Bodega PAGO DE LOS CAPELLANES (Pedrosa de Duero, Burgos).

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Descripción

“Somos vino. Es lo que hacemos y es lo que haremos”

Pago de los Capellanes, es una joven bodega situada en Pedrosa de Duero que forma parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero. La bodega está rodeada de viñedos, (alguno con más de 100 años), plantados en una de las zonas más privilegiadas de la Ribera del Duero burgalesa para la elaboración de grandes vinos procedentes de uvas, (Tempranillo 100%), de una gran calidad.

El nombre de la bodega tiene muchos años de historia. En el siglo XIV la pedanía de Pedrosa del Duero, albergaba una parroquia en la que los capellanes daban misa a cambio de pequeñas parcelas de terreno. Al cabo del tiempo, la parroquia llegó a reunir un extenso pago. Años más tarde las tierras pasaron a manos del Ayuntamiento, aunque para los habitantes de la zona aquellas tierras siempre seguirían siendo el Pago de los Capellanes que acabaría dando este nombre a la bodega.

Pago de los Capellanes es hoy una bodega familiar que tuvo su inicio aquí, en Pedrosa de Duero (Burgos), el pueblo natal de Paco Rodero, (todos mis respetos y mi reconocimiento a este gran hombre que nos dejó el 22 de marzo de 2023. Descanse en Paz). Paco, con su padre Doroteo, cuidaba desde bien pequeño su viñedo familiar, unas pocas parcelas que (como hemos dicho antes), formaban parte del pago que había pertenecido a los capellanes del pueblo siglos atrás.

Estefanía con sus padres: Conchita y Paco (+). Fotos del Archivo de la Bodega

Este pequeño viñedo de la variedad autóctona Tinto Fino (Tempranillo) fue el principio del proyecto de Paco Rodero y su mujer Conchita Villa. Desde entonces, han trabajado las viñas, primero para proveer a bodegas de la Ribera del Duero y luego para fundar la suya propia, donde llevan elaborando vinos desde 1996, siendo ahora su hija Estefanía Rodero Villa la que comanda este proyecto familiar que tiene que seguir adelante, porque ese era el sueño de Paco y lo es también del resto de la familia. Además, desde el año 2014 son también propietarios de la bodega O Luar do Sil, donde elaboran vinos blancos en Valdeorras a partir de la variedad blanca Godello. Y también desde 2020, vuelta a las raíces, esta vez, a Fuentenebro, al sur de la Ribera, a un antiguo enclave minero donde hoy cultivan viñedos casi en boutique y donde la altitud y el suelo marcan el perfil de unos vinos más finos, frutales y frescos. De nuevo, “el recuerdo de la juventud, y la búsqueda de la elegancia, marcaron el rumbo de Rodero y su familia para dejar su impronta en estas tierras”.

El gran contraste de temperatura de más de 20 grados entre el día y la noche favorece aquí la maduración de los racimos, potencia su grado alcohólico, el color y los taninos, además de ayudar a mantener una acidez muy equilibrada en los vinos. Los suelos están compuestos mayoritariamente por arcilla, grava y arena, aportando a la viña drenaje y reservas naturales de hidratación y temperatura, lo que dará pie a vinos aterciopelados con una marcada estructura y mineralidad. Así lo expresan en la Bodega:

“Somos a la vez vergel de viña y adusto altiplano, y este contraste tan dispar tiene un claro espejo en el clima de extremos. En plena maduración, la insólita amplitud de temperaturas entre los días tórridos y las noches frías explica el carácter de las uvas, sometidas a un esfuerzo del que surge su impresionante equilibrio”.

Está claro que los vinos Pago de los Capellanes se encuentran en una zona de la Ribera del Duero que es especialmente privilegiada por su clima y sus suelos. Un minucioso estudio de Ferran Centelles para Jancis Robinson así lo afirma, basándose en notas de cata para localizar las mejores áreas de viñedo de la apelación. Pago de los Capellanes es una de las bodegas clásicas de la Denominación de Origen Ribera del Duero y tiene sus viñedos en una de las mejores zonas de esta D.O.

“El vino se elabora en el viñedo, y es en el viñedo donde ponemos todo nuestro esfuerzo para expresar con transparencia y honestidad la personalidad única del lugar. Siguiendo la mejor tradición de nuestros orígenes, el manejo de la viña es minucioso, consciente del entorno y comprometido con la diversidad y riqueza de los ecosistemas”.

