Descripción
“LA PASIÓN DE BERTRAND POR EL MUNDO DEL VINO”
Pequeña Bodega dentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero, situada en San Esteban de Gormaz (Soria), en el centro de un núcleo de poblaciones como Soto de San Esteban, Miño de San Esteban, Matanza, Villálvaro y Alcubilla del Marqués, al sur del río Duero, sobre terrenos pobres arenosos y con profusión de guijarros.
Los vinos de esta bodega proceden de viñas viejas de Tinto Fino (Tempranillo), en su mayoría pre-filoxéricas, situadas a más de 950 m de altitud y sometidas en conjunto a una viticultura ecológica. Actualmente deben ser cerca de 20 hectáreas de viñedo las que proveen uva a las bodegas de Antídoto, de estas comarcas Sorianas y como decíamos anteriormente se cultivan en ecológico. Este trabajo en ecológico que empezó como experimental, para estudiar su eficiencia, ha demostrado que sí es factible y da muy buenos resultados.
Fotos del Archivo de la Bodega
Todo esto surge de la idea de 2 apasionados por este mundo del vino, que decidieron en 2010 hacer esta Bodega dentro de la D.O Ribera del Duero. Se trata, por un lado, del Enólogo Francés Bertrand Sourdais y por el otro del Ingeniero Agrónomo David Hernando, que vieron en estas tierras la posibilidad de elaborar unos vinos de altísima calidad, con la posibilidad y el empeño de cultivar en “Ecológico”.
Fotos del Archivo de la Bodega
Bertrand Sourdais es un apasionado del mundo del vino. Propietario de Domaine de Pallus en Chinon (Francia), fue co-creador y director técnico de la Bodega Dominio de Atauta desde su fundación en el año 2000 hasta el 2010, así como el encargado de la viña de Château Nénin en Pomerol en 1999. Trabajó también en Alvaro Palacios y en Santa Rita (Chile) en 1998, y en Château Léoville Las Cases y en Château Mouton Rothschild los años 1997 y 1996, respectivamente.
Por su parte David Hernando, es un Ingeniero Agrónomo que procedía de Bodegas Atalayas de Golbán, (bodega hermana de Atauta), y de la que fuera Director Técnico.
Antídoto nace con el objetivo de elaborar vinos finos y únicos en la Ribera del Duero soriana, una zona formada por muchas y pequeñas parcelas de viñas viejas pre-filoxéricas situadas a unos 1.000 metros de altitud. Es por esto que tan sólo utilizan viñas viejas de tinto fino con un control exhaustivo de los rendimientos y siguiendo los parámetros de la viticultura ecológica.
Como sabemos, la Ribera del Duero tiene una climatología mayoritariamente continental, y su parte más oriental es continental con influencia montañosa. Inviernos fríos y secos, acompañados de nieve y primaveras tardías con temperaturas bajas y con una pluviometría abundante. Los veranos son secos y cálidos, aunque con noches relativamente frescas, consolidándose una amplitud térmica de 20ºC y durante el otoño la temperatura es bastante baja.
En la bodega trabajan siguiendo la premisa de dar prioridad a las maceraciones por sobre de las extracciones, criando los vinos en barricas bordelesas de 2 o 3 años para que la madera no influencie por encima de la expresión de la fruta.
Fotos del Archivo de la Bodega
Bertrand Sourdais, (apodado “El Vignerón de las Tierras de Soria”), creo que es ya la quinta generación de viticultores del Loira y lleva más de 16 años trabajando en tierras Sorianas y estudiando la trilogía tierra, clima y calidad genética. Bertrand consiguió elevar la calidad y categoría de la Bodega Dominio de Atauta y situarla entre las grandes y ahora sigue utilizando todos sus conocimientos vitivinícolas para que su propia Bodega, ANTIDOTO, sea igualmente reconocida, logrando cada año elaborar grandes vinos con un marcado acento diferenciador que los convierten en “Vinos Exclusivos”.
