Descripción
‘Vinos de cultivo tradicional y puro’
Bodegas Viña Sastre pertenece a la D.O. Ribera de Duero y se encuentra en la localidad de La Horra (Burgos). Está en esa zona que algunos entendidos en vitivinicultura le han puesto el sobrenombre de “EL DIAMANTE” y por algo será, porque se trata de una rica zona, ideal para el cultivo de la vid, situada entre los páramos y las vegas de la Ribera del Duero, con suelos arcilloso-calcáreos y otros de cantos rodados y también areniscos, que tanto agradece la vitis vinífera.
Esta ‘pequeña’ (hoy ya gran bodega), de carácter familiar, comenzó su andadura cuando Don Severiano Sastre plantó a mediados del siglo XX unos viñedos que, con los años, acabarían siendo considerados entre los más excepcionales de la zona. La altísima calidad de la fruta que los Sastre vendimiaban fue codiciada por muchos y, durante décadas, destinada a la elaboración de algunos de los más afamados vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Pero no fue hasta el año 1992, cuando Rafael Sastre, (uno de los hijos de Severiano), y junto con sus hijos Pedro y Jesús, se decidió a dejar de vender sus uvas, que daban fama y prestigio a otros bodegueros, para fundar la bodega de la familia hoy conocida como VIÑA SASTRE, a la que muchos llaman también ‘Hermanos Sastre’ y que desde entonces ha tenido varias ampliaciones hasta llegar a ser lo que es hoy en día y que a buen seguro, con las nuevas generaciones ya apuntando, no se quedará aquí.
Jesús Mª Sastre (Propietario) en sus viñedos – Fotos del Archivo de la Bodega
En la actualidad, (y como ya he apuntado, con una nueva generación ya colaborando), es el hijo de Rafael, Jesús Sastre, quien se encuentra al frente de la bodega, trabajando esas mismas viñas que su abuelo había plantado y cuidado con tanto esmero, aplicándoles hoy una viticultura ecológica y biodinámica, para mantener en todo momento el máximo respeto por la tierra y las uvas, tal como hicieron su hermano Pedro, (fallecido en 2002 en un desgraciado accidente de tráfico), su padre Rafael y su abuelo Severiano.
Por ello trabajan las viñas sin abonos minerales, herbicidas ni insecticidas, y recurriendo al frío habitual de La Horra para filtrar el vino de forma natural. Pero, lógicamente este gran respeto por el entorno no está para nada reñido con la tecnología, de la cual Jesús y su joven equipo se han ido dotando poco a poco para modernizar la bodega y adaptarla a los tiempos que corren. La combinación de ese avanzado conocimiento tecnológico y la alta calidad de unas uvas de Tinta del País (Tempranillo) de grano minúsculo procedente de sabias cepas, viejas y retorcidas, permiten ofrecer unos vinos que nunca defraudan a quien los prueba y que cada vez son más apreciados en los mercados nacionales e internacionales.
Como digo, Bodegas Hermanos Sastre, nació como tal en 1992, que fue cuando una firme decisión llevó a la familia a fundar la pequeña bodega donde elaborar su propio vino procedente de sus primeras 23 hectáreas de viñedo que ya provenían del abuelo y a las que poco a poco han ido añadiendo y plantando otras nuevas hasta llegar a las cerca de 65 Ha que hoy cultivan.
Pero también en aquel momento fue cuando decidieron más cosas, como la de utilizar una forma de cultivo y elaboración totalmente tradicional y de máximo respeto hacia la vid y la tierra en la que se encuentra, con la que buscar la producción de vinos de calidad y darles un carácter único. Un carácter nacido de la tierra de La Horra y de sus viejos viñedos, para poder ofrecer todo el gusto y el placer que se puede encontrar en cada una de sus añadas: riqueza, densidad, dulzura, elegancia, raza, pureza y frescura. ¡¡¡¡Casi nada!!!!
