Descripción
‘EL COMPLEJO ENOLOGICO DE UNA GRAN FAMILIA’
La historia de las Bodegas El Lagar de Isilla y de sus vinos comenzó en el año 1995 en la bodega histórica, anterior al siglo XV, ubicada debajo del restaurante El Lagar de Isilla de Aranda de Duero. Allí, a 12 metros de profundidad, la familia Zapatero Pinto, (José Zapatero y Victoria Pinto), elaboró las primeras 50.000 botellas de un vino que hoy ya es una referencia a nivel Nacional e Internacional, con producciones anuales que superan las 300.000 botellas, algunas de ellas con referencias numeradas procedentes de Majuelos con más de 100 años.
La “Bodega Histórica”
La llamada Bodega Histórica la componen, como decimos, una serie de galerías subterráneas, a 12 m. de profundidad en el mismo casco antiguo de Aranda de Duero, justo debajo del restaurante del mismo nombre. Aunque el primer indicio escrito con la existencia de las bodegas subterráneas de Aranda de Duero data del siglo XV, parece ser que estas pudieron ser excavadas allá por el siglo XIV o quizá a finales del XIII. Su utilidad principal era la de conservar el vino, pero en algunas ocasiones se usaba también como refugio o como vía para salir fuera de la muralla que protegía la ciudad.
Se tiene constancia hasta el año 1.900 de la elaboración de vino de forma artesanal en esta bodega, y fue en el año 1.903 cuando la bodega inicia su andadura más industrial. En 1.929 se hace una reforma importante de medios y tecnología de la época, siendo una de las primeras bodegas en el embotellado en recipiente de vidrio, así como sistemas mecánicos de despalillado y prensado.
Todo esto se realizaba en el lagar, siendo su transporte a bodega por medio de porteadores en pellejos de piel de cabra. El punto de venta del vino se situaba en la parte delantera del lagar, siendo subidores de vino los que facilitaban el vino a los clientes. Este sistema de elaboración se utilizó hasta los años 1.965-1.970, época en la que nacen las cooperativas y se abandona el, hasta entonces, sistema tradicional.
Desde bien pequeño, José Zapatero, tuvo que trabajar en el negocio familiar de sus padres muy unido a la hostelería, pero siempre que podía se escapaba con su abuelo al cercano pueblo de Fresnillo de las Dueñas para aprender de él y darse el gusto de elaborar en la Bodega-Cueva del abuelo el ‘Vino Clarete’ que este le había enseñado y a él le encantaba elaborar. Ya una vez casado con Victoria, regentaron durante años la famosa cantina o restaurante del Cine Aranda a orillas del rio Duero, pero siempre tuvo muy claro que lo suyo era hacer buen vino y que algún día tendría su propia bodega para demostrarlo. Así y como él mismo dice:
“Para poder tener mi propia bodega no me quedó más remedio que comprar un restaurante; pero no uno cualquiera porque tenía que tener bodega y no pude hacerlo mejor que comprando el Restaurante LAGAR DE ISILLA”.
Esto sucede en el año 1.995, cuando José acomete el ambicioso proyecto de reformar la bodega del restaurante Lagar de Isilla para hacer lo que durante tantos siglos se estuvo haciendo ahí, un vino artesanal, pero con la tecnología actual, para así hacer realidad ‘su Sueño’ y elaborar unos vinos de calidad y de producción limitada amparado bajo el sello de la D.O. Ribera del Duero. Es así como nacen las Bodegas El Lagar de Isilla.
Con una reforma artesanal, la bodega primitiva se fue ampliando. Las galerías eran excavadas en los duros inviernos, cuando no se podía ir al campo por las nieves y los hielos. Se excavaba la roca arcillosa, hasta encontrar una veta de roca de arenisca por donde se iban haciendo las galerías. La bajada a la bodega se construye en arco, con bóveda de cañón de sillería, teniendo una pendiente bastante pronunciada con 59 escalones.
De cada galería se hacía un agujero hasta la superficie denominado ‘zarcera’, que servía de respiradero y vía de aireación de la bodega, y así conservar la temperatura y humedad constante que caracteriza a estas instalaciones. En cada nave o cruce se construyen arcos, de sillería y más adelante de ladrillo, que sirven de refuerzos a los techos de las naves, algunos de los mismos se distinguen en su arquitectura por estar cruzados “al bies”.
