Descripción
“Tradición y Vanguardia van de la mano”
FINCA RODMA, pertenece a la Denominación de Origen Ribera del Duero y está situada en la localidad de Quintanilla de Arriba, justamente en el Km 321,5 de la N-122, (esa carretera tan vitivinícola que une Valladolid con Soria y que acompaña tan bien al río Duero en gran parte de su recorrido). Sus viñedos forman parte de la conocida como ‘Milla de Oro’ de la Ribera del Duero, zona española privilegiada para la elaboración de vinos de alta calidad, por su particular climatología y suelos y también por su importante historia.
La propietaria actual de la bodega es la familia Martín Rodríguez del Grupo Valdecuevas, reconocida empresa del sector agroalimentario de Castilla León y productores también de grandes vinos blancos en Rueda.
Creo que es ya la tercera generación de la familia dedicada a la producción de vinos de gran calidad. Son ya muchos años de tradición familiar cuidando la materia prima para ofrecer a sus clientes unos vinos de una calidad exquisita y con un carácter bastante especial.
Aunque, como hemos dicho, esta Familia lleva años en este mundo de la vitivinicultura, creo que aquí fue el año 2019 cuando Finca Rodma comenzó a dar sus primeros pasos en la conocida como ‘Milla de Oro’ de la D.O. Ribera del Duero. Pero desde entonces, avanza de manera segura y constante en la consecución de su principal objetivo: ser un referente en la zona en la elaboración de vinos exclusivos de la más alta calidad.
Está claro pues, que la filosofía de trabajo de Finca Rodma es buscar la calidad frente a la cantidad, por esto en primer lugar miman el cultivo de la uva y luego también trabajan con una vinificación minuciosa y detallista, moderna a la vez que artesanal. Para ello disponen de unas 14 hectáreas de viñedo y con diversidad de tipos de suelo (calizo, arenoso, arcilloso, pedregoso) y altitudes desde los 650 hasta los 980 metros sobre el nivel del mar. Son viñedos cuidadosamente seleccionados por su terruño en la zona de bodega, también en Pedrosa de Duero, Olmos de Peñafiel y el páramo de Pesquera. Sin duda, da gusto observar este hermoso viñedo en un entorno privilegiado para cultivar la mejor uva Tempranillo, esta uva caracterizada por necesitar unas condiciones climáticas particulares y que aquí tiene realmente lo que necesita. Explican muy bien esta circunstancia en la bodega, cuando dicen:
“En Finca Rodma elegimos cada una de las uvas que, con mucha delicadeza, se convierten en un extraordinario vino lleno de matices. Una uva Tempranillo de piel gruesa y color negro azulado seleccionada a mano, cuyas condiciones climáticas, cuya luz, tierra y aire la hacen única en todo el planeta”.
No hay duda (solo hay que verlo) que tienen un entorno privilegiado para esta uva caracterizada por necesitar unas condiciones climáticas particulares. Aquí la climatología está marcada por una pluviometría más bien baja (no suele superar los 450 mm). Los veranos son secos y calurosos y los inviernos largos y fríos y con importantes diferencias de temperatura entre el día y la noche, sobre todo durante los periodos más críticos como el envero y la maduración de la uva.
La bodega está ubicada en el centro de los viñedos, (al más puro estilo ‘Chateau’ francés), para tener más control de la calidad y de cada proceso de elaboración del vino, ya desde el propio viñedo (que es dónde realmente se hace el vino), consiguiendo que la uva llegue rápidamente a bodega una vez se ha vendimiado y lo haga en las mejores condiciones.
También cuentan con una instalación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo, con lo que consiguen ahorrar mucha energía, reduciendo así el impacto medio ambiental y afianzando su compromiso de sostenibilidad, porque como ellos dicen: “Hace mucho tiempo que elegimos ser respetuosos con el medio ambiente, disminuyendo el impacto medioambiental en todos nuestros procesos”.