Hasta hoy, la familia Rodero-Villa es propietaria de más de 125 hectáreas de viñedo, todo de Tempranillo en espaldera, dividido en 35 parcelas que se elaboran por separado. La variedad autóctona Tinta Fina o Tempranillo, se caracteriza aquí por su gruesa piel, que la protege de las condiciones extremas de la zona y da pie a vinos intensos en lo que a color, estructura y carga tánica se refiere. Aunque inicialmente apenas había unas pocas cepas seleccionadas, año tras año han ido multiplicando sus mejores clones. Las plantas que mejor se han adaptado al terreno y a la climatología se han escogido en campo para obtener una amplia variedad de parcelas. Cada parcela recibe un cuidado personalizado según sus características para obtener de ella los mejores frutos. Una producción reducida permite el estricto control de la calidad del producto, así como el seguimiento de todas las partidas embotelladas.

En los viñedos obtienen 4.500 – 5.000 kg de uva por hectárea, muy por debajo de los 7.000 permitidos por el C.R.D.O de Ribera del Duero, una cualidad que garantiza la mejor calidad en la materia prima, lo que se refleja luego en la gran calidad de los vinos obtenidos.

La conservación de ocho nogales centenarios situados en las viñas parece ser que fue el punto de partida que determinó el emplazamiento de esta bodega, que optó desde el principio por un esquema que realzara la forma del patio en el que se desarrollan las diversas funciones de elaboración. La gravedad fue otro de los elementos distintivos y de los que más se tuvo en cuenta en el diseño de la bodega, porque así iban a poder ahorrar costos en energía, facilitando a su vez las diferentes labores de los procesos de elaboración.

Otro aspecto importante era el entorno y es por eso que la totalidad de la bodega se integra perfectamente en el paisaje natural que lo envuelve a través de un continuo y fluido manto de hiedra, enriquecido con la majestuosidad de los nogales centenarios. También los grandes espacios interiores que dan amplitud al conjunto, facilitados por los enormes ventanales y cristaleras, permiten observar los bonitos viñedos que rodean la bodega, consiguiendo en función de la época del año, transmitir diferentes sensaciones, (todas buenas), a los visitantes que se acercan por este enclave tan especial y maravilloso que conforman la bodega y los viñedos de Pago de los Capellanes.

Dispone de un edificio de planta rectangular que en el lado oeste del patio de nogales alberga la parte de entrada de la uva en vendimia y los depósitos de fermentación. La bodega de elaboración, sufrió modificaciones y se amplió años después de la construcción para dar capacidad al volumen actual de producción, que debe superar ya el millón de botellas/año.

El proceso de crianza se hace en la funcional bodega subterránea a 10 metros de profundidad. Aquí reposan los vinos en barricas de roble francés nuevo (1-3 años) hasta que alcanzan la madurez óptima para su mezcla o coupage. Una selección de 22 tipos de roble francés según su origen (Alier, Nevers, Centro), secado al aire libre (de 24 a 60 meses) y tostado, ayudan a envejecer el vino, que reposará después en los botelleros hasta completar su ciclo.

 

LOS VINOS:

Desde los inicios de esta aventura, el matrimonio Rodero – Villa, rodeados de un excepcional equipo, y apostando por una forma muy particular de concebir el vino, ha logrado sin duda cumplir un sueño que se remonta a 1980, consiguiendo que su Pago de los Capellanes acaricie ese anhelado reconocimiento de calidad tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, con  vinos de perfil moderno, con aires atlánticos, elegantes y sabrosos, y elaborados con la suficiente maestría para que no olviden el origen de su raíz ribereña.

Tal como hemos dicho, en 1996 Paco Rodero y su esposa Conchita Villa decidieron que era el momento de iniciar juntos este bonito proyecto, en un lugar emblemático del pueblo que había sido lugar de residencia de los capellanes de Pedrosa y es por eso que quisieron poner a la bodega el nombre de Pago de los Capellanes. Desde entonces hasta hoy han conseguido con mucho trabajo y esfuerzo convertirse en todo un referente de calidad dentro de la Ribera del Duero, elaborando los que podríamos llamar “Vinos de Culto”. Tal es así que, como alguien dijo alguna vez, han sido capaces de convertir en verdaderos “FANS” a la mayoría de sus clientes.

