Descripción
“Vinos de familia que respetan la esencia del terruño, la historia y las tradiciones de La Horra”
Bodegas Fuentenarro, ubicada en la localidad burgalesa de La Horra, es una pequeña bodega familiar englobada dentro de la Denominación de Origen Ribera Del Duero. Aunque la bodega como tal es relativamente joven, (abre sus puertas en el año 2002), sus orígenes pronto alcanzan los 100 años, que es cuando los abuelos empezaron a adquirir y plantar sus primeros viñedos en La Horra. Era el principio de una vida dedicada al cuidado de los campos y también de sus viñas, porque entonces, aquí, el vino era la base de la economía familiar.
En este caso estamos hablando de la Familia Pérez García. Con mucho trabajo, dedicación y bastante sabiduría, los antepasados de la familia iban plantando nuevos viñedos, buscando los mejores terrenos y seleccionando las mejores variedades de uva para cada viña. A su vez fueron poco a poco trasmitiendo toda su experiencia, el cariño por la tierra y el respeto por la naturaleza, continuando hasta el día de hoy con esa tradición familiar, que seguro será traspasada igualmente a generaciones futuras.
Esta familia de ‘horrenses’, encabezada por el padre, (Don Pedro Pérez Esteban, fallecido en 2018), de los actuales propietarios de la bodega, se han dedicado sobre todo al cereal y lo siguen haciendo hoy en día compaginándolo con las viñas y la bodega; pero siempre lo han querido hacer en su propio pueblo.
Como ya sabemos y hemos comentado en otras ocasiones, (hablando de alguna otra bodega de esta zona), La Horra es un municipio eminentemente vitivinícola. Es sin duda, unos de los lugares privilegiados de la Denominación de Origen Ribera del Duero para elaborar vinos tintos, que dispone de una superficie total de más de 3.000 hectáreas, de las cuales una tercera parte es viñedo, el resto cereal y unas 500 hectáreas son de monte, bosque de pinos, encinas y robles. Son tierras bañadas por varios arroyos y riachuelos, (Madre, Tresellano, Prado, Ejido, etc..), que aportan también sus aguas al imponente y cercano río Duero.
Pues aquí, a 800 m de altitud, es donde ya los romanos plantaron viñedos hace más de 2100 años, entendiendo que la zona era ideal para ello. Sin embargo, el auge de estas viñas alcanzó su punto álgido con la llegada de los monjes franceses de los Hermanos de la Sagrada Familia en 1908. Ellos trajeron a la zona el clon de la variedad Tempranillo procedente de cepas prefiloxéricas y dedicaron sus esfuerzos, entre 1912 y 1920 tras la filoxera, a replantar viñedos en la comarca con las mejores cepas, ya adaptadas al riguroso clima de la zona, produciendo desde esa fecha uvas de excelente calidad que dieron origen a la elaboración de grandes vinos, reconocidos a nivel mundial y otorgando a la localidad de La Horra, el reconocimiento como una de las mejores zonas de adaptación de la variedad tempranillo en el mundo.
A esto ayuda el que esta zona cuenta con un clima continentalizado, con fuertes contrastes y una baja pluviometría (450 mm/año) unida a unos veranos secos y calurosos con hasta 42ºC, con inviernos largos y extremos, que en ocasiones, pueden alcanzar los -15ºC. La altura de los viñedos de esta bodega se encuentra entre los 812 y los 860 metros sobre el nivel del mar. Disponen de unos suelos peculiares que están recubiertos por sedimentos terciarios, constituidos por capas de arenas limosas o arcillosas, de buena retención de agua que mantienen fresca la tierra incluso en épocas de calor extremo.
Aquí, la unión de la naturaleza, el suelo y el clima, son fundamentales en el desarrollo de la planta y maduración de la uva, dando como resultado final una fruta de gran elegancia que se manifiesta en la calidad de los vinos.