Así, podemos decir que Finca Rodma se encuentra en la vanguardia de la innovación, utilizando la tecnología en aras de respetar el medio ambiente, así como el cuidado de las uvas. Todo ello compaginado con un gran respeto a las tradiciones, pero sin dejar de lado las mejoras que ofrece la tecnología.
De esta forma, el edificio genera de por sí, una simbiosis perfecta entre naturaleza y arquitectura, respetando también (y por encima de todo), los valores intrínsecos del paisaje. La figura pétrea que emerge del terreno, completa un paisaje casi idílico. Funcionalmente, la bodega se divide en dos cuerpos unidos entre sí, elaboración y crianza.
En el proceso de elaboración emplean un moderno sistema por gravedad, de esta forma pueden extremar el mimo y cuidado de la uva durante todo el proceso. Disponen de pequeños depósitos troncocónicos de acero inoxidable y tinas de madera para optimizar la maceración y poder elaborar por separado cada una de las parcelas y adecuar la vinificación a sus características propias, tratando de darle a cada vino su propia personalidad.
No hay duda de que el punto de partida de esta bodega, (con toda la familia y su enólogo Antonio Nieto al frente), es una elaboración artesanal reduciendo la utilización de elementos mecánicos que puedan dañar la uva. El resultado son vinos más naturales, en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades y con un carácter y personalidad propia. Es también, la mejor demostración de cómo la innovación y el respeto por la naturaleza pueden coexistir en la producción de vinos de gran calidad y de alta gama.
Para finalizar, hay que decir que el Grupo Valdecuevas adquirió en 2019 esta bodega con el objetivo de ampliar su oferta de productos gourmet en el mercado.
Tras esta adquisición, el Grupo añade a su portfolio de productos premium vinos de gran calidad de la Ribera del Duero. Actualmente el Grupo produce también vinos blancos de la variedad verdejo con D.O. Rueda como Valdecuevas Verdejo o Flor Innata, vinos rosados como Flor Itura y vinos frizzante bajo el nombre de Diwine. Además, Valdecuevas produce también aceites de oliva virgen extra (AOVE) procedentes de sus propios olivos ubicados en Medina de Rioseco, como son: Pago de Valdecuevas, Valdecuevas Chef y General Blake.
De hecho, la familia castellanoleonesa Martín Rodríguez, propietaria del Grupo Valdecuevas, comenzó su andadura en el sector agroalimentario en 1984. Desembarcaron en el mundo del aceite en 2008 cuando plantaron sus primeros olivos. Por su parte, Pago de Valdecuevas nació en 2011 con la construcción de una almazara en Medina de Rioseco, la primera de la provincia de Valladolid. Luego en 2011 dieron el salto al sector vitivinícola con la compra de un viñedo en el término municipal de Rueda (Valladolid). La bodega cuenta ya con un gran reconocimiento debido a la calidad de sus vinos, elaborados con una excepcional uva verdejo procedente de un viñedo situado en el ‘Triángulo de Oro’ de la D.O. Rueda, complementándolo después en 2019 con esta nueva bodega, Finca Rodma, en plena ‘Milla de Oro’ de la D.O. Ribera del Duero.
LOS VINOS:
Los vinos de FINCA RODMA son unas verdaderas ‘joyas enológicas’. Su gama de productos no es extensa y todos llevan un adecuado paso por barrica. Vinos con una personalidad única y un sabor que nos va a llevar a la más pura esencia de la Ribera del Duero. Producciones bajas, que como ellos dicen:
“Limitamos las producciones primando la exclusividad y el proceso artesanal, elaborando así un producto elegante, con carácter y con personalidad propia”.
Son vinos muy ligados a la propia naturaleza y sobre todo al entorno del río Duero que baña estas tierras. Por eso la bodega hace una curiosa armonización de sus vinos con la fauna que comparte su espacio con el viñedo y las aguas que lo alimentan. Y lo expresan así, de una manera, más o menos, poética:
“La naturaleza sabe elegir y por eso la trucha elige el río por sus aguas. Y lo convierte en su hogar. Y el águila elige la trucha que le servirá de alimento haciendo que el ciclo natural se mantenga en perfecta armonía”.
