Descripción
“VINOS NATURALES Y DE ALTURA DESDE 1979”
La bodega Barranco Oscuro se sitúa en Cádiar, en plena Sierra de la Contraviesa, en la Alpujarra granadina, donde se encuentran los viñedos más altos de Europa y estos de Barranco Oscuro están entre ellos.
El Cortijo Barranco Oscuro inició su andadura en 1873, como un gran proyecto empresarial, probablemente motivado por la necesidad de vino para el mercado francés debido al desabastecimiento sufrido a causa de la filoxera. Era un gran cortijo para la época y la zona, con más de 100 hectáreas de terreno en un lugar donde predomina el minifundio, y una espectacular bodega recorría todo el bajo de la casa, con unos 400 m2 y una capacidad de más de cien mil litros. Pero hacia 1890 la plaga de la filoxera se extendió por España y también llegó a estas tierras que, aunque altas, tampoco se libraron de esta temible plaga. Por ello los viñedos fueron sustituidos mayoritariamente por almendros, (aun hoy existen).
En 1980, Manuel Valenzuela comenzó a sentar las bases de lo que hoy es Barranco Oscuro tras comprar parte del cortijo y desplegar sus conocimientos adquiridos en Francia. Fue pionero en Andalucía oriental en elaborar vinos de calidad, trabajar variedades foráneas y en practicar la agricultura ecológica.
Parece que no hay datos concretos del plan inicial de los creadores del Cortijo, pero sí las evidencias que están a simple vista, detalles de grandeza en la arquitectura, los materiales, el diseño. Los techos de tejas a dos aguas no tienen nada que ver con los tradicionales “terraos” planos. Vigas de madera de grandes dimensiones talladas a modo de embellecedores, forja preciosista. El lagar, ubicado en uno de los extremos del cortijo, contaba con una prensa de grandes dimensiones, basada en dos tornillos de madera de más de 10 metros de altura, anclados en el techo de una torre maciza, construida al efecto para hacer de contrapeso. El mosto llegaba a las grandes cubas de madera por unas canaletas construidas a lo largo de las paredes.
Pero la Filoxera acabó con el sueño y prácticamente desapareció el viñedo, llegó también el fin de la perspectiva comercial de la bodega y tras el reparto del cortijo entre varios herederos y la consiguiente división de la bodega la elaboración de vino quedó como algo residual.
D. Manuel Valenzuela (Propietario)
Fotos de archivo de la Bodega
Pero llegó él, DON MANUEL, (nadie le llama así, pero yo le pongo el “Don” delante porque realmente se lo merece). D. Manuel Valenzuela (calificado como «un soñador en la Alpujarras»), nació en un pequeño pueblo de Granada, cerca de Guadix, llamado Marchal, en el año 1943. Años duros. Era el penúltimo de una familia de nueve hermanos, parecía bueno para el estudio y el padre le permitió continuar en la escuela del pueblo. Tras sus estudios de bachiller en Guadix, y gracias al esfuerzo de su modesta familia, se trasladó a Madrid para formarse como perito químico, pero a Manuel no le gustaron las perspectivas que se le ofrecían. Eran años muy movidos y se trasladó a Barcelona, donde conoció a Rosa, su compañera de fatigas desde entonces. Al poco tiempo se vieron obligados a emigrar a Francia, primero el sur, luego París, allí nacieron sus dos hijos y fue donde Manuel tuvo sus primeros contactos con el mundo del vino. Una vez de vuelta, en Barcelona, bastaron unos pocos años para que emprendieran su sueño, vivir en el campo, alejados de los rigores del reloj, donde poder cultivar sus propias vidas.
A finales del año 79, Manuel y Rosa, junto a su amigo Jordi, compraron la parte de uno de los herederos del Cortijo de Barranco Oscuro, que consistía en un tercio de la casa-cortijo con su trozo correspondiente de bodega y unas 15 hectáreas de terreno, mayoritariamente almendros de secano en laderas, terreno abandonado y unas pocas parcelas abancaladas con disponibilidad de riego para cultivar hortalizas. Entonces no había viña pero sí dos cubas llenas del tradicional vino del cual dieron buena cuenta ellos, sus amigos y los tradicionales clientes del anterior dueño. Llegada la cosecha siguiente no quedó más remedio que continuar la actividad de elaborar el vino, en principio comprando uva pero pensando ya en plantar un viñedo con vistas al futuro.