En bodegas Viña Sastre los viñedos están en Roa y sobre todo en La Horra y no muy alejados de la bodega, a una altitud de 800 a 840 metros sobre el nivel del mar en pequeñas colinas dirigidas hacia las cuencas de los ríos Duero y Gromejón, que concentra las temperaturas cálidas del verano y aumenta la madurez y donde el suelo, (principalmente arcillo-calcáreo, pero también de areniscos y cantos rodados), es drenado naturalmente por la propia cuesta de los viñedos. Aquí cultivan fundamentalmente uvas de la variedad autóctona Tinta del País o Tempranillo, que acompañan con algo de Cabernet Sauvignon y Merlot, como variedades principales.
Depósitos interiores Depósitos exteriores
Los métodos de elaboración en esta bodega son muy sencillos porque, como ellos mismos dicen: “diseñan los vinos ya desde el propio viñedo”. Después de un cultivo natural, sin la adicción de abonos minerales, herbicidas ni insecticidas, se vendimia cada tipo de vino por separado y se lleva a su depósito correspondiente, donde lo dejan fermentar con sus propias levaduras autóctonas, controlando la temperatura, eso sí, por medio de depósitos con camisas refrigerantes. Después, cuando la vinificación ya está concluida, se estabiliza por medio de frío, pero no con máquinas, si no de forma natural; sencillamente sacan el vino a unos depósitos en el exterior, donde las temperaturas de diciembre y enero en La Horra alcanzan hasta los 15ºC bajo cero. De esta manera, los vinos se quedan limpios de una manera natural y sin ningún método físico o químico agresivo que altere su calidad.
Después, aquellos vinos que lo requieran van a efectuar su crianza en la bonita nave de barricas que, como los grandes châteaux, la dividen en dos estancias. En la primera maduran los vinos más genéricos de la bodega, como es el caso del Roble o el Crianza; y en la segunda lo hacen los vinos de la gama premium y los más exclusivos. Todo ello con la máxima pulcritud y uniformidad.
LOS VINOS:
Los vinos de Viña Sastre son vinos sinceros, sin añadidos ni en la viña ni mucho menos en la bodega. Son el resultado de aplicar la filosofía de la familia Sastre desde sus comienzos y que nadie mejor que ellos mismos para definirla:
“Nuestra filosofía es elaborar una producción limitada con ilimitados cuidados. Por eso somos respetuosos con la tierra, manteniendo un cultivo tradicional, sin adición de abonos minerales, herbicidas o insecticidas. Una forma de hacer las cosas que determina la personalidad y calidad de nuestros vinos”.
Viña Sastre es, como decimos, una de las bodegas referentes hoy en Ribera del Duero, conocida y apreciada tanto por sus vinos de gama tradicional y referenciados como VIÑA SASTRE, (rosado, roble y crianza), como por sus otros vinos de alta gama: PAGO SANTA CRUZ, REGINA VIDES, ALMA DE ACOS, o el ‘especial y elegante’ ACOS o el ‘mítico y exclusivo’ PESUS, (del que, en buenas añadas, dicen que sólo se elaboran unas 1.800 botellas). He de decir que de estos dos últimos o de otro llamado CAROD, (creo recordar), no hablaremos hoy porque nunca los hemos podido probar. No sé si será por su elevado coste o porque será, pero lo cierto es que nunca hemos tenido una de esas botellas en ninguna de las mesas a las que nos hemos sentado.
Creo recordar que también elaboran algún vino blanco, (FLAVUS creo que se llama), con uvas de variedades blancas, (no sé si con Albillo o con otra variedad que pudiera ser Pirulés, Alarije u otra parecida), intercaladas entre los viñedos viejos de tinto que tienen desde la época del bisabuelo. Pero como digo, de este vino tampoco hablaremos porque es un vino que desconozco completamente.
VIÑA SASTRE – Rosado
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 9ºC.
Es la ‘Niña Bonita’ de la Bodega porque hace honor a la Matriarca de la familia. Es un buen vino Rosado de Bodegas Viña Sastre que está elaborado con uvas de la variedad Tempranillo 100% procedentes de viñedos propios de la zona de La Horra (Burgos). Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional mediante sangrado, con una suave maceración para darle al vino ese bonito color afresado y mantener sus características afrutadas y frescas que lo hacen tan suave y gustoso.