Así, su vino Finca Rodma Selección, se identifica con la trucha, que eligió vivir en las aguas únicas del río Duero, cuya ribera concede las características tan especiales a estos viñedos creando las condiciones perfectas para un terroir exigente y lleno de personalidad. Por su parte el Finca Rodma Avizor busca el Águila, que eligió su hábitat en esta misma zona, a una altura considerable y que forja el carácter indomable y exquisito de una uva que da un vino incomparable. Y finalmente el Gran Rodma conjuga la unión, porque el águila eligió que la trucha sería su alimento, haciendo que el ciclo natural se mantenga latiendo en perfecta armonía en pleno corazón de la ribera del Duero. Al igual que eligen aquí, una a una, cada uva que produce este vino tan extraordinario.
O como ellos dicen, (en un símil con la mejor de las obras de teatro): “Teníamos la historia y, al final, solo teníamos que representarla de una manera cuidadosa y exquisita para facilitarle a los amantes del vino la elección de lo mejor que ofrece esta tierra”.
FINCA RODMA – SELECCION
Variedades: Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 15ºC.
FINCA RODMA-SELECCIÓN, está elaborado por Bodegas Finca Rodma con una selección uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios con más de 35 años en la zona de Curiel de Duero, con suelos franco-arenosos y caliza. Vendimia manual en cajas de 15 kg y selección en cinta antes de pasar a la despalilladora. Las uvas enteras se llevan por gravedad a los depósitos troncocónicos donde se realiza la maceración en frio (unos 20 días) y la fermentación con levaduras autóctonas y temperatura controlada de 26-28ºC, con varios remontados diarios por gravedad. Crianza posterior en barrica de roble francés (90%) y americano (10%) durante 12 meses. Reposo final en botella durante otros 12 meses más para un perfecto afinado del vino.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota oscuro con ribetes granate. Buena capa. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de frutas maduras como la mora y la ciruela, con toques especiados de pimienta negra y nuez, acompañado de notas minerales de grafito.
En Boca: Vino complejo, fresco en boca, con una marcada acidez y buena estructura. Taninos vivos bien integrados y con un final largo y persistente que deja un agradable retrogusto, un tanto dulzón, que invita a otro trago.
Es un vino tinto muy agradable y gastronómico que resulta ideal para acompañar carnes rojas, carnes de caza, asados, embutidos y quesos. Pero también pescados grasos o con salsas contundentes, guisos y estofados.
FINCA RODMA – AVIZOR
Variedades: Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.
FINCA RODMA-AVIZOR, está elaborado por Bodegas Finca Rodma con una selección uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios con más de 45-50 años de la zona del Páramo de Curiel de Duero, con suelos calizos y pedregosos. Vendimia manual en cajas de 15 kg y selección en cinta antes de pasar a la despalilladora. Las uvas enteras se llevan por gravedad a Tinos de roble francés de 8.500 litros, donde realiza una maceración en frio (unos 30 días) y la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas y temperatura controlada de 28-30ºC, con varios remontados diarios por gravedad y también la posterior maloláctica. Crianza posterior en barrica nueva de roble francés durante 15 meses. Reposo final en botella durante otros 24 meses más para un perfecto afinado del vino.
A la Vista: Presenta un intenso color rojo picota oscuro con ribetes granate. Buena capa. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de fruta negra madura (zarzamora, arándanos y ciruela negra), con toques de hierbas aromáticas y especias.
En Boca: Vino complejo en boca, potente y elegante, a la vez que suave y sedoso. Buena acidez que no desentona, pero aporta frescura y vivacidad. Taninos finos muy bien integrados. Final largo y persistente que deja un post gusto muy agradable de frutas, especias dulces, regaliz y un suave tostado.