Junto con su mujer, Bertrand, también ha creado Dominio de Es, con el que producen vinos finos de finca de muy limitada y cuidada producción de parcelas de viñas viejas de tinto fino. Auténticos y exclusivos Vinos de Autor con producciones muy pequeñas.
Bodega Antídoto elabora, por tanto, vinos de la Ribera del Duero a partir de viejos viñedos de Tinto Fino y Albillo cultivados siguiendo los principios de la agricultura ecológica. Una rareza, especialmente la variedad Albillo en Ribera del Duero, que dota de una personalidad muy particular a esta bodega. Y especialmente a sus rosados, elaborados con una mezcla de uvas tintas y blancas, algo raro y diferente en las elaboraciones de la zona.
LOS VINOS:
Como decíamos al principio, Bertrand y David tienen como pilares la conservación y la puesta en valor de los viejos viñedos de la zona, respetando el terroir y aprovechando todos los elementos (intrínsecos y extrínsecos) y características que esta zona proporciona y que hace que sus vinos sean casi exclusivos.
Bodegas el Antídoto cuenta con cuatro variedades de elaboraciones: Su homónimo, El vino Antídoto, La Hormiga, La Rosé y Roselito.
Como algo especial, voy a nombrar también un vino de esa otra bodega Soriana de Bertrand, (la que tiene con su mujer) y que es el “exclusivo” vino: DOMINIO DE ES – VIÑAS VIEJAS
ANTÍDOTO – Tinto Fino
93 Puntos Parker (en su añada 2020)
Variedad: 100% Tinto fino.
Grado: 14% vol.
Producción: 165.000 botellas
Temperatura de Servicio: Se recomienda servir a 16 ºC.
Su primera añada creo que fue el año 2009. Su composición es fruto de una mezcla de esencias viejas de viñedos procedentes de 550 pequeñas parcelas diferentes. Todas ellas, con una variedad 100% de Tinto Fino Soriano, se sitúan dentro de los límites orientales de la Denominación de Origen Ribera de Duero.
Es un vino que destaca por su expresión frutal y por una textura deliciosa. La vendimia manual suele realizarse en octubre y siempre en cajas de 12 kilogramos. Despalillado completo. Fermentación durante 6 días con temperatura máxima de 25ºC. Fermentación maloláctica en depósito de acero inoxidable. Crianza posterior de 10 meses en barricas de roble seminuevas de 600 litros. Filtración ligera antes del embotellado.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota. De capa alta
En Nariz: En nariz sorprende la fruta madura, sin sobre maduración, con aroma sutil a madera que aporta precisión y nitidez al conjunto.
En Boca: Es un vino de boca generosa, que mantiene un equilibrio fresco y sedoso, distinguido por su ‘terroir’ de Soria, cuya altitud suaviza el rigor estival.
Armoniza a la perfección con carnes rojas y blancas (pato, cerdo, pavo) en salsas, verduras, pastel de carne o setas guisadas. Sería un vino perfecto para acompañar un buen CACHOPO, que es ese bocado crujiente y algo irreverente que le va de perlas a un tinto redondo, jugoso y de toque especiado como este.
LA HORMIGA
92 Puntos Guía Peñín y 92 Parker (en su añada 2019)
Variedad: 100% Tinto fino.
Grado: 14,5% vol.
Producción: 25.100 botellas
Temperatura de Servicio: Se recomienda servir a 16 ºC.
Producido a partir de un modelo de cultivo ecológico, este vino La Hormiga recibe el nombre de la parcela donde se ubican los viñedos viejos (plantados hacia 1922) de Tinto Fino soriano. La parcela está ubicada en Quintanilla de Tres Barrios. Su extensión de cultivo se compone de territorios alrededor de la zona septentrional de Soria. Todos ellos son de tipo arcilloso-calcáreo, lo cual proporciona solidez, cuerpo y armonía durante los procesos de elaboración.
