Bodega ALBERTO LEDO (Villafranca del Bierzo, León)

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Descripción

‘Tradicional Conservera reconvertida en BODEGA, (por poco tiempo ya….. Veremos hasta cuándo….)’

Llegamos a Villafranca del Bierzo y muy cerca del centro, en plena calle de La Estación y bien señalizada por esa enorme y bien conservada chimenea que se ve desde cualquier sitio de la villa, encontramos esta bodega familiar, (que por desgracia pronto cerrará), regentada por Alberto Álvaro Ledo Linares-Rivas.

En lo que en su día fue la antigua Fábrica de Almíbares y Conservas LEDO fundada en 1818, actualmente rehabilitada en una parte, encontramos lo que, más o menos desde finales de los noventa, fue la BODEGA ALBERTO LEDO, con elaboración, crianza y embotellado de buenos vinos del Bierzo.

Para entender la historia de este lugar habría que remontarse al siglo XIX, cuando el bisabuelo de la familia Ledo se dedicaba a la elaboración de productos envasados de excelente calidad, premiados, por ejemplo, con la medalla de oro en la Exposición Universal de París de 1900. Entonces se elaboraban aquí toda clase de frutas en almíbar, dulce de membrillo, dulces de frutas, mermeladas, turrones y chocolates; pero también perdices, codornices, conejos y truchas escabechadas, así como pimientos, tomates, fritada de tomate, higos y otros productos.

Tal como explica Alberto:

“Nuestra familia fabricaba aquí gran variedad de conservas y productos con nuestro apellido y marca ‘LEDO’ desde el año de su fundación en 1818 hasta el año 1995 cuando por un desacuerdo familiar tuvo que cerrar”.

De aquella conservera que fue referencia nacional en el sector, queda un patrimonio arquitectónico que parecía necesario mantener en pie y sobre todo un legado único, (máquinas ciertamente singulares, todo tipo de útiles y herramientas, básculas y balanzas, embotadoras, cortadoras, peladoras, estrujadoras, ollas, rotulaciones, latas, botes…), que aún hoy se pueden ver en la planta superior del cuerpo central del edificio de la vieja fábrica y también por los exteriores y otros lugares de la misma.

La primera vez que yo visité este lugar, (podría ser en 2013, más o menos), la bodega estaba en plena producción y Alberto quería conservar esa tradición familiar adquirida de sus antepasados, en cuanto a la forma de trabajar y hacer las cosas en la bodega, mimando la viña, que es la base fundamental y trabajando con buenos maestros toneleros para obtener vinos con cierta complejidad y mucho carácter, manteniendo la fruta, todo ello bien integrado en el vino, buscando siempre el punto de equilibrio.

Además, nos contó que en la cosecha del año 2006 realizaron ensayos en distintos viñedos de Villafranca, Arganza, Valtuille, Corullón y Otero, que se vinificaron por separado encontrándose diferencias importantes entre unos y otros. Esto les llevó a que al año siguiente, en la cosecha de 2007, con la bodega ya terminada y amparada por el Consejo Regulador de la Denominación de origen BIERZO, se elaboró por fin lo que fue la primera añada con el sello de este órgano de control y con un vino realmente bueno. Así lo explica el propio Alberto:

“Desde la cosecha del 2007 toda nuestra producción es obtenida de nuestra finca El Cotelo con una extensión de unas 4 hectáreas, situada a unos 400 metros de la bodega”.

