Descripción
“Historia, tradición y encanto se unen en Bodegas Peral”
Esta “Ilustre” bodega está situada en pleno centro del bonito pueblo del sureste Madrileño llamado Colmenar de Oreja y aunque es una bodega pequeña, (aunque no tanto), conserva ese soplo tradicional y representa (junto con otras similares (El Arco, Antonio Benito, etc), la esencia de lo que son los vinos de esta zona de Madrid perteneciente a la DO Vinos de Madrid (subzona Arganda).
Como no era un día de visita, ni la tenía concertada, no pude hacer la visita guiada y comentada, pero muy amablemente me dejaron visitar la Bodega por mi cuenta, (cosa que agradezco a Jesús). Por lo que he podido comprobar, es una bodega muy tradicional, que siguen utilizando métodos ancestrales, para hacer sus buenos vinos. Eso sí, aprovechando al mismo tiempo las ventajas que da hoy la tecnología y las herramientas y útiles modernos que facilitan los trabajos.
Visitar esta bodega tiene un atractivo especial: su cueva excavada en la piedra. Este ancestral método de conservar el vino, busca mantener unas condiciones de temperatura y humedad constantes e idóneas, y más allá de estas razones técnicas, el encanto que emana de bajar al lugar donde los vinos reposan, hace que los que nos gusta la viti-vinología, no seamos capaces de negarnos a estas seductoras proposiciones. El estar en pleno casco urbano de Colmenar de Oreja, ya la hace singular y también deja intuir que algunos años lleva la bodega en pie, para ser más exactos, según reza en logotipo, desde 1882. Se accede por un portalón, que en principio dice más bien poco con vistas a mostrar al visitante toda la riqueza histórica y enológica que se encuentra en su interior. Bajo a la cueva por unos escalones esculpidos en la piedra y en una esquina nos encontramos un pellejo de vino, como aquellos que ensartó Don Quijote con su espada en la ilustre novela, la luz es tenue y en cada escalón te da la sensación de retroceder décadas de historia. Es emocionante pensar el duro trabajo que ha tenido que llevar arrancarle a la roca cada uno de los pedazos para construir esta cuna para vinos.
La cueva se divide en una nave principal y en varias ramificaciones, allí se conservan los vinos, criándose, tanto en la fase de barrica, como de botella, a una temperatura y humedad idóneas. Aquí se elaboran principalmente las variedades Tinta de Madrid (tempranillo) y malvar. Su gama es amplia. desde vinos de aguja semidulces, hasta vermút. Destaca la elaboración “Sobremadre“, que es una técnica enológica tradicional basada en fermentar la uva blanca sobre parte de los hollejos, dejando macerar el vino sobre estos varios meses, confiriendo más cuerpo y singularidad.
Como decía, se trata de una Bodega pequeña que produce unos 3.000 Hl de vino, en las variedades ya nombradas: Tinta (sobre todo Tinta de Madrid, también llamada Tinta Fina o Tempranillo), y Cabernet y en Blanca principalmente Malvar.
No todo lo que tiene son viñedos propios, ya que solo cuenta con una Viña en propiedad y por tanto la mayor parte de su producción se basa en viticultores locales externos. Eso sí, todo el proceso de Vinificación y la Dirección Técnica se controlan desde la propia Bodega.
A partir de mitad del siglo XIX, la familia Cuellar fundó la Bodega con el fin de atender el aumento de la demanda de vino que venía de la ciudad de Madrid. Ya en el siglo XX, concretamente en 1953 esta Bodega pasó a manos de la Familia Peral, con la finalidad principal de elaborar vinos diferentes y de calidad. Para ello recurrieron a las tradiciones vinícolas ancestrales e innovaron su cultivo y elaboración al aplicar técnicas como la ya mencionada “Sobremadre”, que era una antigua costumbre de fermentar el vino con los hollejos y posteriormente los mantienen en contacto con el caldo un mínimo de 5 meses hasta el embotellado.
Me resultó muy excitante y bonito bajar a este subsuelo de la Bodega, (insisto, magnífica Cueva excavada en la roca) y pasear por ella con tantos años de historia e imaginar los diferentes episodios que ahí se habrán vivido. Además de historias de vino, seguro que estas paredes encierran otras muchas.
Decir que, tanto la Cueva como las Tinajas de barro se encuentran en perfecto estado. Todo ello es emocionante; ya desde la bajada a la cueva, lo que respìras y vas encontrando en cada paso es una experiencia en sí misma. Como además el recorrido lo hice en solitario, todavía impresiona un poco más.
La sala de Barricas, tiene un sonido y olor especial que invita a quedarse allí pensando y observando.
LOS VINOS:
Esta Bodega produce anualmente más de 300.000 l de vino y saca al mercado (también anualmente) quizá más de 200.000 botellas de sus 4 tipos de vino, (al menos de los 4 que yo he probado). Son vinos de calidad y típicos de esta Subzona del sureste de Madrid. También elaboran Vermuts, (pero estos no los he probado todavía).
Sobremadre Blanco
Variedad: 100% Malvar.
La elaboración “Sobremadre” consiste básicamente en fermentar el mosto con parte de los hollejos (25%) siendo el resto mosto virgen. Una vez acabada la fermentación no se trasiega y macera con sus lías y estos hollejos durante unos 5 meses (según el año puede variar). Todo esto con control exhaustivo de temperatura a 18ºC. Después se embotella directamente desde la cuba de fermentación sin ninguna clarificación ni filtración.