La Vendimia de esta uva, completamente manual y seleccionada, se realiza a principios de octubre. Fermentación lenta durante 18 días en depósito. Esta fermentación lenta tiene como fin expresar el carácter aterciopelado, delicado y la sensación de profundidad de la uva que crece en ese viñedo en concreto. 16 meses de crianza en barricas de roble francés de 225 litros, con un 30% de barrica nueva, para ser luego embotellado previa una ligera filtración.
A la Vista: Presenta un hermoso color cereza. De capa alta
En Nariz: En nariz se muestra muy expresivo, con aromas de frutos rojos y sutiles notas vegetales.
En Boca: Buen paso por boca en el que se aprecia una delicada textura.
Es un vino ideal para acompañar todo tipo de carnes (rojas y blancas) a la parrilla o plancha, también en salsas, guisos y cocidos, así como con Embutidos y quesos curados.
ANTÍDOTO – Le Rosé
93 puntos Guía Peñín y 94 Parker (en su añada 2019)
Variedad: 50% Tinto fino y 50% Albillo
Grado: 13,5% vol.
Producción: 2.140 botellas
Temperatura de Servicio: Se recomienda servir entre 9 – 11 ºC.
Obtenido de la parcela Carreso (Miño de San Esteban) y resultado de una mezcla de variedades de Tinto Fino y Blanca Albillo (50 – 50%). Le Rosé es elaborado a partir de uvas nacientes de viejas viñas situadas a 950 metros y sobre una superficie eminentemente calcárea. Su primera plantación se hizo hacia 1905 aunque la primera elaboración de este vino rosado se haría hacia el año 2013.
La vendimia es totalmente manual en cajas de 12 kg y con selección de racimos. Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas, utilizando el sistema de ‘taille champenoise’. Fermentación y crianza durante seis meses en barricas nuevas de roble francés de 600 litros.
A la Vista: Presenta un fino color rosa ultra pálido.
En Nariz: Muestra aromas delicados de fruta roja con notas de flores blancas.
En Boca: Es fresco, vibrante y elegante.
Es un vino que admite muy buena Guarda. Su consumo es Óptimo hasta por lo menos 2028 aproximadamente si se conserva en buenas condiciones.
Por la opinión de algunos expertos este es, uno de los rosados más originales de España, que en algunas de sus cosechas, (como la de 2019), consiguió sus mejores puntuaciones.
ROSELITO – Rosado
Variedad: 70% Tinto fino y 30% Albillo
Grado: 13,5% vol.
Producción: 48.000 botellas
Temperatura de Servicio: Se recomienda servir entre 8 – 10 ºC.
Se configuró desde el principio como un “hermano menor” de Le Rosé y también está elaborado con una base coupage de Albillo y Tinto Fino (30 – 70%).
De uvas procedentes de viñedos viejos de baja producción que se vendimian a mano con selección de racimos. Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas. Fermentación durante 12 días en depósitos de acero inoxidable.
A la Vista: Presenta un bonito color piel de cebolla. Limpio y muy brillante
En Nariz: En nariz es de aroma complejo de frutas rojas y sutil de flor entremezclado con fragancias vegetales.
En Boca: En boca resulta intenso, voluminoso y cremoso, pero a la vez con un fino equilibrio que, servido a la temperatura recomendada, anima a seguir bebiendo por su frescura y exquisito final
Es un vino que destaca por su innegable frescura y facilidad de trago. Es sin duda, el perfecto fichaje para las mejores reuniones en los meses primaverales y estivales que acompaña a la perfección momentos de tapeo y armoniza muy bien con arroces, platos de pasta, mariscos y pescados, foie, patés y quesos suaves.
DOMINIO DE ES – VIÑAS VIEJAS
Variedad: 7% Albillo, 1% Garnacha Tinta, 1% Garnacha tintorera, 91% Tempranillo.
Grado: 14,5% vol.
Producción: 5.500 botellas
Temperatura de Servicio: Se recomienda servir entre 16 – 18ºC.