La temperatura de la bodega se mantiene bastante constante, entre 12-14ºC, durante todo el año y tiene una humedad, también constante, del 85%.
La aceptación de los buenos vinos producidos durante los primeros años por El Lagar de Isilla en esta Bodega Histórica, llevaron a la José Zapatero a plantearse una nueva ubicación para su bodega. Así en el año 2002, surge el complejo enológico de La Vid construido en La Casona de la Vid sobre una finca de estilo colonial de 1890 que había pertenecido a un rico Indiano que emigró a Argentina y volvió con ‘Plata’. Primero fue la bodega y la tienda gourmet, luego llegó el hotel y posteriormente el Spa, convirtiendo el conjunto en un referente ‘Enoturístico’ en la comarca y en toda la Ribera del Duero.
Por todo ello y como reconocimiento por la difusión y las labores enoturísticas, este complejo recibió en el año 2012 la ‘Mención Especial’ de Rutas del Vino de España al mejor establecimiento de Enoturismo y un año después, en 2013, le concedieron a la familia Zapatero Pinto el ‘Premio al Mérito Enoturístico’ que otorga igualmente Rutas del Vino de España. Desde entonces no han parado de esforzarse por ofrecer a los visitantes la mejor ‘Opción Enoturística’ de la Ribera.
Observando tranquilamente todo el conjunto, solo podemos decir que José Andrés Zapatero tenía muy claro lo que quería hacer y que supo transmitir al arquitecto su idea. Así, la bodega quedó perfectamente integrada en lo que quedó de las antiguas edificaciones de la finca, respetando los materiales de la época como la madera y la piedra. Consta de cinco naves y un edificio social con oficinas, sala de catas y un porche decorado con diversos aperos de labranza típicos de la Ribera del Duero que dan relevancia a todo el conjunto edificativo.
Los viñedos se encuentran, principalmente, en los términos de La Vid y San Juan del Monte, en los inicios de la Ribera del Duero burgalesa (este-oeste). Están situados entre 828 y 840 m. de altitud, en suelos pobres de gravas, arcillas y arenas. Tienen unas 47 hectáreas de viñedo, de las cuales 30 son de viñedo más o menos joven, unas 10 son de viñedo “viejo-joven”, (como le gusta decir a José Zapatero), que superan los 20 años y corresponden a los viñedos que el propio José plantó con sus propias manos; y otras 7 hectáreas son viñedos viejos (de 70 a 110 años) que fue adquiriendo José poco a poco en diferentes lugares hasta disponer de un total de 68 Majuelos que conforman esas 7 Ha. La variedad predominante es la Tinta del País, Tinto Fino o Tempranillo, aunque también poseen Cabernet Sauvignon y Merlot en tintas y Albillo Mayor en uva blanca.
Esta región se caracteriza por tener una pluviometría moderada tirando a baja (inferior a 450 mm de lluvia al año) y acusadas oscilaciones térmicas a lo largo de las estaciones del año, con temperaturas extremas en verano, cuando a partir de la puesta del sol descienden las temperaturas hasta unos 12ºC y a mediodía llegan a los 40ºC. Estas condiciones climatológicas, tienen gran influencia a lo largo del ciclo vegetativo de la vid y del viñedo, desempeñando un papel fundamental en el desarrollo de la planta, en la maduración de la uva y definitivamente en la calidad de los vinos resultantes.
Además, y aunque hemos hablado poco de ellos, todo el ciclo anual de la vid se realiza con personal cualificado para que, desde la viña, se marque la calidad y personalidad de los diferentes vinos que aquí se elaboran.
Estoy bien seguro que tanto José como Victoria están tremendamente orgullosos de todo lo conseguido y ese orgullo se multiplica y su tremendo esfuerzo se ha visto recompensado cuando comprueban que una nueva generación de la familia Zapatero-Pinto se incorpora con ganas y fuerza renovada al proyecto que ellos levantaron con sus propias manos. Hoy sus hijos, BEATRIZ, PILAR y ANDRÉS, forman parte activa de la empresa familiar y tienen labores muy específicas en la empresa. Así, Beatriz se encarga de la parte administrativa y directamente del restaurante de Aranda; Pilar lleva toda la parte comercial y exportación y dirige el Hotel y la parte de enoturismo; por su parte Andrés, (el más joven), ha estudiado enología y también cocina, con lo que está más encima de todas las elaboraciones, tanto de restauración como de bodega. Eso no quita que, como muy bien dice José: “Aquí todo el mundo hace de todo y apoya en las labores que más se necesitan en cada momento para sacarlas adelante”.