Los viñedos los tienen plantados con orientación sur, y se encuentran rodeados de bosques con pinos, encinas y robles, que crean un microclima perfecto para el cultivo de la vid, y los protegen de los cambios bruscos de temperatura llegados desde el norte de la península.
“Los viñedos de nuestra familia tienen desde los 23 años de antigüedad los más jóvenes, hasta los viñedos de 90 años los más antiguos. Tenemos una producción muy limitada, pero de una excelente calidad base para la elaboración de nuestros exclusivos vinos”.
Aunque el Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero, autoriza como producción máxima 7.000 kg/hectárea, en el caso particular de Bodegas Fuentenarro, rebajan esa cifra con producciones medias de 2.000 a 3.500 kg/hectárea, con la intención de hacer una importante selección del fruto. Así lo indican en la bodega cuando dicen:
“Nuestra filosofía se basa en la calidad no en la cantidad, apostando por unas uvas en su punto óptimo, sanas y exquisitas, con ello pretendemos conseguir una limitada producción, pero de extraordinaria calidad”.
Como decimos, la bodega se inauguró en el año 2002, lo que les ha permitido, además del aprendizaje de la tradición heredada de la familia, poder disponer de los mejores medios materiales y utilizar la tecnología necesaria para garantizar que, tanto el trabajo en la viña, como los trabajos de bodega, son los adecuados. Además, todo lo referente a la producción, elaboración, embotellado y etiquetado, se hace íntegramente en las instalaciones de la bodega, y con un completo control desde el viñedo hasta la entrega del vino a los clientes y al mercado. Todos estos procesos están garantizados, controlados y gestionados por personal muy cualificado y supervisados por la familia. La forma de trabajo es muy similar a la utilizada por los prestigiosos “chateau” franceses, con uvas procedentes de viñedos propios y con una elaboración de los vinos de forma totalmente artesanal y con gran respeto a la tradición.
Fotos del Archivo de la Bodega
La cercanía de los viñedos a la bodega, (están situados a menos de 10 minutos), garantiza que la uva llegue recién cortada a la bodega y lo más fresca posible. El traslado de la misma se realiza cuidadosamente con un máximo de 2.500 kg., en cada vehículo para que las uvas lleguen a la bodega enteras y sin roturas y así evitar un aplastamiento innecesario. Una vez en la bodega realizan un suave desgranado de la uva para mantener intactas sus cualidades naturales, además de utilizar técnicas de gravedad en los movimientos de las uvas, evitando el uso de cualquier tipo de maquinaria.
Destacar que en esta bodega cada viña se elabora por separado y en depósito independiente. Además, la Sala de Elaboración dispone de un sistema de ventilación natural, mediante un exclusivo sistema de extracción de aire, que va renovando diariamente el aire de la bodega sustituyéndolo con el aire fresco, limpio y puro de la noche y renovando por completo la ventilación en la bodega, manteniendo en las instalaciones una alta calidad en el aire.
Bien importante es poder llevar en todo momento del proceso un exhaustivo control de temperatura y control analítico, para tener los parámetros exactos durante las fermentaciones. Luego, mediante procesos de maceración en frío, durante aproximadamente 4-5 días, y tras continuos remontados manuales diarios, consiguen extraer esos intensos aromas afrutados que ofrece la variedad de la uva y una perfecta estabilización del color.
La Sala de Barricas, (seleccionadas de roble francés y americano), se encuentra en una zona subterránea situada a 8 metros de profundidad, con las mejores condiciones de temperatura, humedad y conservación para la perfecta crianza y guarda de los vinos. Aquí la temperatura es constante durante todo el año y oscila entre los 14 y 17ºC.
El llenado de las barricas, se hace por gravedad, para que nada pueda alterar la estructura natural del propio vino. Además, tras su tiempo en barrica, las manos expertas de Juan Ayuso, Pedro Pérez y su cuñada Angela homogenizan todo el vino, para conseguir una regularidad constante en cada lote. Una vez homogeneizado el vino pasa a la línea de embotellado donde, con sumo cuidado, se embotella, también por gravedad y utilizan, a su vez, un novedoso sistema de vacío, que mantiene intactas todas las cualidades del vino, desde el momento del embotellado hasta su consumo.