La primera plantación tuvo lugar en el Cerro Las Monjas, poco más de 1 hectárea. Conforme a los consejos de los lugareños se plantó el pie americano tradicional de la zona, el Albarcoquillo (Rupestris de Lot), para posteriormente injertar a mano con las variedades típicas de la Contraviesa: Montúa, Moscatel de Alejandría, Pedro Ximenez, Tinto Alicante (Tintorera), también oída nombrar como Nicamusén, Tinto Aragón (Garnacha), Tinto Varetúo (Tempranillo), Tintorera. Se descartaron Jaén Blanco, Jaén Negro y Perruno, las más bastas y productivas.
La vinificación durante los primeros años siguió también las tradiciones del lugar, aunque se empezó a adelantar la vendimia para evitar la excesiva graduación y pesadez de la que hacían gala muchos de los vinos producidos en la zona. No obstante, había algunos que por la ubicación del viñedo o por la composición varietal eran agraciados con un poco más de frescura y potabilidad. Aun así, solo con eso no era suficiente para hacer vinos interesantes y explorar los límites de un terruño tan singular. Manuel hizo un viaje a lo largo del Mediterráneo por zonas con una mayor tradición vinícola en la elaboración de vinos de calidad, intuyendo las similitudes con la sierra de La Contraviesa. Los conocimientos que iba adquiriendo, sumados a su espíritu emprendedor y su gran intuición, le valieron para emprender lo que ha supuesto una total revolución del panorama vitivinícola de la zona, y de una gran influencia en otras zonas andaluzas y en general en el mundo de la agricultura ecológica, los anteriormente llamados vinos ecológicos, hoy vinos naturales.
A mediados de los años 80 se introdujo la primera variedad foránea, la Cabernet Sauvignon, a la par que se comenzaba a rescatar del olvido la variedad autóctona Vigiriega y se potenciaba la plantación de Garnacha que con el tiempo ha demostrado su gran adaptación al clima mediterráneo de montaña.
En el año 1984, y de la mano de Manuel Carrillo propietario por entonces del restaurante El Molino de Dúrcal (Granada), Barranco Oscuro sacó su primer vino embotellado y etiquetado. Otro hito histórico en una zona donde hasta entonces el vino solo se comercializaba a granel. Al comprobar los éxitos iniciales y surgir otros demandantes se hizo la primera etiqueta propia un año después, con un dibujo de Manolo Gil como base, realizado a partir de una fotografía de Ángel Moreno, en la que se ve el cortijo de frente, desde la carretera de Murtas, con Sierra Nevada al fondo.
En 1987 salieron los primeros vinos varietales y se dejó de hacer el vino típico de la zona. Desde entonces la investigación de nuevas variedades y vinos no ha cesado continuando con la exitosa trayectoria a través de unos vinos auténticos y originales, por supuesto Naturales y siempre de Altura.
LOS VINOS:
Seguimos dando rienda suelta a los sentidos y descubriendo nuevos y grandes VINOS DE ALTURA en esta maravillosa Granada.
Sirva de ejemplo la descripción de Barranco Oscuro acerca de sus vinos (Tintos):
«Todos los viñedos se cultivan de forma natural, no se utilizan herbicidas, plaguicidas ni abonos sintéticos. Cada dos años se realiza un aporte de compost que ayuda a retener el agua de las escasas lluvias. En junio apenas se realiza un azufrado que no deja ningún residuo. Todo lo demás es esfuerzo (físico y mental) para obtener lo mejor de la naturaleza sin comprometer su futuro.
Vendimia manual haciendo las pasadas necesarias para recoger con un buen grado de madurez, seleccionando rigurosamente la uva más sana y de mejor calidad. Maceración de la uva despalillada en depósito de acero inoxidable con bazuqueo manual. La fermentación alcohólica se produce de forma espontánea con las levaduras autóctonas presentes en el medio, sin ningún tipo de adición. No hay manipulación de la temperatura de fermentación, pero se aprovecha la frescura de las noches otoñales (la bodega se encuentra a 1280 metros de altura). La maloláctica ocurre igualmente de forma natural durante el periodo de crianza en barrica en la cava subterránea. No se utliza anhídrido sulfuroso ni ningún otro tipo de aditivo ni conservante. No se someten a procesos de estabilización acelerada, ni clarificado, filtrados ligeramente en el embotellado por lo que pueden contener sedimentos que produce el propio vino con el paso del tiempo». Así de NATURALES son los vinos de esta Bodega
La Bodega Barranco Oscuro produce sus espumosos y vinos, dentro de la provincia de Granada bajo la denominación Laujar Alpujarra
Aunque con poca producción, son muchas las referencias que elaboran en Bodegas Barranco Oscuro y ciertamente no me ha dado tiempo (ni he tenido oportunidad) de probarlas todas, por eso solo indicaré a continuación mis impresiones de las que sí he probado.