Es este un Vino especial, elaborado por Bertrand en su otra Bodega, (Dominio de ES) y por eso también lo quiero destacar en este reportaje. Se trata de un vino tinto distinguido, refinado y de gran calidad procedente de un conjunto de parcelas, consideradas ‘Premier Cru’, con cepas prefiloxéricas que se cultivan en estos viñedos de forma ecológica.
Las uvas se vinifican con raspón y les añaden siempre un pequeño porcentaje de Albillo, mientras el vino se cria en 25 barricas borgoñonas (el 35% nuevas) durante un mínimo de 18 meses.
A la Vista: De capa alta y lágrima fina, presenta a la vista un delicado color rojo cereza con bordes violáceos.
En Nariz: En nariz destacan aromas a frutos del bosque, frutas rojas (grosellas y frambuesas), con suaves notas a vainilla y especias muy sutiles.
En Boca: En boca se muestra intenso y jugoso, con frutas rojas como cerezas en licor y frambuesas como protagonistas y algunas notas especiadas en segundo término con un regaliz exuberante y un tanino maduro y muy elegante.
Como decimos, es un tinto muy refinado y de acidez justa que es la opción ideal, sobre todo, para acompañar carnes como buey o vaca en plancha o parrilla, también cerdo al horno, conejo a la brasa, asado de cordero y cabrito o pollo guisado. También con guisos contundentes, embutidos, quesos curados e incluso con postres con predominio de chocolate.
UN COMENTARIO SOBRE LA RIBERA DEL DUERO SORIANA:
Antes de finalizar, quisiera decir que en la Provincia de Soria existen 5 Municipios pertenecientes a la D.O. Ribera del Duero: San Esteban de Gormaz (incluidos los anejos y pedanías siguientes: Aldea de San Esteban. Atauta. Ines. Matanza de Soria. Olmillos. Pedraja de San Esteban. Peñalba de San Esteban. Quintanilla de Tres Barrios. Rejas de San Esteban. Soto de San Esteban. Velilla de San Esteban y Villálvaro) Langa de Duero, Castillejo de Robledo, Miño de San Esteban, Alcubilla de Avellaneda (con el anejo de Alcoba de la Torre) y el anejo Alcubilla del Marqués (del municipio de El Burgo de Osma).
Bodegas del municipio de San Esteban de Gormaz pertenecientes a la D.O. Ribera del Duero
- San Esteban de Gormaz: Bodegas Gormaz, Bodegas Antídoto, Bodegas y Viñedos Aceña (Terraesteban), La Quinta Vendimia, Lunas de Castromoro y Vino Taruguín.
- Aldea de San Esteban: Bodegas Señorío de Aldea.
- Atauta: Bodegas Dominio de Atauta
- Matanza de Soria: La Bodega de La Loba.
- Peñalba de San Esteban: Tierras el Guijarral (Rudeles)
- Velilla de San Esteban: Bodegas Camino Soria.
- Villálvaro: Bodegas Señorío de Villálvaro
Bodegas del municipio de San Esteban de Gormaz no pertenecientes a la D.O. Ribera del Duero
- San Esteban de Gormaz: Vino Taruguín.
- Ines: Bodega Aranda – de Vries
AGRADECIMIENTOS:
Sobre todo, a BERTRAND por la pasión que demuestra en todo momento y por su frescura (como la de sus vinos) y por el gran conocimiento que tiene de ellos, porque ama lo que hace y lo transmite continuamente a todo el que pasa por su lado. Por eso esta vez, en lugar de expresar cualquier comentario mío, me gustaría transcribir aquí una entrevista suya del año 2018 que leí hace tiempo y que ciertamente me encantó y que quisiera compartirla con todos, hayan tenido oportunidad de leerla antes o no:
Entrevista a Bertrand Sourdais, (un auténtico ‘Vigneron’) —— (La transcribo tal cual llegó a mis manos, sin cambiar ni una coma):
¿Se encontró en Ribera del Duero un potencial desaprovechado?