Igualmente, también hay que destacar la labor de todo el equipo que trabaja diariamente en la empresa y que lo forman más de 80 personas, muchas de ellas que comenzaron con José en sus inicios y continúan ellas y también sus familias.
Todos ellos lo hacen con una filosofía muy clara que responde a ‘primero de restauración’ y es poner por delante al cliente y atenderlo de la mejor manera posible para que vuelva y se traiga nuevos clientes. Pero además, José Zapatero y todo el equipo han sabido apoyarse y no apartarse nunca de los 3 “Pilares fundamentales” que han soportado este gran proyecto: “El territorio y su cultura. El Lechazo y la Micología. Y el VINO”.
LOS VINOS:
Las instalaciones del Grupo familiar El Lagar de Isilla son, por lo que ofrecen y sin duda alguna, motivo suficiente para desplazarse al pueblo burgalés de La Vid, (situado a unos 17 Km de Aranda de Duero) y poder disfrutar de ellas en todo el amplio sentido de la palabra; pero he de reconocer que las mejores sensaciones las he podido sentir a través de sus vinos, (y eso que aún no los he podido probar todos).
Foto del Archivo de la Bodega
En la actualidad se elaboran en esta bodega vinos tradicionales como el Joven, Crianza y un buen Reserva, además de un exquisito Rosado (Clarete para la familia Zapatero), y entre medias un tinto numerado al que han llamado ‘Gestación’ con una elaboración algo diferente que luego explicaremos; un excelente Vendimia Seleccionada y ese Exclusivo ‘Reserva de Familia’ con botellas numeradas y todas diferentes que diseña el propio José Zapatero; así como vinos más modernos como los Vinos de Paraje y de Pueblo donde tratan y creo que hasta consiguen, identificar el vino con el territorio de su procedencia. También han puesto en valor el Albillo Mayor, elaborando un sabroso vino blanco con esta uva tradicional de toda la vida en la Ribera del Duero llevada a su mayor expresividad. Incluso también algún ‘Moscato’.
Realmente disponen de una gama bastante amplia de vinos que completan con monovarietales y/o multivarietales (Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Garnacha y otros), que sacan al mercado bajo la I.G.P Vinos de la Tierra de Castilla y León, así como un blanco de la variedad Verdejo bajo la D. O. Rueda. Con todos ellos son capaces de atender los paladares de muchos clientes nacionales y también internacionales de 4 continentes y que una vez que los prueban, repiten seguro hasta convertirse ya en Clientes habituales.
De algunos de estos vinos, porque realmente no hemos podido probarlos todos, hablaremos a continuación un poco más en detalle, tratando de resaltar algunas de sus bondades, que realmente no les faltan:
Lagar de Isilla – Albillo Mayor
Variedades: 100% Albillo Mayor. D.O.P. Ribera del Duero
Grado de Alcohol: 13% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC.
Vino marcado por la ‘diversidad’ procedente de viñedos de más de 60 años cultivados por el sistema tradicional, sin uso de herbicidas ni tratamientos de síntesis, situados en pagos a entre 820 y 940 metros de altitud sobre suelos de arena, grava y arcilla. Vendimia manual en cajas de 15 kilos. Vinificación también diversificada, donde tras pasar por mesa de selección, para escoger primero los racimos y luego los granos, las uvas realizan una maceración en frío con sus pieles. El mosto yema se fermenta en barricas de 500 litros de roble francés nuevas y en depósito de acero inoxidable. Finalmente pasa, con sus lías finas, unos 9 meses en barricas nuevas de roble francés de 500 litros, huevos de hormigón, tinas de gres y damajuanas de cristal.
A la Vista: Presenta un bonito color amarillo pajizo, con tonos dorados. Limpio y brillante.
En Nariz: De nariz Intensa, floral, fresca y muy frutal (con abundancia de frutas de hueso) y con ciertos toques cítricos.