Barranco Oscuro SALVAJE Blanco
Variedades: Sauvignon Blanc
Grado de Alcohol: 15,5%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 8 – 10ºC
Vendimia manual y doble selección. El mosto se obtiene por prensado directo una vez despalillada la uva, pasando a acero inoxidable para el inicio de fermentación alcohólica de forma espontánea con las levaduras autóctonas presentes en el medio, sin ningún tipo de adición. No hay manipulación de la temperatura de fermentación pero se aprovecha la frescura de las noches otoñales que proporcionan los 1.280 metros de altura. Un mes después de la vendimia el vino se trasiega para pasar un año en barrica hasta su embotellado. No se ha utilizado anhídrido sulfuroso ni ningún otro tipo de aditivo ni conservante. No ha sido sometido a procesos de estabilización acelerada. No lleva clarificado, y solo tiene un filtrado ligeramente en el embotellado. Puede contener sedimentos que produce el propio vino con el paso del tiempo.
A la Vista: Presenta un bonito color amarillo dorado de intensidad media.
En Nariz: En nariz destacan sus notas florales y matices frescos de fruta blanca.
En Boca: Resulta mucho más interesante en boca que en nariz. Con volumen, graso, largo en su paso, mineral y seco
Resulta un vino ideal para acompañar pescados, marisco, arroces marineros, verduras y platos de pasta y comida oriental.
Vino blanco natural V de Valenzuela
Variedades: Vigriega 100%
Grado de Alcohol: 14%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 8ºC
El vino blanco natural V de Valenzuela es un vino muy especial, elaborado solamente con la variedad de uva Vigiriega, uva autóctona de la Alpujarra que Manuel Valenzuela, el creador de este vino y de la bodega Barranco Oscuro recuperó. De no haber sido así, esta variedad habría desaparecido definitivamente.
Este vino procede de viñedos situados en la Alpujarra granadina a 1.280 m y bajo la influencia del mar. Según descripción de su creador, la altitud contribuye al contraste de temperaturas: un clima húmedo entre la montaña y la influencia directa del mar alarga el tiempo de maduración de la uva aumentando la acidez y proporcionando un sabor fresco que es un deleite para los sentidos:
A la Vista: Presenta un hermoso color amarillo claro con limpidez
En Nariz: En nariz destacan sus matices frescos afrutados a manzana verde.
En Boca: Buen paso por boca destacando la manzana verde apreciada ya en nariz. Tonos cítricos y herbáceos, con un final largo y elegante.
Es un vino que por su frescura combina a la perfección con charcutería, pescados, mariscos, pero también arroces, pasta y ensaladas
Estamos ante un vino realmente excepcional. Lo malo es que se agota pronto.
Cerro Las Monjas 1368
Variedades: Garnacha, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot
Grado de Alcohol: 14%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC
Un pequeño ‘Cru’ llamado Cerro Las Monjas, de apenas cuatro hectáreas, situado a una altitud de1.368 metros sobre el nivel del mar: de este entorno nace el Vino Tinto «Cerro Las Monjas 1368», un coupage de Garnacha, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot que rinde homenaje al terruño y a la naturaleza que rodea las fincas de la Bodega Barranco Oscuro. Las uvas fermentan de forma espontánea y maceran con los hollejos durante unas 2-3 semanas en depósitos de acero inoxidable antes de envejecer durante 18 meses en barricas de roble usadas. A continuación, se realiza la fase de embotellado, que se lleva a cabo sin adición de sulfitos.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo rubí con reflejos granates. De capa alta
En Nariz: El espectro olfativo se organiza en torno a notas de fruta madura, en particular ciruela y cereza, acompañadas de toques balsámicos y amaderados derivados de la crianza.