Sí. Siempre hemos dicho que en Francia la historia vinícola nos pesa, mientras que en España no hay una historia tan grande. La ventaja es que aquí te encuentras con una libertad, con un terreno creativo más abierto, con mucho por hacer.
¿Por qué? ¿La tradición existente no servía de nada o se había olvidado?
La tradición vitivinícola española ha sido siempre reservada a España, no salía fuera. Incluso a nivel de pueblo, el vino que se producía en un pueblo se consumía prácticamente todo en el mismo. Como mucho se había hecho algo en La Rioja, que tras la filoxera en Francia y con la ayuda del ferrocarril comenzó a vender fuera. El resto estaban limitados para autoconsumo.
De eso hace pocas décadas. ¿El cambio ha sido tan rápido?
Las cooperativas en Ribera del Duero empiezan a aparecer en los años sesenta, setenta y ochenta. Esas bodegas grandes significan que había el deseo de empezar a hacer vino de otra forma, y de paso hacer negocios. En aquel momento se hacían los claretes de toda la vida. Pasaron de un proceso artesanal a algo industrial. Es toda la historia que tenemos aquí, en la que por supuesto me apoyo muchísimo para desarrollar mis vinos y actualizar esta herencia. En viñedo, a nivel enológico estamos igual de actualizados en España que Francia, Chile o Argentina.
¿San Esteban de Gormaz conservaba un gran tesoro esperando ser redescubierto?
Muy difícil de encontrar. Hablamos de viñas prefiloxéricas de Albillo y de Tinto Fino. No es casualidad tenerlas. Y que Ribera del Duero no las utilice, que las hayan sustituido por Cabernet Sauvignon, Merlot o Malbec, es un problema. Soria no sufrió el desarrollo violento de la Ribera del Duero, donde se arrancaron viñedos viejos para plantar grandes parcelas de viñas clonadas. Lo bueno es que disponemos del viñedo originalmente histórico de la Ribera del Duero Soriana.
¿No se cayó en el error de renunciar a lo bueno del pasado?
En realidad, no tuvimos la oportunidad de caer en ese error porque siempre decían que Soria era muy heladizo y que la uva no maduraba. Lo decían los de Burgos y de Valladolid, cosa que a mí me alegra mucho porque así Soria se quedó con un tesoro al que me empeño en darle valor añadido. Yo no concibo hacer un gran vino sin Albillo. Desde mi llegada me empeño en hacer grandes vinos con los que podemos reconocer las virtudes del viñedo soriano dentro de la Ribera del Duero, que reflejen las características y las calidades de su suelo, su clima y la genética del viñedo.
¿Es una carrera de fondo?
Es un trabajo que no se hace en un año, es una sucesión de años, se consolidará poco a poco. En Francia decimos que hasta que no haces diez añadas en la misma zona no terminamos de descubrir todo nuestro potencial. Confiarán en nosotros al ver que estamos en sintonía con el viñedo. Lo llevamos demostrando, por lo menos yo, desde hace dieciocho años. Estamos demostrando que el viñedo soriano está entre los mejores del mundo. Al principio en Atauta y ahora en Dominio de Es y en Antídoto sigo con mis mismas ideas sin desviarme un milímetro, es mi obra. ¿Voy ganando experiencia? Sí. ¿Cometí errores de joven? Sí. Eso es lo bonito de nuestro oficio, que poco a poco los que ponen atención y amor por su trabajo se les nota en los vinos. Y el público lo acaba valorando. Yo he visto muchas bodegas en Ribera del Duero que empezaron a hacer reserva y gran reserva, que al poco tiempo se pasaron a hacer vino joven y roble. Empezaron al revés: invirtieron mucho dinero en hacer la bodega, que luego había que pagar. Nunca habían pensado en un vino, en cómo es su viñedo y qué es lo mejor que se puede obtener de él acariciándolo.
Bodegas Antídoto y Dominio de Es son las firmas que personalizan su apuesta. ¿Por qué llamar a una bodega Antídoto? ¿Antídoto contra qué?
