosa palo con reflejos dorados. Acercando la copa a la nariz desprende un agradable olor a fresas y nata, con leves notas a rosas.

Sin duda han conseguido un vino equilibrado y persistente, con un final no muy largo que deja un post gusto ligeramente abocado con leves toques dulces de fresas.

Un vino que va muy bien con los entrantes y que armoniza con pescados, mariscos, arroces, verduras, patés y quesos suaves. También con todo tipo de postres.

 

HATHOR – Gasificado Blanco

Denominación de Origen: Vino de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Pedro Ximénez y Torrontés.

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 8ºC.

Se trata de un vino blanco joven gasificado, elaborado por Bodegas Hathor en Moriles con las variedades Pedro Ximénez y Torrontés procedentes de viñedos situados en las inmediaciones de la bodega en la zona de Moriles Altos. Exhaustivo control de maduración de las uvas y selección de las mismas, cepa a cepa. Vendimia manual nocturna y fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable hasta el momento del embotellado y el añadido del gas carbónico para conseguir este espumoso que presenta un precioso color amarillo pálido con reflejos verdosos. Muy armonioso en nariz con abundantes aromas a plátano y frutas de hueso, (melocotón, albaricoque), con destacadas notas de flores blancas y un leve toque a canela. En la boca es muy fresco, con un paladar suave, levemente abocado, donde se dejan notar las frutas ya presentes en la nariz.

Sin duda es un vino equilibrado y con un final bastante persistente, que servido a la temperatura adecuada, resulta ideal para acompañar con pescados, mariscos y moluscos de mar. También con arroces marineros, pates, foie y queso azul, así como con cualquier tipo de postres.

 

HATHOR – Blanco Tinaja

Denominación de Origen: Vinos de la Tierra de Córdoba.

Variedades: Pedro Ximénez.

Grado de Alcohol: 13,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC.

Este BLANCO TINAJA, es un vino blanco joven elaborado por Bodegas Hathor en Moriles con uvas de la variedad autóctona Pedro Ximénez, procedentes de sus propios viñedos situados en la cercanía de la bodega en la zona de Moriles Altos, plantadas sobre suelos altamente calizos. Vendimia manual seleccionada recogida en su justo momento de maduración y llevada a bodega en perfecto estado sanitario, para lograr obtener un vino afrutado y de alto valor expresivo. Elaboración tradicional con un leve estrujado de la uva en prensa neumática. Fermentación inicial (tumultuosa) en depósito de inoxidable a temperatura controlada (18-20°), tratando de conservar así todos los aromas característicos de la variedad. Después es trasegado a tinajas de hormigón donde permanece hasta su deslío y posterior embotellado o envasado para salir al mercado.

Muestra un aroma sutil y ligeramente punzante con agradables notas frutales de manzana verde, melocotón y plátano. En boca es seco, fresco y envolvente, algo salino, sabroso y expresivo, con ligera acidez y ese toque punzante que activa la vía retronasal.

Aunque en bodega también se embotella, la mayor parte de este vino sale al mercado en cajas, (Bag in Box), de 5 litros para que resulte más fácil su manejo y distribución. Es un vino ideal para el tapeo diario y por eso se vende muy bien en los bares de la zona y de toda la provincia. Es el de mayor producción de la bodega y también el más conocido. Además, puede resultar ideal para acompañar con mariscos y pescados, arroces marineros, pasta con salsa, verduras y quesos suaves y cremosos.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

Bodegas Hathor, un establecimiento que nació para innovar con vinos rompedores en la zona y aunque el objetivo actual de la bodega ya no es el originario de sus fundadores, el actual propietario (Rubén), también tiene claro que sus elaboraciones han de ser diferenciadoras, no solo de los vinos habituales de esta comarca, sino también en cuanto a los métodos y variedades empleadas, para que la gente recuerde alguno de sus vinos una vez los haya probado y los asimile a aquella “bodega diferente de Moriles de nombre raro”.

El paraje que rodea la bodega, con sus más de 4 hectáreas de viñedo y el lugar dónde están ubicados, es tan impresionante como los propios vinos. Desde la terraza de la bodega se divisa perfectamente toda la zona de Moriles. La bodega está en completo cambio y ampliación (sobre todo en la zona de elaboración), y los viñedos que adornan el paisaje, crean un escenario perfecto para una visita inolvidable.

La visita y la conversación con Rubén, (a quien me gustaría agradecer el tiempo que nos ha dedicado), es realmente interesante y quisiera desde aquí, animar a todo visitante de esta zona de Montilla-Moriles, que se dé una vuelta por Bodegas Hathor, para conocer de primera mano, como se pueden hacer cosas diferentes sin perder esa combinación tan perfecta de calidad, ambiente familiar y atención personalizada. Para luego rematar con una cata, también diferente, de unos vinos completamente distintos a los habituales de la zona, vinos naturales que están realmente buenos y que dan otra visión de lo que en Moriles se puede conseguir con ganas, esfuerzo y trabajo. Solo falta que el mercado responda, cosa que yo realmente deseo.

Para nosotros ha sido, de verdad, toda una experiencia visual y sensorial en esta comarca vinícola tan desconocida para mí, a la que sin duda volveremos en cualquier momento futuro.

Me gustaría dejar aquí las formas de contacto con esta bodega. La mejor es llamar directamente por teléfono a RUBEN al número: 617 438 820.

O en la Web: www.bodegashathor.com

CRDKEN – JMQ

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