En boca: Es concentrado, jugoso, austero, con una importante textura tánica. Se cierra con un largo final caracterizado por un regusto ligeramente sabroso.
Es naturalmente adecuado para acompañar platos principales de carne roja o blanca. También es excelente con quesos maduros, y es absolutamente necesario probarlo con carnes de caza (pelo y pluma).
El Canto del Mirlo
Variedades: Merlot 100%
Grado de Alcohol: 15%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC
El vino El Canto del Mirlo tiene su origen en la Alpujarra granadina, a 1290 metros de altura, sobre suelos de esquistos y arcilla, se encuentran 300 cepas en los pagos de Barranco Oscuro. Tiene una Crianza de 14 meses en Barrica de Roble Francés y otros tantos en botella.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo cereza, brillante, de capa alta.
En Nariz: Aromas muy complejos, golosos recuerdos frutales sobre delicados balsámicos y ligeros tonos minerales, sotobosque, hojarasca…, conforme se abre, la copa se llena de aromas sutiles propios de su crianza en barrica, vainilla, nuez moscada, menta…
En boca: Al beberlo nos encontramos con un vino de entrada golosa, potente, vigoroso pero aterciopelado en su tacto con la boca con muchísima fruta madura, sorprendente frescura y largo final con un recuerdo duradero.
Armoniza a la perfección con todo tipo de carnes (plancha, parrilla o brasa), guisos de todo tipo, cualquier plato de cuchara y también embutidos y quesos curados.
Salmónido – 2020
Variedades: Pinot Noir 100%
Grado de Alcohol: 13,5%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC
El nombre de este rosado puede tener dos interpretaciones compatibles entre ellas. Por un lado, como declara Manuel Valenzuela en la etiqueta es “un rosado a contracorriente”. Ya que se trata de un Pinot Noir con personalidad, que combina el frescor con la contundencia. Pero también puede ser interpretado como una vuelta a los orígenes. Para el viticultor, la metodología de los vinos naturales es una vuelta a los orígenes vinícolas. Con una intervención mínima y una agricultura ecológica tratan de no comprometer su viabilidad futura. Barranco Oscuro – Salmónido, como el salmón que vuelve a su lugar de nacimiento para desovar, morir e iniciar un nuevo ciclo salmónido.
Despalillado, prensado directo. 1/3 crianza en barrica durante 9 meses y los otros 2/3 permanecen en acero inoxidable. Embotellado en 2021.
A la Vista: Presenta un hermoso color rosa brillante, de capa media.
En Nariz: Aromas complejos a frutas rojas con tonos minerales y herbáceos.
En boca: En boca resulta muy fresco recordando esa fruta roja. Es untuoso y de bonito recuerdo final.
Es ideal para cualquier momento de tapeo y armoniza perfectamente con arroces, pasta y comida oriental. También con marisco parrilla y pescados grasos
Tiene un producción muy pequeña, por lo que no siempre resulta fácil de encontrar
Ensayo de burbujas Rosé
Variedades: Uva Vigiriega negra 100%
Grado de Alcohol: 12%
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 9ºC
Resulta difícil describir este producto, al que no podemos llamar cava ni champán, ya que procede de la Alpujarra granadina, ni tampoco parece adecuado llamarle vino espumoso, aunque técnicamente lo es porque se trata de un vino espumoso elaborado con el Método tradicional Brut Nature. En cualquier caso, el Ensayo de burbujas Rosé de Barranco Oscuro es un vino muy exclusivo, elaborado solamente con la variedad de uva Vigiriega negra, uva autóctona de la Alpujarra que Manuel Valenzuela recuperó. Este espumoso tiene una crianza mínima de 24 meses en botella en rima, en cava subterránea entre 12 y 18 ºC. Elaborado con el método Champenoise, por supuesto sin azúcares añadidos, sin SO2 (sulfitos) añadidos y en su proceso de elaboración no se utilizan gelatinas ni de origen animal ni vegetal, como caracteriza a todos los vinos de esta bodega. Sin licor de expedición, sólo contiene y se elabora con el zumo de uva Vigiriega negra 100%.
A la Vista: Presenta un bonito color rosado suave. Su burbuja es pequeña y persistente que termina en un bonito y largo rosario en la copa.
En Nariz: Es nariz en muy afrutado y ligeramente cítrico.
