Bodega DEL NERO (Chinchón, Madrid)

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Descripción

‘RESPETO AL LEGADO DE 5 GENERACIONES’.

La Bodega DEL NERO, perteneciente a la D.O. Vinos de Madrid, está situada en pleno corazón de Chinchón, concretamente en la calle Don Ramiro Ortiz de Zárate número 6. A día de hoy Chinchón es uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad de Madrid y su reclamo es atendido por miles de turistas que día a día disfrutan de todo lo que este municipio ofrece, también su buen vino.

Álvaro y Roberto (Propietarios) – Foto del Archivo de la Bodega

La Bodega del Nero fue fundada en 1870 y está en el interior de esta bonita ciudad formando parte de un edificio de más de 150 años de antigüedad, siendo una de las pocas bodegas de España con cinco generaciones de bodegueros dentro de la misma familia.

Hasta hoy, estas cinco generaciones han sabido cuidar la bodega con esmero y aunque han pasado por momentos buenos y menos buenos, han procurado siempre mantener la bodega, sus viñedos y su tradición vitivinícola, emprendida a nivel familiar en siglo XIX, prácticamente intacta. Todo esto, aprovechando también las técnicas y medios modernos, lo mantienen hoy los hermanos Álvaro y Roberto López del Nero. Álvaro es el enólogo de la bodega y Roberto se encarga de la distribución y todo lo referente a la parte comercial, (que como hemos podido comprobar en la visita, se le da muy bien).

Roberto es un convencido de que el enoturismo, con las visitas a la bodega aprovechando la buena ubicación que tienen al estar en uno de los municipios más visitados de la Comunidad de Madrid, les ha ayudado al fuerte crecimiento que la bodega ha tenido en los últimos años. Él es quien nos hace un pequeño resumen de cómo surgió y avanzó la bodega hasta hoy:

“La bodega fue fundada por nuestro tatarabuelo para la venta de vino de pellejo, únicamente por la región. En aquella época, a finales del siglo XIX, los crianzas venían de Rioja y no había otro camino. Luego fue nuestro bisabuelo, Pedro del Nero, el que la modernizó, hizo los depósitos, empezó a vender fuera, y entró en restaurantes de Madrid como el mítico Joc-key (hoy Saddle). En 1975 se hizo cargo el abuelo, Jesús del Nero, que incorporó la bodega a la denominación de origen Vinos de Madrid, que se constituyó en 1990. La bodega fue gestionada, posteriormente, por nuestra madre y su hermano (hijos de Jesús), que hicieron los depósitos de Hormigón para elaborar graneles y que hoy en día ya no utilizamos…, y así hasta que en 2015 nos hicimos cargo nosotros dos”.

Por lo comentado por Roberto y mirando un poco la historia es bien cierto que, tradicionalmente, Chinchón obtenía la mayor parte de sus ingresos de la vid. Sin embargo, en la actualidad y sin ninguna duda, es el turismo el mayor reclamo que tienen las bodegas que todavía quedan en la comarca, para seguir elaborando vinos en esta zona de la Vega.

Los viñedos de donde nacen y adquieren personalidad los vinos que aquí se elaboran, se encuentran en 2 zonas diferenciadas: la zona baja que corresponde a la Vega con un terreno arenoso y cepas más altas con podas en espaldera; y la zona más cercana al pueblo, con un terreno arcilloso en secano y plantaciones en vaso. Son todas de producción limitada, primando la calidad por encima de la cantidad, (algo que tienen muy asimilado los hermanos López del Nero). De las viñas más viejas, (con cepas centenarias que pueden presumir de ser de las más antiguas de la Comunidad de Madrid), es de donde salen vinos limitados, pero de una gran calidad que se puede apreciar en algunas de sus elaboraciones.

La familia trabaja de forma manual el cultivo y la recolección de la uva con métodos orgánicos y naturales, cuidando que el ‘terroir’ no sufra ningún daño por el uso de fertilizantes químicos. Son practicas completamente respetuosas para obtener unos vinos realmente fieles a su terreno.

Las variedades que disponen son: Tempranillo, Petit Verdot y Graciano en tinto; Airén y Malvar en blanco.

Roberto y Álvaro han tomado las riendas de su bodega familiar, con el propósito de potenciar sobre todo las variedades de uva autóctona y aumentar poco a poco la producción de la bodega, añadiendo algunas variedades nuevas, incrementando también su presencia en el mercado exterior. Todo eso (y mucho más) quieren hacerlo con un objetivo claro basado en continuar con el planteamiento de calidad de sus antecesores, no solo en los procesos de elaboración, sino desde el propio cultivo y selección de cosecha. Así explican desde la bodega su filosofía:

“Hemos decidido seguir lo que nos decía mi abuelo y recuperar las formas tradicionales, llevando a cabo, por ejemplo para los vinos tintos, un primer envejecimiento en las tinajas en lugar del acero, elaborando de una forma más artesanal, más natural. Mi abuelo siempre insistía en que el mejor vino que había producido esta bodega había salido de las tinajas”.

Es por eso que para la vinificación de sus vinos tintos utilizan el método centenario de fermentación en tinajas de barro (de 4.000 litros) que es su seña de identidad. Las características arcillosas de la tinaja favorecen el intercambio de oxígeno permitiendo que el vino sea rico y aromático en sabor. La tinaja también funciona como aislante térmico, retrasando la fermentación y dejando que todo suceda a un ritmo más lento, permitiendo que la fruta brille. Sin embargo, para el vino blanco, sí que utilizan modernos depósitos de acero inoxidable de unos 6.000 litros que llevan cinturón de refrigeración y su adecuado control de temperaturas.