A la Vista: Este vino presenta un color rosa fresa, de capa media, con ligeros tonos violáceos.
En Nariz: En nariz es muy intenso, limpio y fragante con buenos aromas de fruta roja con toques florales.
En Boca: En boca es muy fresco y equilibrado. En su paso destaca la fruta roja (fresas y frambuesas) maduras, con muy buen equilibrio acidez-cuerpo. Es suave y largo, potente y elegante. En labia retronasal aparece fruta limpia y neta con algún recuerdo floral y recuerdos a frutas rojas silvestres
Se trata de un vino rosado que resulta ideal para compartir buenos momentos de tapeo y que armoniza a la perfección con entrantes, carnes blancas, pescados grasos, mariscos a la plancha, así como con arroces, verduras y quesos suaves.
VIÑA SASTRE – Roble
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Este Viña Sastre-Roble es un vino tinto con cierta crianza, (aunque joven), elaborado por Bodegas Viña Sastre con uvas Tempranillo procedentes de viñedos propios plantados en vaso y con edades entre 20-35 años situados en La Horra (Burgos). Vendimia manual seleccionada y elaboración completamente tradicional, para darle al final un paso por barrica de unos 9-10 meses y un ligero reposo de otros 2 meses más en botella antes de salir al mercado.
A la Vista: Este vino presenta un bonito e intenso color cereza, muy cubierto y con bordes azulados que denotan todavía su juventud.
En Nariz: En nariz se muestra abierto y con buena presencia de fruta fresca y suaves notas tostadas, con toques de frutos secos, sobre un fondo especiado con aromas de hierbas de bosque.
En Boca: En boca es jugoso, fresco y maduro, equilibrado y con cuerpo. Tiene un final persistente, aunque no muy largo, pero con una firme acidez.
Es un vino bastante gastronómico, que va a acompañar muy bien a todo tipo de carnes, guisos suaves, arroces, setas y verduras plancha y quesos semicurados.
VIÑA SASTRE – Crianza
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Posiblemente el ‘buque insignia’ de la bodega, el de mayor producción y el más conocido. Se trata de vino tinto elaborado por Bodegas Viña Sastre con uvas Tempranillo que proceden de viñedos propios de los pagos Las Navas, Caroa, Carrasantamaría, Fuentenarro, Valdelayegua, Cañuelo, Carranaguix y Bercial, situados en Roa (Burgos). Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional, con una crianza mínima de 12-14 meses en barricas nuevas y seminuevas de roble francés y americano.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota, con ribetes granate. De capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz se muestra complejo y destaca la fruta negra madura, con notas tostadas y especias, cacao, canela, pimienta y vainilla.
En Boca: En boca es suave, fresco y un tanto goloso. Aparece buena fruta negra madura con tostados bien integrados, una justa acidez y con un final largo, persistente y con cierta complejidad retronasal.
Es un vino que armoniza muy bien con carnes rojas (buey, vaca y ternera), carnes de caza, asados, embutidos fuertes y quesos curados.
VIÑA SASTRE – Alma de ACOS
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC
Este Alma de ACOS es el hermano pequeño del fascinante ACOS, el que dicen que es el mejor vino de Viña Sastre y, sin embargo, uno de los más desconocidos al menos para mí. Está elaborado con uvas Tempranillo que proceden de las cepas más jóvenes (30-70 años) de los viñedos de la colina de Acos, con las que consiguen hacer un vino moderno, elegante y capaz de envejecer con elegancia. Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional con una crianza en barrica de roble francés y americano de un mínimo de 12 meses.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota madura, con ribetes granate. De capa alta. Limpio, intenso y brillante.
En Nariz: De nariz potente y compleja pero muy expresiva, con buenos aromas de fruta roja, toques anisados y notas de madera fina y sotobosque.
En Boca: Entrada en boca suave y fresca mostrando amplitud y buen equilibrio. Mantiene la fruta roja madura, con buenos tostados, unos taninos dulces bien integrados y con un final largo, aterciopelado y persistente.
Es un elegante vino tinto que armoniza perfectamente bien con carnes de buey, vaca, carnes de caza mayor, asados de cordero y/o cabrito, Guisos potentes, embutidos e ibéricos y con quesos curados o viejos.