En Boca: En boca es elegante y sabroso, con abundancia de fruta y flores que envuelven el paladar. Ligera acidez con toques cítricos y con un final largo y persistente.
Se trata de un vino blanco muy elegante que armoniza a la perfección con todo tipo de pescados y mariscos, arroces marineros, quesos suaves y patés.
La Casona de la Vid – Albillo-Crianza 2018
Variedades: 100% Albillo Mayor. – IGP Castilla y León
Grado de Alcohol: 13% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 7 – 10ºC.
Vino de producción limitada (unas 500 botellas/añada), procedente de viñedos de 70-90 años cultivados por el sistema tradicional, sin uso de herbicidas ni tratamientos de síntesis, situados en pagos a entre 820 y 940 metros de altitud sobre suelos de arena, grava y arcilla. Vendimia manual que luego pasa por la mesa de selección, primero seleccionando el racimo y luego los granos de uvas para realizar una maceración en frío con sus pieles. El mosto yema fermenta en barricas de 500 litros de roble francés nuevas. El 80% tiene una crianza en las mismas barricas durante 6 meses con lías finas, mientras el otro 20% se deja en tinaja de barro y damajuanas.
A la Vista: Presenta un hermoso color amarillo pajizo. Limpio y brillante, aunque un poco acerado con un dorado fuerte en los bordes.
En Nariz: De nariz Intensa y fresca, con aromas a flores blancas (azahar), cítricos (pomelo, cáscara de lima) y minerales como el polvo de tiza. Suaves y elegantes toques de madera de su crianza en barrica nueva de tostado medio.
En Boca: Entrada fresca en boca, con volumen y bastante cremoso por la crianza sobre lías. Postgusto elegante con recuerdos de frutos secos como almendra y nuez, y con un final largo y persistente.
Resulta ideal para acompañar con entrantes, mariscos y pescados, arroces, calderetas y zarzuelas de pescado, quesos, foie y patés. Y también con los postres.
Lagar de Isilla – JOVEN
Variedades: 100% Tinta del país, (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 14% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.
Vino tinto joven elaborado con la variedad Tempranillo procedente de viñedos de viñedos plantados en suelos arcillosos en las localidades de San Juan del Monte y Guma. Vendimia manual en cajas de 15 kilogramos. Tras enfriar la vendimia hacen una selección del racimo en mesa de selección. Maceración en frío durante 4 días a 8ºC. Fermentación alcohólica durante 7 días a 22ºC con levaduras autóctonas y maloláctica en depósito de acero inoxidable. Ligero filtrado antes de embotellar.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo cereza con tonalidades azuladas en el ribete que denotan su juventud. De capa media-alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Intensa nariz con bastante fruta madura (moras, zarzamora y grosella), con cierto toque mineral.
En Boca: En boca resulta bastante fresco y su entrada es suave con abundancia de frutos rojos y negros y con un final igualmente fresco.
Se trata de un vino joven ideal para los momentos de tapeo y que armoniza muy bien con todo tipo de carnes blancas y rojas en la barbacoa o la parrilla. También con embutidos no muy contundentes ni picantes y quesos suaves.
Lagar de Isilla – ROBLE
Variedades: Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Albillo Mayor.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Este ‘Vino-Roble’ también llamado 122 por ser los días que le dan de crianza en barrica y también como homenaje de la bodega a la Carretera más vinícola de la Ribera del Duero, la Nacional-122, está elaborado en su mayor parte, (más del 90%) con Tempranillo y porcentajes menores de Cabernet Sauvignon y Albillo Mayor, procedentes de viñedos propios con suelos arcillosos en la localidad de San Juan del Monte. Vendimia manual con selección de racimos. Maceración en frío durante 4 días a 8ºC. Fermentación Alcohólica: durante 7 días con levaduras autóctonas a 22ºC y maloláctica en depósito de inoxidable. Ligera crianza posterior durante 122 días en barrica de roble (60% francés y 40% americano).
A la Vista: Presenta un intenso color rojo cereza-picota con ribetes cardenalicios. De capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: Aroma intenso, donde sobresale la fruta roja y negra muy madura, con un toque de especias dulces (canela, vainilla) y toques balsámicos.