Un ‘joven e ilusionado’ Alberto Ledo, hace ya unos años (Foto del Archivo de la Bodega)

Desde entonces, Alberto fue poco a poco encontrando su hueco en el mundo del vino con todo su empeño y pasión personal, pero también desde la honestidad y un punto de orgullo, con mucha dedicación y tremendo trabajo. No sólo el que realizaba en la viña, (en esas 4 hectáreas de cepas viejas de El Cotelo que recibió como herencia familiar), que atendía personalmente, sino también en las tareas de elaboración, embotellado y hasta en la comercialización. ‘Era joven, se sentía fuerte y capaz de atender a todo’……

Recuerdo sus palabras cuando decía: “El gran esfuerzo y trabajo en la viña durante todo el año se ve recompensado tras la vendimia, y es ahí donde empieza el trabajo en la bodega. Aunque aquí en la bodega no hay mayor misterio que un par de bombas, unos depósitos y una prensa tradicional. Y era ya con esto con lo que trabajaban nuestros antepasados hace más de 200 años. Trabajamos con buenos maestros toneleros, pequeñas empresas familiares que saben cómo domar la madera. Por eso, en función de la uva determinaremos qué tipo de vino hacer con ella, y después de las maceraciones en frío y posteriores fermentaciones, y tras sucesivas catas es cuando decidimos a qué tipo de envejecimiento se va a someter: crianza corta, media o larga a los diferentes vinos”.

Fotos del Archivo de la Bodega

Para ello, cataban cada mes todas las barricas para valorar la evolución del vino en su crianza y así determinar el tiempo de envejecimiento óptimo. Posteriormente el vino lo embotellaban para luego darle el correspondiente reposo en los botelleros antes de sacarlo al mercado.

LOS VINOS:

El número de referencias a elaborar en esta bodega siempre ha sido corto, (no hacía falta). Eso sí, cada uno de estos vinos eran siempre fruto de un esmerado cuidado en los diferentes procesos de su elaboración, y como en casi todos estos procesos estaba presente la misma persona; por eso es claro que transmiten justamente aquello que Alberto quería transmitir con ellos.

Vinos de gran guarda, vinos muy auténticos y originales. Vinos finos, elegantes y equilibrados en aromas, presencia y sabor. Son vinos para disfrutar en cualquier momento y ocasión, para compartir buenas reuniones con amigos o para acompañar unas buenas viandas que pueden ser de productos de esta tierra o de cualquier otro lugar, porque armonizan perfectamente bien con todo tipo de platos.

Voy a comentar un poco sobre los 3 vinos que yo he tenido ocasión de probar, (un Godello y dos Mencía), de esta bodega, y que ciertamente nos han gustado mucho. No solo porque lo haya dicho el ‘Maestro JUAN FERNÁNDEZ-CUESTA’, (que también, porque lo considero un gran entendido), sino porque a mí me han parecido siempre realmente buenos.

LEDO Godello

Variedades: 100% Godello

Grado de Alcohol: 12,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 5 – 7ºC

Vino Blanco de parcela elaborado con uvas de la variedad autóctona 100% Godello procedentes de viñedos propios de Bodegas LEDO en Villafranca del Bierzo. Vendimia manual seleccionada. Fermentación en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura regulado por circuito de agua. Este vino tiene una ligera crianza de 3 meses realizada en contacto con sus lías finas y reposo final en botella.

A la Vista: Presenta un hermoso color amarillo oro de intensidad media-baja, con vistosos reflejos verdosos y muy limpio y brillante.

En Nariz: En nariz destaca por su intenso aroma y por su gran frescura. Deja notar abundante fruta blanca como pera y manzana, con toques tropicales y con notas de laurel y paja seca.

En Boca: En boca destaca también la fruta blanca. Muestra buena estructura media, acidez equilibrada y agradable frescura. Postgusto suave y agradable

Por su gran frescura y equilibrio resulta un vino ideal para tomar bien fresquito en cualquier momento porque acompaña perfectamente todo tipo de tapas y entrantes y armoniza con pescados, crustáceos, mariscos, platos de verduras, ensaladas y pasta.

DESGRACIADAMENTE este vino ya no se elabora y actualmente (año 2023) es imposible de conseguir.

LEDO.8 Crianza

 

Variedades: 100% Mencía.