VIÑA SASTRE – Pago Santa Cruz
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC
Elegante vino tinto elaborado por Bodegas Viña Sastre con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de un viñedo de más de 70 años plantado en vaso en una ladera del rio Duero, a 810m de altitud. Es un vino ‘Parcelario’ de vendimia manual con doble selección y una elaboración completamente tradicional. Después de la maceración y la fermentación este vino pasa una crianza en barricas nuevas de roble americano y fudres de roble francés por un mínimo de 18-20 meses y otros 14 más de reposo en botella antes de salir al mercado.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota, con ribetes violáceos. De capa alta. Intenso y brillante.
En Nariz: De nariz potente y muy aromático con presencia de frutas rojas y negras maduras, toques ahumados, suaves tostados y notas minerales.
En Boca: En boca es sabroso, afrutado y un tanto complejo. Paso envolvente y untuoso con recuerdos de fruta roja y con un final muy largo y persistente.
Se trata de un elegante vino tinto que armoniza muy bien con todo tipo de carnes rojas, carnes de caza mayor, asados y parrillas, quesos fuertes y curados.
Es recomendable decantar este vino antes de servir.
VIÑA SASTRE – Regina Vides
Variedades: 100% Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC
Es otro de los grandes vinos de Bodegas Viña Sastre. Elaborado con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos de 70-90 años plantados en vaso y situados a 820 m de altitud en la zona de La Horra (Burgos). Vendimia manual con doble selección y elaboración completamente tradicional, con una crianza de un mínimo de 18-20 meses en barricas nuevas de roble francés.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota, con lágrima densa y ribetes violáceos. De capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz se muestra complejo con buenos aromas de fruta negra madura y herbáceos acompañados de notas tostadas y torrefactos.
En Boca: En boca resulta sabroso y potente, amplio y con cuerpo. Quiere aparecer la fruta negra madura, aunque destacan más los torrefactos, el cacao o incluso el café. Final más reconocible con amplitud, persistencia y cierto dulzor.
Es un vino que va a armonizar bien con todo tipo de carnes rojas, carnes de caza, estofados y guisos de carne, legumbres con buenos embutidos, quesos curados y también con postres con predominio de frutos secos y chocolate.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
Aunque en un principio no era esta de Viña Sastre una bodega que se caracterizase por abrirse demasiado al enoturismo o gustase de enseñar la bodega habitualmente a los muchos visitantes interesados en ello, con el paso de los años sí que se han dado cuenta de que esta actividad era también muy buena para el negocio e importante para que el público en general conociera, no solo sus vinos que también, sino la forma y los métodos utilizados para conseguir tan buenos productos, apreciar las bondades de esta tierra y con ello llegar todavía a más gente, fundamentalmente por el consabido y tan utilizado ‘boca a boca’, que dicho sea de paso, es tan importante en este mundo del vino.
Pero hoy sí que lo tienen claro y consideran de vital importancia esta actividad y nosotros que lo agradecemos porque seguimos, bodega a bodega, ampliando nuestros conocimientos y disfrutando, (mira que lo repito y no me canso de decirlo en cada bodega que visitamos), de este mundo tan maravilloso que forman las bodegas y sus vinos.
De igual manera tenemos que agradecer a todo el equipo de Bodegas Viña Sastre, a su propietario Jesús, a sus hijos, al enólogo Álvaro Martínez y a todo el personal, por su profesionalidad, su sapiencia, su amabilidad y por la gran pasión que sienten por la naturaleza, por estas tierras, por sus viñedos y lo agradecidos que estos les están por esas ‘podas en luna menguante’ y como consecuencia de ello, por los grandes vinos que cada año producen.
Claro que hay que agradecerles igualmente por ser capaces, en unas 2 horas o 2 horas y media, de transmitir todo eso y mucho más con toda la naturalidad del mundo y hacernos al final quedar con ganas de seguir aprendiendo todavía más delante de una magnífica cata de varios de los vinos que han elaborado y que ya sentimos como algo nuestro. MUCHAS GRACIAS POR TODO…
CRDKEN – JMQ
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