En Boca: En boca es agradable y sabroso, mostrando buena amplitud y frescura. Abundancia de frutas del bosque, (mora, grosella, zarzamora), muy maduras, con toques ahumados, torrefactos y eucalipto. Suaves taninos bien integrados y con un final largo y elegante.
Es un vino ideal para tomar en cualquier ocasión y armoniza a la perfección con carnes rojas a la parrilla y asados. También con embutidos y quesos.
Lagar de Isilla – GESTACION
Variedades: 100% Tinta del país, (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
Elegante vino tinto de producción limitada y numerada que no suele superar las 10.000 botellas/añada. Está elaborado únicamente con la variedad Tinta del País procedente de viñedos propios de más de 60 años plantados sobre suelos arenosos en San Juan del Monte. Vendimia manual seleccionada. Maceración en frío a 8ºC durante 7 días. Fermentación Alcohólica durante 10 días a 25ºC, con levaduras autóctonas y maloláctica durante 7 meses en barrica de roble francés con batonages. Crianza posterior hasta completar los 9 meses, (de ahí su nombre GESTACION), en tina de roble francés nuevo de 400 y 500 litros. Ambas, barricas y tinas, con tostado medio para evitar el predominio de la madera sobre el fruto. Antes de su embotellado lleva un ligero filtrado.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo cereza, con capa muy alta.
En Nariz: En nariz destaca la fuerte presencia de la fruta negra, con ligeros toques de especias de cocina.
En Boca: Boca envolvente, compleja, larga y persistente que hacen de él un vino elegante y muy definido, con carácter y personalidad propios y con un final largo y persistente, con un retrogusto bastante frutal.
Se trata de un vino elegante que armoniza a la perfección con carnes rojas, carnes de caza, asados, embutidos fuertes y quesos curados.
Lagar de Isilla – CRIANZA
Variedades: Tinta del país, Cabernet Sauvignon, Merlot y Albillo Mayor.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
Se trata de un buen crianza elaborado con un sutil ‘coupage’ dominado en un 90% por Tempranillo con una pequeña aportación de Merlot y Cabernet y un ligero toque de Albillo Mayor procedentes de viñedos de entre 25 y 70 años situados a 800-950 metros de altitud, cercanos al municipio de La Vid, sobre suelos de grava y arena. Vendimia manual en cajas de 15 kilogramos. Tras enfriar la vendimia durante una noche a 8ºC, hacen una doble selección del racimo. Fermentación alcohólica durante 7 días a 25ºC con levaduras autóctonas y maloláctica en depósito de acero inoxidable. Posterior crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 225 y 300 litros. Filtrado ligero antes de embotellar.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo cereza-picota, de capa media alta, con ribetes violáceos. Limpio y brillante.
En Nariz: Intensa nariz con dominio de fruta roja y negra sobre un fondo de cacao y notas florales y balsámicas que le aportan frescura.
En Boca: En boca resulta fresco y carnoso a la vez que elegante y sedoso, con notas de fruta negra (mora y ciruela), roja (grosella) y regaliz sobre un fondo de chocolate con toques especiados y tostados (vainilla, tabaco). Es un vino serio, con buena estructura y acidez y con un final amplio y largo.
Es un vino ideal para acompañar con carnes rojas, carnes de caza, asados, platos de legumbres, embutidos y quesos curados y semicurados.
Lagar de Isilla – RESERVA
Variedades: 100% Tinta del País (Tempranillo).
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
Estamos ante un buen Vino reserva elaborado con Tempranillo procedente de viñedos de más de 60 años situados en San Juan del Monte, sobre suelos arenosos. Vendimia manual que al llegar a bodega las uvas se someten a una maceración en frío a 8ºC durante 7 días. Fermentación Alcohólica durante 10 días a 25ºC con levaduras autóctonas y maloláctica posterior en barricas de roble americano y francés. Crianza de 15 meses en barricas nuevas de roble francés de 225 litros con tostado medio (95%) y tostado intenso (5%). Previo al embotellado, el vino se somete a un ligero filtrado.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota de capa alta, con ribetes púrpura. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz destacan los intensos aromas de frutos negros, con notas de regaliz y suaves toques balsámicos y florales.