Algún día podremos probar ese otro Vino de Parcela tan especial llamado ‘Pago de los Capellanes-DOROTEO’, en honor al padre de Paco Rodero y que en cualquiera de sus añadas, me han dicho que realmente es algo excepcional. Algún día llegará a nuestra mesa una de esas magníficas botellas de esta referencia, pero por el momento ya nos conformamos con poder seguir disfrutando de los que vamos a mencionar a continuación, tanto los genéricos (Roble, Crianza y Reserva), como los llamados Vinos de Parcela, (El Nogal y otro también ‘Exclusivo y Excelente’ llamado El Picón).

Aunque en la foto de arriba aparecen también los blancos de Valdeorras, solo hablaremos de los tintos de Pedrosa de Duero, que son los que corresponden a esta bodega Pago de los Capellanes de la Ribera del Duero.

PAGO DE LOS CAPELLANES – Roble

Variedades: 100% Tempranillo (Tinta Fina).

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.

Se trata de un monovarietal de Tempranillo procedente de viñedos propios de más de 25 años, seleccionados en los municipios de Pedrosa de Duero, La Horra y Gumiel del Mercado. Para su elaboración este vino tinto pasa por una crianza de 5 meses en barricas de roble francés de 300 litros. La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable donde se realizan dos controles de densidad y temperatura al día. Después se inicia la fermentación maloláctica con temperatura baja controlada y un removido periódico.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota con ribetes oscuros y de capa alta muy limpio y brillante.

En Nariz: Es de nariz fresca y muy aromática, con frutas rojas, toques florales y un fondo especiado de buena madera.

En Boca: En boca es fresco y alegre, carnoso y con una vibrante acidez que muestra una elegante estructura con un final largo y muy aromático.

Este Vino Roble es ideal para compartir buenos momentos de tapeo, así como para acompañar con todo tipo de carnes, guisos de carne, estofados, legumbres, embutidos y quesos de todo tipo.

 

PAGO DE LOS CAPELLANES – Crianza

Variedades: 100% Tempranillo (Tinta Fina).

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.

Este Pago de los Capellanes-Crianza está elaborado con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios situados en Pedrosa de Duero. Vendimia manual seleccionada y fermentación en depósitos troncocónicos de acero inoxidable, para darle posteriormente una crianza de 12 meses en barricas de roble francés. Es embotellado sin ningún tratamiento de clarificación o de estabilización, por lo que es posible que con el tiempo puedan aparecer algún sedimento natural de materia colorante o de tartratos.

A la Vista: Presenta un profundo color rojo picota con brillantes ribetes violáceos. De capa alta.

En Nariz: En nariz muestra unos limpios e intensos aromas a frutas rojas y negras, con matices especiados aportados por la madera de roble francés y un regaliz muy marcado.

En Boca: En la boca se muestra amplio, fresco, equilibrado y sedoso, pero con mucha estructura y potencia. Posee unos taninos bastante dulces, y un largo final pleno de aromas y sabores que dejan un agradable postgusto.

Se trata de un vino que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes rojas, carnes de caza, guisos fuertes, buenos embutidos y quesos curados y semicurados.

PAGO DE LOS CAPELLANES – Reserva

Variedades: 100% Tempranillo (Tinta Fina).

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

Estamos ante un elegante vino tinto de la Bodega Pago de los Capellanes, elaborado con uvas Tinta del País (Tempranillo) procedentes de los viñedos más antiguos de la bodega ubicados en Pedrosa de Duero, (son vides de casi 100 años). Vendimia manual con doble selección y elaboración completamente tradicional con una crianza de 14 meses en barricas de 225 litros de roble francés de grano extra-fino y un reposo en botella de otros 22 meses más

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo cereza-picota con matices rubí en capa media-fina.

En Nariz: En nariz muestra unos limpios e intensos aromas a fruta madura, (cereza, grosella y cassis), con matices ahumados y especiados aportados por la madera de roble francés.

En Boca: Es un vino de boca fresca y equilibrada, sedoso y potente, con unos taninos muy pulidos, y un largo final lleno de sabores y sensaciones aromáticas.

Estamos ante un sedoso y elegante vino tinto que armoniza perfectamente bien con carnes rojas, carnes de caza, asados, embutidos y quesos curados y viejos.

PAGO DE LOS CAPELLANES – EL NOGAL

Variedades: 100% Tempranillo (Tinta Fina).

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 16 – 18ºC.