Las botellas, en jaulones, se devuelven a la sala subterránea, que alberga también el dormitorio de botellas. Es donde el vino descansa a temperatura y humedad constantes, llevando a cabo su proceso final de crianza en botella en perfectas condiciones.
Otro proceso (ya el final de la cadena), que llama la atención es el etiquetado. Por supuesto que el etiquetado de cada botella también se realiza en las propias instalaciones. Aquí disponen de una moderna línea de etiquetado propia que realiza, casi bajo pedido, este proceso previamente a la entrega del vino a los clientes y con un detallado control de trazabilidad, que garantiza que puedan tener un control de cada botella en cualquier lugar del mundo donde se encuentre.
LOS VINOS:
El conjunto de todos los parámetros descritos anteriormente, junto con la exclusividad de esta tierra, la variedad y la climatología, da origen en esta bodega a unas uvas de la mejor calidad para la elaboración de vinos con excelente estructura, elegancia y muy característicos del terruño.
“Los vinos los elaboramos exclusivamente de nuestras propias uvas recogidas en viñedos propiedad de la familia durante generaciones, logrando vinos personales y con identidad propia. De esta forma podemos garantizar una regularidad y calidad en nuestros vinos año tras año. Queremos resaltar que nuestros caldos siempre se elaboran de los mismos viñedos, nuestros viñedos, aportando así unas características muy particulares, únicas, donde se percibe el cuidado y cariño que le aportamos día a día”.
Y continúan:
“Decidimos bautizar a nuestros vinos con el nombre de Fuentenarro, ya que así se llama un prestigioso término de viñedos dentro de la localidad de La Horra. Es una zona donde siempre se han recogido las uvas de mayor calidad de la zona, ya que poseen unas características del terreno idóneas unidas a un perfecto microclima que la hacen una tierra exclusiva y muy apreciada dentro de Ribera del Duero”.
Con estos mimbres y el trabajo, muy bien hecho por cierto, de todo el equipo de esta bodega, son capaces de elaborar unos estupendos vinos que día a día van adquiriendo mayor renombre y consiguiendo hacerse un hueco en los mercados, tanto de interior como en el exterior. Producen anualmente unas 150 – 200.000 botellas y prácticamente el 50% de su producción se destina al mercado exterior, estando ya presentes en unos 18-20 países, entre los que destacan: Francia, Irlanda, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Suiza, Países Nórdicos, Canadá, EEUU, Puerto Rico, etc.., y comenzando también en China.
FUENTENARRO – Rosado
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 13% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.
Estamos ante un sabroso vino rosado elaborado mediante el sangrado de uvas Tempranillo seleccionadas de las mejores parcelas de los viñedos de Bodegas Fuentenarro en La Horra, Burgos. Proceden de cepas de 25-30 años plantadas a 806 m de altitud, sobre suelos arcilloso-pedregosos y cultivadas de manera natural sin abonos minerales ni herbicidas. Vendimia manual seleccionada. Maceración durante 24 Horas con sus propios hollejos y fermentación en barrica nueva de roble francés. La producción no es elevada y suele rondar las 1.600 botellas/añada.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo fresa, muy brillante, limpio y cristalino.
En Nariz: La nariz es muy intensa, llena de fruta, con aromas limpios y definidos de fresas, mandarina y frutas rojas.
En Boca: Dicen en la bodega que este es: “Un vino que sabe a lo que huele”. Y no seré yo quien los contradiga, porque realmente así es. Mucha fresa, mandarina e incluso melocotón es lo que aprecia el paladar. Pero además es un vino muy fresco, bien equilibrado y con buena estructura en la boca y con un post-gusto largo y agradable.
Se trata de un buen vino rosado que resulta ideal para acompañar buenos momentos de tapeo. A su vez, armoniza perfectamente con carnes blancas, pescados, mariscos, arroces, verduras y platos de pasta. También con pates, foie, quesos suaves y embutidos, así como con frutos secos y postres.