En boca: En boca es ácido pero equilibrado lo que le da un buen paso por boca con un final largo. Muy fresco.
Es un Espumoso ideal para tomar en cualquier momento de una buena comida con amigos. Muy sutil con el pescado y como no, con los postres, pero igualmente ideal con el aperitivo.
Otras características que hacen verdaderamente muy especial a este ‘ensayo de burbujas’ son las que nos explican desde la propia Bodega Barranco Oscuro:
«Tras varios años de ensayo Manuel Valenzuela logró otro hito histórico elaborando el primer vino espumoso de la zona, de forma totalmente artesanal y a partir de la uva autóctona Vigiriega. Primero usó el método tradicional de añadir azúcar y levaduras al vino base, con el que se elaboran los espumosos con denominación Cava o Champagne, pero en la búsqueda de un producto más auténtico ideó un método único a nivel mundial, mezclando vino base y mosto de la misma parcela, vendimiados en momentos diferentes y sin ningún aditivo externo. Así la primera vendimia la realizan cuando la uva tiene poca graduación, el mosto fermenta de manera natural sin ningún tipo de aditivo ni manipulación. Cuando el vino base ha terminado de fermentar y ha decantado de forma natural con la llegada de los primeros fríos del invierno, vendimian la uva que dejaron en la cepa obteniendo un mosto algo más rico en azúcares pero en perfecto estado, sano y fresco. Esto probablemente solo sea posible con una uva tardía como la Vigiriega y en un clima fresco de alta montaña como el de Barranco Oscuro. Tras un periodo de crianza de un mínimo de 24 meses se realiza el degüelle de forma artesanal».
Según descripción del propio Manuel Valenzuela , que siempre merece la pena escuchar, venía a decir más o menos lo mismo, pero expresado con sus propias palabras:
«La fermentación se produce con levaduras autóctonas de forma espontánea. Una vez finalizada la fermentación el vino se deja decantar de forma natural, cuando está limpio se procede al tiraje mediante adición de zumo de uva, puro y natural, extraído de nuestras propias uvas de la misma variedad que se dejan en el campo y se vendimian tardíamente. Permanece en fermentación/crianza por un periodo mínimo de 24 meses, tras el cual se dispone en pupitres inclinados durante 24 días, donde se gira manualmente 1/8 de vuelta diario, repitiéndose el proceso dos veces más, cada una de ellas con un grado de inclinación mayor. Tras este proceso se realiza el degüelle sin adición de ningún tipo de licor de expedición ni similares».
El 14/Julio/1996, el períodico El Ideal de Granada, decía:
«Cuatro años de ensayos y experiencias han sido necesarios para el nacimiento de un cava que, elaborado artesanalmente en la Alpujarra, cuenta ya con los mayores elogios y reconocimiento de técnicos especialistas en vitivinicultura, tanto de España como del extranjero. Su artífice, Manuel Valenzuela, puede presumir, además, de tener el viñedo más alto de toda Europa».
NUESTO COMENTARIO COMO RESUMEN FINAL:
Continuamos por Tierras de Granada y descubriendo más Vinos Diferentes y de Altura. BUENOS vinos. Muy buenos vinos, he de decir
El problema es que esta Bodega no tiene habitualmente Enoturismo y no suele hacer catas ni visitas, aunque a veces, y si lo contactas con tiempo, te pueden atender en Bodega y hacer una excepción, pero por lo visto no es lo habitual. Es una pena porque realmente estaría muy bien poder probar estos buenos vinos justo en su lugar de origen, pero……, y luego poder conocer a Manuel Valenzuela, su hijo Lorenzo y su esposa Luisa, es otro de los lujos que pierdes, porque son gente estupenda y con un trato cariñoso y familiar.
Pues es verdad que me encanta porque sigo encontrando y “encumbrando” unos vinos que no conocía, pero que cuanto más los voy probando, más me van gustando y atrayendo, y por eso lo digo sin ningún rubor porque es cierto que son EXCEPCIONALES.
No quisiera terminar este reportaje sin darle mi enhorabuena a D. MANUEL (y a su Señora Dña. LUISA) por querer volver a sus orígenes y animo a las nuevas generaciones que continúen con esta labor y cuiden y atiendan como se merece todo este magnífico legado.
CRDKEN – JMQ
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