Este vino, EL NOGAL, junto con ‘eminente’ El Picón y el ‘exclusivo’ Doroteo, son los que se pueden clasificar como ‘Vinos de Parcela’ de la Bodega Pago de los Capellanes. Está elaborado con uvas Tempranillo procedentes de una pequeña parcela de 6 Ha en Mambrilla de Castrejón con suelos arcilloso-calcáreos, llamada El Nogal, de producción muy limitada y controlada. Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional con una maceración a baja temperatura (14ºC) durante 6 días. Fermentación alcohólica durante 28 días a 26ºC en fudres cónicos de madera de roble francés con levaduras autóctonas. Maloláctica en barricas nuevas de roble francés durante 20 días a 22ºC. Crianza posterior de 22 meses en barricas nuevas de roble francés de grano seleccionado, rotando por 4 tipos de roble diferentes. una vez finalizada la crianza, se embotella sin filtrar ni clarificar.

A la Vista: Presenta un intenso color rojo rubí con ribetes granates.

En Nariz: Nariz limpia con intensos aromas a flores y frutas compotadas, con tonos tostados y torrefactos, con suaves especiados.

En Boca: Boca fresca y muy equilibrada, con paso sedoso, intenso y muy sabroso, con taninos vivos muy pulidos, y un final largo y placentero.

Es un tinto muy elegante, concentrado, potente y complejo, con gran potencial de guarda que recomendamos decantar con antelación y que solo elaboran en añadas excepcionales. Armoniza muy bien con carnes rojas, asados, caza mayor, guisos de carne y arroces camperos. También con postres de chocolate.

PAGO DE LOS CAPELLANES – EL PICÓN

Variedades: 100% Tempranillo (Tinta Fina).

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

Este gran vino EL PICÓN es sin duda uno de los vinos más excelsos de Pago de los Capellanes. Procede de una de las viñas más viejas y, junto con El Nogal y el ‘exclusivo’ Doroteo, son los denominados como ‘Vinos de Parcela’ de la Bodega. Está elaborado con uvas Tempranillo procedentes de la parcela El Picón situada en Pedrosa del Duero. Vendimia manual seleccionada y elaboración tradicional con una crianza de 22 meses en barricas de 225 litros de roble francés de grano extra-fino con 60 meses de secado.

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo rubí con ribetes granate. De capa media-alta.

En Nariz: en nariz muestra unos limpios e intensos aromas balsámicos, conjugados con frutas rojas y negras maduras, terminando con matices balsámicos y especiados aportados por la madera de roble francés.

En Boca: En boca es elegante, vibrante y muy equilibrado, aterciopelado, intenso, sabroso y profundo, con taninos vivos muy pulidos, y un final muy largo con un retrogusto que llena todos los sentidos.

Se trata de un elegante vino tinto que armoniza perfectamente bien con todo tipo de carnes rojas, carnes de caza, aves, asados de cordero y cabrito y también con guisos de carne, embutidos, ibéricos y quesos de oveja curados y viejos.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

La Bodega Pago de los Capellanes es, sin duda, una bodega de ‘vinos de alta calidad’ que se ha ganado una gran reputación en el mundo vinícola, tanto a nivel nacional como internacional, siendo elegida en alguna ocasión como una de las 100 mejores bodegas del mundo por la prestigiosa revista Wine & Spirits, así como otros muchos reconocimientos y menciones especiales de críticos y especialistas y/o medallas conseguidas por varios de sus vinos.

Aquí, en el corazón de la Ribera del Duero, (Pedrosa de Duero), como también un poco más al sur, en Fuentenebro, en tierra minera y al encanto y protección de la Serrezuela y en las laderas orensanas de Valdeorras, (Bodega O Luar do Sil), los responsables de la Bodega Pago de los Capellanes y todo su equipo practican en sus viñas y bodegas la forma más bella de amar estos lugares: “elaborar vinos llenos de naturaleza, energía y emoción” para enseñar al mundo la grandeza de estas tierras llenas de vida y con muchas cosas que ofrecer.

Todo mi reconocimiento sobre todo a Estefanía por oir la llamada de la tierra de sus padres y abuelos, llenándose de valor para abandonar su brillante carrera como arquitecto, y regresar para seguir adelante con este ilusionante y magnífico proyecto que seguro seguirá creciendo y ofreciendo “nuevos” y grandes vinos. Estoy completamente seguro de que PACO RODERO, allá donde esté, se sentirá bien orgulloso de su legado y de lo que esta familia seguirá haciendo por esta ‘su bodega’ que con tanto cariño y esfuerzo consiguió poner en pie … TRANQUILO PACO, QUE EL SUEÑO CONTINUA….

Y también muchas gracias a Vanesa por su paciencia y sus buenas explicaciones que hacen de la visita a Pago de los Capellanes todo un placer y no solo para los sentidos, que por supuesto también.

CRDKEN – JMQ

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