Vino elaborado por Bodegas Marqués de Murrieta con las variedades: 60% Tempranillo, 30% Garnacha y 10% Mazuelo, (este no lleva Graciano), procedentes de los magníficos viñedos que la Familia Cebrian-Sagarriga tiene en la Finca Ygay (Logroño).

Está claro que los Reserva de Marqués de Murrieta llevan cerca de dos siglos siendo elaborados con el mismo esmero con el que fueron concebidos. Un extraordinario vino tinto que en algunas añadas ha llegado a tener proporciones colosales rozando a veces la perfección.

Aunque esta cosecha de 1986 no fue de las mejores de la bodega, (tan solo calificada como Buena), he de decir que a pesar del tiempo transcurrido, lo único que estas botellas, (bastante bien conservadas en el fondo de mi bodega), tenían algo dañado era el corcho que, aunque entero y guardando bien la estanqueidad, ya le quedaba poca vida y al sacarlo (con ballesta), se rompió un poco, pero sin afectar al contenido. Luego de pasar una media hora en el decantador, el vino estaba estupendo y así lo pudimos comprobar todos los asistentes a la cata de estas 2 botellas la semana pasada.

A la vista, este vino aun sigue conservando un bonito, (aunque ya no brillante) color rubí con ribetes granate y con una capa media. Aunque los aromas florales han desaparecido, no lo hizo la fruta que aun se aprecia en la nariz con algún toque balsámico. En boca mantiene su cremosidad y cierta elegancia con una suave acidez y un final no muy largo, pero todavía bastante frutal.

Como digo y aunque no es para tirar cohetes, la verdad es que nos ha gustado y siempre viene bien recordar los años 80, tanto en música como en vinos como este.

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