En Boca: En boca es elegante, serio y potente, con mucha presencia de fruta negra madura, (mora y grosella), toques de menta y chocolate con recuerdos de eucalipto. Final largo y persistente con retrogusto bastante frutal.
Es, sin duda, un vino ideal para acompañar asados, carne roja, platos de caza, guisos y platos de legumbres contundentes, embutidos y quesos fuertes.
Lagar de Isilla–Colección Especial de la Familia
Variedades: Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon – IGP Castilla y León
Grado de Alcohol: 15% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 16ºC.
Otra ‘Edición limitada’, en este caso también numerada y firmada, de Lagar de Isilla, con 784 botellas que en su momento sacaron para conmemorar la inauguración del hotel enológico “El Lagar de Isilla” y que ahora solo elaboran en añadas excelentes. Las botellas también son todas diferentes y están diseñadas por José Zapatero, propietario de la bodega. Las uvas provienen de un viñedo de más de 90 años, con producciones que no superan los 6 racimos por cepa. Vendimia manual con doble selección en mesa. Maceración en frío a 8ºC, durante 7 días. Fermentación Alcohólica durante 5 días a 24ºC y maloláctica en barricas nuevas de roble francés. Crianza de 24 meses en barricas nuevas de roble francés de 300 litros con tostado medio. Ligero filtrado previo al embotellado.
A la Vista: Presenta un hermoso color cereza-picota, con ribetes violáceos. De capa alta. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz destaca por sus buenos aromas de fruta muy madura, con toques especiados y balsámicos.
En Boca: En boca es carnoso potente y complejo, con estructura y equilibrio. Taninos bien integrados y abundante fruta madura. Final muy largo y persistente.
Este vino es todo un culto a la tradición y a la tierra que tiene gran potencial de guarda y resulta ideal para acompañar asados, carne roja y carnes de caza. También con guisos contundentes, embutidos y quesos fuertes.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
No la conocíamos, pero sin duda, la Bodega ‘El Lagar de Isilla’ se encuentra en un lugar de privilegio, junto al Monasterio de la Virgen de la Vid, del siglo XI, en el municipio de La Vid (Burgos) y a orillas de río Duero. Y tampoco tenemos duda de que aquí TAMBIÉN VOLVEREMOS….
Decir que nuestra visita a esta Bodega ha sido toda una agradable sorpresa. Nos ha llamado la atención lo bien que han sabido integrar el complejo bodeguero en las antiguas edificaciones de la finca, respetando los materiales de la época como la madera y la piedra. El resultado es estupendo y hoy en día, el conjunto consta de cinco naves y un edificio social con oficinas, una bonita sala de catas y un apacible porche que tienen decorado con diversos aperos de labranza típicos de la Ribera del Duero. Ah, y también motos viejas y hasta una de madera, escala 1:1 que cuelga y adorna la bonita tienda de vinos y productos de la zona.
Al lado, también integrado en la finca colonial, se encuentra el Hotel Boutique El Lagar de Isilla, un lujoso hotel de 4 Estrellas con su restaurante La Casona de La Vid, donde se pueden disfrutar los diferentes vinos que elaboran en la bodega acompañados de los mejores productos locales.
“Desde siempre, El Lagar de Isilla ha querido apostar por la experiencia del Enoturismo. La DO. Ribera del Duero es llamada la ‘Toscana española’, que aunque aún tiene mucho que evolucionar, tiene muchas cosas para intentar, al menos, hacer realidad esa frase y nosotros contribuimos a ello”.
En esta Bodega–Hotel se puede disfrutar de múltiples experiencias: Catas de vino, maridajes, experiencias gastronómicas como el socorrido ‘Menú degustación’, masajes, Spa, rutas de senderismo y también ornitológicas. Por supuesto poder visitar la bodega y las viñas y, como no, el Monasterio de la Virgen de la Vid, que está justo al lado cuidado por 6 monjes Agustinos, con su bonita iglesia y con una de las mejores bibliotecas del país, así como de su diseño constructivo que algunos han calificado como “El Pequeño Escorial”.
Sin olvidar que en la bodega se puede optar por diferentes alternativas de visita, siempre alrededor del vino y con el fin de conocer de primera mano el proceso de elaboración y características de los buenos vinos que aquí elaboran.
CRDKEN – JMQ
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