Yo fui el co-creador de Bodegas Atauta en 2000 cuando no había nada y tuve la suerte de tener mucha libertad. Tenía 23 años y lo hice de acuerdo con mi manera de pensar, como si fuese mío. Veías que estaba cuajando, que los vinos funcionaban en el mercado y con los críticos. Otra empresa compra Atauta, no estaba en sintonía para nada con ellos porque buscaban la rentabilidad sin pensar en ningún momento en la distinción, el origen y un mínimo detalle ético sobre el trabajo que supone un vino. En 2010 nos separamos y ahí me dije que ‘necesito un antídoto’ a esta situación. Se me ocurrió que era un nombre bastante bueno para un vino.
Hoy tiene una gama muy bien estructurada. ¿Nos la puede describir?
Empezando por los rosados, Le Rosé empezó en 2013 con la ambición de hacer un gran vino rosado en este país. Muchos distribuidores me decían si, siendo francés, les podría buscar un rosé de La Provenza. Sí podía, pero me pregunté por qué tenemos que asumir en España una vez más que lo de los otros es mejor, por qué no podemos intentar tener un gran vino rosado. Este vino nació con esa idea. Empecé por localizar un suelo bastante calcáreo para buscar mineralidad en el vino. Encontré una parcela muy calcárea que por casualidad tenía la mitad Albillo y mitad Tinto Fino, por lo que teníamos la mezcla ya hecha. Lo prensamos tipo champagne, fermentamos y criamos en barrica de 600 litros nueva. Salió lo que tenía que salir: algo realmente bueno…
Después está Roselito, ¿es el travieso de la familia?
No exactamente. El hermano mayor, Le Rosé, es el rey de la casa, y tenía que tener familia. Solo hay un rey, pero tenía un límite. Le Rosé es un vino de escasa producción, como todos los grandes vinos de este mundo, que respetan una parcela, un terreno y una situación, que suele ser por gracia o por desgracia una superficie muy pequeñita. Con Roselito queríamos un vino más popular de la mezcla original de Tinto Fino y de Albillo. Buscaba un muy buen vino rosado distinto a lo que ofrece el mercado, que para mí es absolutamente aburrido con esos rosados que huelen a caramelo de fresa y con una boca poco ambiciosa. Nosotros, con Albillo y Tinto Fino, 100% viñedo viejo, tenemos una materia prima más que seria, y encima una mezcla original que supone un saludo a la historia vitivinícola española.
¿Cuál es la idea del vino que toma el nombre de la bodega?
Antídoto empezó con la añada 2009 para tener un muy buen Ribera del Duero de Soria en las barras para chatear. Aquí hay una gran cultura de chateo en bares, que no tenemos por ejemplo en Francia. Debemos cuidarla porque la gente cada vez consume más cerveza y menos vino. Y no es un problema de modas, creo que el gran problema somos los enólogos, que hacemos vinos cada vez más complicados. Por ello, Antídoto es fiel a la variedad Tinto Fino de Soria, con un corte quizás más vertical y menos serio que un crianza o un reserva. Trabajamos viñas viejas en suelos arenosos con guijarros y sabemos que son lo adecuado para esto. Y luego una fermentación de cinco días, una crianza en barricas de 600 litros durante doce meses. Siempre persiguiendo tener un vino cómodo, de todos los días. Es un gran reto para mí, que la gente te diga qué bueno está. Son vinos que no resultan muy caros y que sabes que nunca te van a fallar.
La Hormiga completa la gama…
Es el hermano mayor, nuestro Reserva de Soria, un vino más cremoso, voluptuoso y aterciopelado, más del mercado tradicional de Ribera del Duero. Procede de un suelo 100% arcilloso, en la parte norte de San Esteban de Gormaz, donde sacan los de Roland Garros la tierra roja para el torneo de tenis de París. Esa arcilla roja nos da el secreto del volumen y la cremosidad de La Hormiga. El vino de suelo arcilloso es siempre un poco más introvertido, con lo cual luego en bodega trabajamos con 50% de barrica nueva para masajear y relajar el vino para que se exprese y se suelte.