FUENTENARRO – Roble – 4 Meses
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 13% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
Viña Fuentenarro-Cuatro Meses es un vino tinto-roble elaborado por Bodegas Fuentenarro con uvas de la variedad Tempranillo, recolectadas en viñedos de la propia bodega, con una edad superior a los 20 años. Vendimia manual seleccionada y elaboración completamente tradicional, con una pequeña crianza de un mínimo de 4 meses en barrica de roble americano y otros 4 meses más en botella antes de salir al mercado.
A la Vista: Presenta un bonito color granate-picota de capa alta, con reflejos violáceos, de lágrima densa, ligeramente tintado.
En Nariz: De buena intensidad, donde predominan los aromas a fruta roja y negra, (arándanos, grosellas y ciruela roja), con toques de melocotón maduro y recuerdos a pétalos de rosas secas, trufa, granos de café, sobre un fondo de vainilla en rama.
En Boca: En boca es un vino amplio y envolvente. Se muestra cremoso, con taninos amplios y con un suave dulzor. Es un vino maduro y con buena estructura, con potencia y con un postgusto largo y muy agradable.
Se trata de un vino que va a acompañar muy bien momentos de tapeo y armoniza a la perfección con carnes, embutidos, quesos y también con pescados grasos
FUENTENARRO – Crianza
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Viña Fuentenarro-Crianza es el vino más conocido de la bodega. Es un vino tinto elaborado por Bodegas Fuentenarro con uvas de la variedad Tempranillo, recolectadas en viñedos propios de más de 35 años situados en la Finca San Pedro de la localidad de La Horra (Burgos). Vendimia manual seleccionada y elaboración completamente tradicional, con una crianza mínima de 12 meses en barricas de roble americano.
A la Vista: Presenta un intenso color granate-picota de capa alta, con ribetes rojo cereza. De lágrima densa con caída muy lenta. Limpio y brillante.
En Nariz: El vino refleja una muy buena intensidad aromática, con buenos aromas de fruta negra muy fresca y notas florales con recuerdos a rosas rojas, retama, tomillo y romero. Es un vino cambiante y caprichoso donde nos muestra pan de higo, mandarina, galleta y oliva negra. Fondo mineral acompañado de vainilla en rama.
En Boca: En boca se muestra con un amplio volumen, con un buen ataque frutal. Presenta buena acidez que le da frescura y elegancia. Vino equilibrado y con buena estructura. Taninos pulidos bien integrados y un final largo y potente que perdura en la boca.
Ideal para acompañar con carnes rojas, asados, embutidos y quesos curados.
VIÑA FUENTENARRO – Reserva
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
Viña Fuentenarro-Reserva es un vino tinto con barrica, de producción limitada y que solo se elabora en cosechas especiales. Está elaborado por Bodegas Fuentenarro con uvas de la variedad Tempranillo, procedentes de un único viñedo, (Viña Adelanto), de más de 60 años cuidado siempre y casi plantado por el padre de la familia Pérez García, Don Pedro Pérez Esteban. Es todo un homenaje que la bodega quiere hacer a su padre, fallecido en 2018. Son cepas de muy baja producción, en cultivo natural sin herbicidas ni químicos. Vendimia manual con doble selección y elaboración artesanal. Realiza la maloláctica en barrica de roble, con crianza posterior de 18 meses en barrica nueva de roble (50% francés y 50% americano). Sale en botellas numeradas que no superan las 2.000 unidades por añada.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo cereza, con bonitos ribetes de color rubi. De capa alta, muy limpio y brillante.
En Nariz: La nariz presenta matices de fruta roja muy madura, con fuertes notas minerales y sensaciones balsámicas, equilibrado y complejo.
En Boca: En boca es complejo, equilibrado y goloso, con buena estructura, con un tanino muy fino, a la vez que sabroso y elegante, aromático y maduro. Sin ninguna duda estamos ante un vino con una larga vida para disfrutar.