A la Vista: Color amarillo verdoso brillante, con restos claramente visibles de carbónico que se ha formado de manera endógena como consecuencia del contacto del mosto con la “madre” (uva despalillada y estrujada).
En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de levadura fina mezclados con toques de fruta que van creciendo con el paso del tiempo.
En Boca: Es en esta fase gustativa donde el vino sorprende realmente debido a su amplitud de boca, untuosidad y glicerina. La retronasal parece una copia exacta de la nariz con un final ligeramente amargo.
El vino Sobremadre cuenta con un gran abanico de posibilidades a la hora de maridar debido a su elaboración. En este sentido, resulta ideal para acompañar con aperitivos, quesos, ensaladas, pescados azules y arroces. También con carnes blancas y platos de pasta.
Sobremadre Rosado
Variedad: 80% Malvar y 20% Tempranillo.
Al igual que en el Blanco, esta elaboración “Sobremadre” consiste básicamente en fermentar el mosto de uva blanca con parte de los hollejos (25%) de variedad tempranillo siendo el resto mosto virgen. Una vez acabada la fermentación no se trasiega y macera con sus lías y estos hollejos durante unos cinco o seis meses. Todo esto se realiza con control de temperatura a 18ºC. Después se embotella directamente desde la cuba de fermentación sin ningún tipo de clarificación ni filtración.
A la Vista: Presenta un bonito color rojo rubí de capa media-baja, con restos claramente visibles de carbónico que se ha formado de manera endógena como consecuencia del contacto del mosto con la “madre” (uva despalillada y estrujada).
En Nariz: En nariz destacan aromas de levadura fina mezclados con toques frutales que aumentan poco a poco con el paso del tiempo.
En Boca: Es un vino que resulta amplio en boca y muy chispeante, con un final que recuerda a almendras amargas.
Es un Rosado que armoniza muy bien con aperitivos, quesos suaves, ensaladas, pescados y arroces. También con carnes y guisos.
Menina Tinto
Variedad: 100% Tinta de Madrid (Tinta Fina o Tempranillo)
La fermentación alcohólica se desarrolla en el depósito a la vez que la maceración de los hollejos y las pepitas en el mosto. Es un proceso que dura entre 6 y 10 días. La temperatura de fermentación es de 24ºC para evitar la muerte de las levaduras. La maceración aporta al vino el color y su estructura tánica.
A la Vista: Tiene un hermoso color rojo picota con ribetes violáceos que denotan su juventud. De capa media-alta.
En Nariz: En nariz resulta potente, persistente y franco; resaltan los frutos rojos como la frambuesa y fresa.
En Boca: En boca es corpulento, sabroso, con paso suave y buena acidez. Retronasal amplia y limpia donde vuelve a surgir la fruta roja.
Resulta un vino ideal para acompañar con quesos de media curación, ahumados y patés. En cuanto a carnes, puede ir muy bien con asados de cordero y cabrito, y también con guisos y legumbres.
Menina Tinto – Crianza 2015
Variedad: 85% Tinta de Madrid (Tinta Fina o Tempranillo) y 15% Cabernet Sauvignon.
Es un vino elaborado con uvas de las variedades Tempranillo (85%) y Cabernet Sauvignon (15%) procedentes de las mejores cepas de más de 50 años. Vendimia seleccionada. Fermentación a 22ºC grados de temperatura con remontados muy enérgicos y descube en seco. Posterior Crianza de 12 meses en barricas nuevas de roble francés (Allier) de 225 l. para completar luego su redondez con otros 12 meses en botella. Se trata de un vino que tendrá buena guarda.
A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota con ribetes violáceos de capa alta que manifiestan todavía su amplitud de recorrido.
En Nariz: En nariz es bastante nítido y frutoso; resaltan la fruta roja madura y los aromas propios del proceso de crianza que aporta la madera: balsámicos como la vainilla, especias, frutos secos y tostados como el tabaco.
En Boca: En boca es bastante equilibrado y con cuerpo, tiene un buen paso y muestra una estupenda acidez. Amplio retronasal donde vuelve a surgir la fruta roja madura y de final prolongado.
Se trata de un vino que va a acompañar muy bien a carnes rojas y carnes de caza. También a todo tipo de asados (sobre todo si son consistentes), arroces como la paella y todo tipo de embutidos, quesos curados, parrilladas de verdura e incluso pescados en salsa.
MIS COMENTARIOS FINALES:
En general, he de decir que me ha encantado Colmenar de Oreja (en el que solo había estado antes un par de veces y siempre de pasada). La experiencia fue muy buena, y seguro que la próxima vez no iré solo y llevaré al resto del grupo porque hay muchas cosas que ver, además de las Bodegas (que también). Al igual que sucede en otros muchos pueblos de España, el Vino y la Cultura armonizan muy bien y en Colmenar de Oreja hay mucho de ambas cosas.
Me voy con el recuerdo vivo de haber viajado en el tiempo y con la ilusión de ver el nuevo proyecto de bodega, cimentado en las sólidas rocas de la tradición para preservar nuestro deleite en el futuro. ¡SUERTE CON LA NUEVA COSECHA QUE SE ESTÁ FERMENTANDO¡
CRDKEN – JMQ
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