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC

Estamos ante un vino tinto elaborado con uvas de la variedad autóctona 100% Mencía procedentes de viñedos propios de Bodegas LEDO en Villafranca del Bierzo. Vendimia manual seleccionada. Maceración entre 5 y 7 días. Fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura regulado por circuito de agua. Fermentación maloláctica en barrica durante unos 10 días. Crianza posterior de 8 meses, un 60% roble francés y 40% roble americano y otros 6 – 8 meses más en botella.

A la Vista: Presenta un bonito color rojo cereza brillante con borde violáceo.

En Nariz: Marcada intensidad con presencia frutal característica de la variedad. Aromas de fruta roja madura, especias, dulces, con un roble cremoso.

En Boca: Mucha presencia frutal de ciruela roja madura con una madera bien integrada. Resulta sabroso, tostado y con taninos maduros. Paso intenso y agradable por boca. Y también muy agradable el postgusto.

Armoniza perfectamente con todo tipo de carnes, guisos de carne, legumbres, embutidos y quesos curados y semicurados.

LEDO Selección

 

Variedades: 100% Mencía.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC

Se trata de un elegante vino tinto elaborado con uvas de la variedad autóctona 100% Mencía procedentes de viñedos propios de Bodegas LEDO en Villafranca del Bierzo. Vendimia manual con doble selección. Maceración entre 7 y 10 días. Fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura regulado por circuito de agua. Fermentación maloláctica en barrica durante unos 10 días. Crianza posterior de 12 meses, un 80% roble francés y 20% roble americano y otros 8 meses más en botella.

Es un vino de buena guarda y siempre con producciones limitadas y a veces hasta numeradas, pero que también dejará de existir….. (¡¡Una pena!!).

A la Vista: Presenta un bonito color rojo picota intenso con borde violáceo y reflejos burdeos. Capa alta.

En Nariz: Posee un gran potencial aromático, muy frutal y con persistencia floral. Aroma elegante y complejo de fruta roja madura y dulce.

En Boca: En boca destaca esa fruta roja, (ciruela roja, franbuesa) sobre la madera que también se deja notar con unos taninos maduros y muy bien integrados. Balsámico, con buen equilibrio y un final largo y persistente.

Armoniza a la perfección con carnes rojas, carnes de caza mayor, asados, guisos fuertes de la zona, embutidos fuertes y quesos curados. También con postres con predominio del chocolate.

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

Después de varios intentos fallidos por no poder coincidir con Alberto, por fin pude visitar de nuevo este lugar. Desgraciadamente hoy (2023) nada tiene que ver con aquella otra visita de hace más de 10 años, sencillamente porque (tal como Alberto me explicó), la bodega se está CERRANDO poco a poco. No es que Alberto deje de hacer buen vino, (que lo seguirá haciendo para la familia y los amigos), sino que prácticamente ha salido ya del mercado vinícola y se dedica a otros negocios, entre ellos a la construcción y a los alquileres que le son más rentables y le producen menos disgustos. Según me comenta, el paso de los años le ha llevado a ello, por problemas de algún que otro engaño con pérdida de confianza y también de dinero por culpa de unos cuantos impagados, además de falta de tiempo. Es una pena, pero es así……

De todas formas, el lugar sigue teniendo mucha ‘Magia’ porque conserva un gran ‘poso’ en todas sus paredes, techos, suelos y en los distintos elementos, útiles y ‘cachivaches’ que aún se conservan. Y no solo eso, además tiene cierta ‘Mística’ y huele a vino, claro que sí, pero a la vez también te transmite una fuerte sensación de paz, reposo y tradición que, espero, nunca se le vaya.

SIENTO DE VERDAD, QUE BODEGAS LEDO VAYA A DESAPARECER, AUNQUE POR MI PARTE YA LE DIJE A ALBERTO QUE ME SIGA AVISANDO CUANDO ABRA ALGUNA DE ESAS BARRICAS PARA SEGUIR DISFRUTANDO DE SU BUEN VINO DE VEZ EN CUANDO.

 

CRDKEN – JMQ

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