Estamos hablando de un vino realmente especial, pero a la vez muy gastronómico, que armoniza a la perfección con carnes rojas curadas, asados y carnes de caza mayor. También con pescados grasos asados, quesos viejos y muy curados, así como con algunos postres con predominio del chocolate.
FUENTENARRO – ESENZIAS
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
Esenzias by Fuentenarro es un vino tinto con barrica, de producción limitada, elaborado por Bodegas Fuentenarro con uvas de la variedad Tempranillo, procedentes de viñedos viejos (más de 90 años) propiedad de la bodega, situados en la población de La Horra (Burgos), a una altitud de 840 metros sobre el nivel del mar y sobre suelos arcilloso-pedregosos. Son cepas de baja producción, en cultivo natural sin herbicidas ni químicos. Vendimia manual con doble selección y elaboración tradicional. En este caso realiza la maloláctica en barrica de roble, con crianza posterior de 18 meses en barrica de roble francés.
A la Vista: Presenta un hermoso color cereza-picota y ribetes violetas. Limpio y brillante, de capa alta y lágrima densa.
En Nariz: En nariz muestra limpios aromas a frutas rojas y uva madura, con elegantes tostados y toques balsámicos, notas de café y toffe, vainilla y canela.
En Boca: En boca es fresco con una entrada muy elegante y sedosa. Muestra muy buena estructura y buen equilibrio con un paso frutal y sabroso y con un final amplio y persistente.
Esenzias es, sin duda, un elegante vino tinto ideal para acompañar carnes asadas, todo tipo de carnes rojas, carnes de caza, embutidos potentes y quesos curados.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Como hemos dicho al principio y recuerdan muy bien en la bodega:
“Viña Fuentenarro es un homenaje a nuestros abuelos que confiaron en estos magníficos terrenos y que con su trabajo consiguieron que a día de hoy podamos disfrutar de estos maravillosos caldos reconocidos a nivel internacional”.
El sueño de esta familia, dedicada desde siempre al campo, se vio realizado, primero con los méritos conseguidos en el negocio del cereal, y después siendo capaces de poner en un lugar de privilegio la parte del viñedo, (que con tanto cariño y esmero habían cuidado sus antepasados), y la Bodega. Aunque ya lo estaba cuando por desgracia nos tubo que dejar en el año 2018, Don Pedro Pérez Esteban, hoy estaría tremendamente orgulloso de lo que sus cinco hijos, (Ángel, Javier, Mª Luisa, Pedro y Antonio Pérez García, junto con sus respectivas familias), han conseguido con esta Bodega Fuentenarro, cuyo nombre y el de sus vinos tienen un significado especial por lo que en sí mismos representan para la familia y para toda la comarca de La Horra. Hablar en la zona de Fuentenarro, es nombrar el paraje que produce las mejores uvas de la comarca y para muchos las mejores de toda la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Otro aspecto destacable de la bodega es la gratitud que muestran a todo aquel que les visita. Excelente la atención que dispensan, con un trato directo, amable y casi se podría decir que exclusivo, donde el aprendizaje es continuo desde el mismo momento de la llegada. Muy buen recorrido por las diferentes salas para aprender, en cada una de ellas, lo más elemental en la elaboración del vino, pero también explican aspectos particulares, (seguramente sin entrar en secretos), propios de la bodega que algunos nos han llamado la atención. Y si encima tenemos la suerte de que estas explicaciones sean dadas por alguno de los propietarios, mejor que mejor.
Solo me queda decir que si siguen así y las nuevas generaciones, (o parte de ellas), se involucran y comprometen con este bonito proyecto, pronto tendrán que aumentar los viñedos y ampliar esta hermosa bodega para que ‘La Tradición Continue’….. Así será, sin duda….. ¡¡¡MUCHO ANIMO!!!
Dejo aquí los datos de contacto, para poder concertar las visitas directamente con la bodega: Tfno: 947 54 20 92 y la Web: www.fuentenarro.com
CRDKEN – JMQ
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