Se trata de un elegante vino tinto (con muy buena guarda), que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes rojas (también las maduradas), carnes de caza mayor, asados, guisos contundentes, embutidos y quesos curados.
GRAN RODMA
Variedades: Tempranillo.
Grado de Alcohol: 14,5% vol.
Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.
GRAN RODMA, está elaborado por Bodegas Finca Rodma con una selección uvas de la variedad Tempranillo procedentes de 2 pequeñas parcelas de viñedo, que por su altitud y su escaso rendimiento dan una uva muy concentrada y con una notable acidez. Son viñas de más de 60-70 años ubicadas a 900m de altitud con suelos calizo-arcillosos. Vendimia manual en cajas de 15 kg y selección en cinta antes de pasar a la despalilladora. Las uvas enteras se llevan por gravedad a barricas de roble francés de 500 litros, donde realiza una maceración en frio (unos 30 días) y la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas y temperatura controlada de 28-30ºC, con varios bazuqueos diarios y también la posterior maloláctica. Después se traspasa a unas barricas de roble francés cuidadosamente seleccionadas para realizar la crianza durante 20 meses y reposo final en botella durante un mínimo de otros 18 meses más para un perfecto afinado del vino.
A la Vista: Presenta un hermoso y profundo color rojo picota, con ribetes granate y tonos rubí. Buena capa. Limpio y brillante.
En Nariz: En nariz muestra aromas de fruta negra madura (mora, arándanos y ciruela negra), con notas de sotobosque y especias dulces.
En Boca: Vino elegante y sabroso, robusto y con cuerpo a la vez que sedoso. Su buena acidez permite un perfecto equilibrio, con unos taninos finos y aterciopelados muy bien integrados. El final es prolongado, con persistentes recuerdos de fruta negra, notas especiadas y toques balsámicos y licorosos.
Un vino fino y elegante que ofrece una experiencia armoniosa para disfrutar en cualquier momento, bien sea solo o para una ocasión especial. Así mismo puede resultar ideal para acompañar con carnes rojas, asados, carnes de caza, ibéricos y quesos curados. También con pescados grasos o con salsas contundentes. Y, como no, con algunos postres con predominio de chocolate y frutas.
NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:
No hay duda de que Finca Rodma es otra de las ‘joyas de la Ribera del Duero’ y no es la única que está en Quintanilla de Arriba. Con una privilegiada ubicación, esta bodega familiar ofrece una experiencia única para los amantes del vino y para todos aquellos enoturistas que gusten de visitar y conocer en profundidad el mundo de las Bodegas. Porque, como ellos mismos reconocen:
“El enoturismo es más que una simple visita, es la oportunidad de poner rostro a la pasión, de comprender el esfuerzo que hay detrás de cada botella y de conectar de forma íntima con la cultura y la historia que envuelven a Finca Rodma y a nuestra amada Ribera del Duero”.
Como en la mayoría de bodegas de la zona, aquí también están encantados de recibir visitas para poder enseñar y explicar con detalle lo que hacen. Visitas al viñedo y la bodega, con una muy buena explicación técnica en ambos lugares y con degustación, en función del tipo de visita elegido, de algunos de sus vinos de crianza, perfectamente armonizados con productos de la zona. Dado que disponen de varios tipos y programas de visita diferentes, (incluso pueden preparar Visitas Personalizadas o Eventos Corporativos), siempre hay que hablarlo directamente con la bodega para concretar el programa que mejor se adapte a las necesidades de cada uno y cerrar fechas y horarios también directamente con ellos. Por ello, dejo aquí sus datos de contacto para poder hacerlo por cualquiera de los medios disponibles:
Dirección: Carretera N-122 – km. 321,5-Quintanilla de Arriba 47360, Valladolid.
Página web: www.fincarodma.com
E_Mail: info@fincarodma.com
Teléfono de contacto: 983 07 40 77
Horarios: L-V de 8,30 a 17,00 horas / sábados y domingos (normalmente cerrado y/o sujeto a disponibilidad).
CRDKEN – JMQ
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