¿Qué diferencia a Dominio de Es, su otra bodega?
Son dos culturas distintas. Dominio de Es tiene apenas tres hectáreas. Sigue el concepto francés de ‘domaine’. Son viñas cultivadas por la propia bodega, todo en biodinámica. La primera añada fue 2011. Procede de un mosaico de 28 parcelitas en el sur del Duero, en Atauta. El punto común entre todas esas parcelas es la raíz calcárea y las viñas prefiloxéricas. El vino está elaborado con 50% de racimos enteros y un 10% de Albillo para el Dominio de Es Viñas Viejas de Soria. En Dominio de Es también producimos dos grands, que son Dominio de Es La Mata, procedente de una pequeñita mancha de pura arcilla, y Dominio de Es La Diva de Terroir, que combina sílice y calcáreo.
Ha mencionado varias veces la autenticidad, pero hoy la enología puede servir para disfrazar un vino. ¿Dónde está la garantía para el consumidor?
Desde ese punto de vista es difícil. O eres un profesional y conoces muy bien los vinos, o eres un aficionado muy avanzado con acceso a información cierta, que pueda formar su opinión sobre hechos reales. Últimamente observo mucha parafernalia publicitaria, como los vinos sin azufre o muchas otras modas. Yo animo muchísimo a la gente a que acuda a ver bodegas, a ver al propietario, no a quien guía la visita o al director comercial. Es importante ese contacto directo porque se dice que ‘el perro se parece al amo’, y también ‘el vino se parece al amo’.
Por tanto, ¿el esfuerzo de una bodega tiene que ser afianzar la personalidad de sus vinos?
Sí. En el paso de padre a hijo en una bodega siempre hay un momento de nostalgia: el viejo se va y el joven no lo hace tan bien. Los vinos sufren ese cambio, pierden un poco el norte porque hay un viejo todavía mandando y el joven que intenta imponer sus ideas, los dos tirando de la manta. El gran ejemplo es Château Rayas, una leyenda en Francia. Jacques Reynaud muere en 1996 y los siguientes años, de 1997 a 2000, con su sobrino Emmanuel Reynaud, la gente se había desilusionado con esos vinos. En cambio, los vinos de Rayas desde 2005 nunca han sido tan apreciados, demandados y tan caros como hoy. Tuvo que empaparse, aprender, porque las viñas se adaptan a ti y tú te adaptas a ellas. Esto no es uno que enseña y otro que sigue. No, es un conjunto: la viña, tú, el vino y tus clientes. El año pasado yo quería hacer más rosado, pero había poca uva. Me ofrecieron hacerlo de tempranillo joven. Lo hubiese vendido bien, pero traicionaría lo que yo he prometido a mi marca y a mis clientes, que es cien por cien uva vieja. Yo con Roselito soy pequeñito y no puedo ganar el pulso contra unos gigantes que empiezan a hacer rosados porque sencillamente les hacen falta en su portfolio. Son ambiciones distintas.
De alguna forma esto también nos lleva a enseñar a beber al consumidor…
Yo vivo en Logroño y cuando voy a la Calle del Laurel veo gente que evita el vino y pide una cañita. Me sorprende que en un gran escaparate de vinos como ese no se satisfaga la demanda de calidad. Tenemos que avanzar en el camino de la profesionalidad porque aquí viene media Europa a veranear. Si logramos que vuelvan a sus países hablando de lo bien que comieron y lo bueno que era el vino, vendrá mucha más gente en busca de esa calidad. Tenemos que levantar el nivel de una vez y vender a un precio justo.
¡¡SUERTE A BERTRAND Y DAVID, Y POR SUPUESTO A TODO SU EQUIPO, PARA QUE SIGAN HACIENDO ESTOS VINOS TAN BUENOS, PARA PODER DISFRUTARLOS TODOS NOSOTROS DESPUÉS¡¡
CRDKEN – JMQ
Valoraciones
No hay valoraciones aún.