Pero toda esta tradición la complementan con algunos sistemas más modernos, que ayudan en el trabajo, como son los serpentines enfriadores que introducen en las tinajas para bajar las temperaturas de fermentación y poder luego controlarla en todo momento, o también los remontados con bomba. Al igual que previamente también utilizan en el Lagar el ‘sinfín’ para mover la uva cuando llega a bodega o la despalilladora automática, ya que no utilizan el raspón en las maceraciones, así como otros medios de ayuda, como la prensa horizontal para prensar el orujo una vez los hollejos han fermentado con el mosto, etc.., etc, que facilitan las labores de elaboración y los controles para mejorar los resultados y lograr vinos de mejor calidad.

A todo esto favorece que la Casa-Bodega está dentro de un compacto edificio centenario provisto de unos anchos muros, que son capaces de favorecer las condiciones de temperatura y humedad equilibradas de manera natural durante todo el año, imprescindibles para alcanzar una adecuada elaboración, conservación y crianza de los vinos. Así son capaces de producir una gama de vinos de alta calidad, todos ellos elaborados con esmero para reflejar el terruño único de la zona de Chinchón. Estos vinos ostentan la esencia de la vinificación tradicional de la región, con un perfil de sabor bien equilibrado que resalta el clima y el suelo únicos de esta zona.

Ya en la parte final y siguiendo el recorrido por esta bodega, no podíamos olvidarnos de la crianza de algunos de sus vinos tintos, que realizan en una pequeña ‘Sala de Barricas’, con barricas de roble de 225 litros de diferentes años, (aunque el máximo que las utilizan son cinco años), que reposan con total tranquilidad y en condiciones estables de humedad y temperatura en la sala más tranquila de la bodega, esperando el momento para que el vino pueda ser embotellado.

De esta forma, entre los vinos jóvenes (tinto y blanco) y los tintos crianza (no elaboran ningún reserva), Álvaro y Roberto sacan anualmente una producción que puede superar las 80.000 botellas con 6 referencias diferentes. Cifra nada desdeñable para una pequeña bodega familiar, como esta de Chinchón, que cultivan unas 40 hectáreas de viñedo.

Por eso, para un amante del vino y más aun de las bodegas como yo, esta visita a la Bodega del Nero es una experiencia que no se puede perder, porque conserva la mayoría de las tradiciones que forman parte de la historia de la vitivinicultura madrileña.

Por resumir un poco la visita, decir que hemos tenido la oportunidad de explorar todas las instalaciones y sumergirnos en la rica historia del vino madrileño. Hemos recorrido su patio tradicional, donde se respira el ambiente de las antiguas bodegas, así como su particular sala de elaboración. Hemos aprendido, de primera mano, algo más sobre el proceso de elaboración del vino, desde la vendimia hasta el embotellado, y hemos podido conocer las distintas variedades de uva que cultivan en la bodega y algunas de las referencias que producen con ellas. Seguramente uno de los lugares que más sorprendió al grupo fue la sala de tinajas, donde se guardan los secretos de la fermentación del vino.

Una curiosidad que llama la atención a todos los visitantes, son unos botelleros incrustados en los anchos muros de la pared de la sala de barricas, que guardan unas botellas de vino del año 1943, (ya inservibles, por supuesto, salvo para cocinar), que la bodega hizo expresamente para la Feria del Campo celebrada en Madrid ese año y que descansan ahí como verdadera pieza de museo.

 

LOS VINOS:

La bodega que, como decimos nació en 1870 y según reza en los escritos parece que fue también el primer negocio familiar vinícola de Madrid, ha ido desde entonces, generación tras generación, legando su elaboración en tinajas de barro, (algunas con más de 150 años) y mostrando su respeto por la tierra, hasta llegar a esta quinta, (formada por Álvaro y Roberto junto con sus familias), que actualmente está al frente del viñedo y la bodega. Son muchas las curiosidades y tradiciones que se siguen en el proceso de elaboración de los vinos de Bodegas del Nero, calificados desde 1990, dentro de la denominación de Origen Vinos de Madrid y producen vinos blancos y tintos jóvenes y también vinos tintos con crianza, con la calidad como bandera, avalados con numerosos premios, reconocimientos y distinciones en diferentes eventos vinícolas dentro y fuera de la Comunidad de Madrid.

La implicación de esta bodega con la calidad es más que evidente. Además, el estar dentro de la D.O Vinos de Madrid, les exige unos estándares mínimos, (aquí los superan con creces), que necesariamente han de cumplir para garantizar el buen consumo y no dañar esta denominación de origen que tanto identifica a sus vinos y a las bodegas que la componen. Como bien explica Roberto:

“Actualmente, bajo la denominación de origen Vinos de Madrid, elaboramos nuestros vinos de forma totalmente tradicional. Para ello, utilizamos tinajas de barro de forma natural, que almacenan una producción anual que puede rondar los 100.000 litros. Vinos que elaboramos de manera artesanal, (incluso ancestral), siguiendo las tradiciones”.

Como siempre, a continuación trataremos de detallar un poco mejor las características y forma de elaboración de las 6 referencias que actualmente tienen en el mercado:

NERI Blanco

Variedades: 100% Airén.

Grado de Alcohol: 13% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 6 – 9ºC.

NERI-Blanco es un vino blanco seco joven elaborado por Bodegas del Nero con la variedad Airén procedente de una selección de viñedos propios, de entre 70 y 80 años, cultivados en suelos arenosos en la zona de la Vega del Tajuña en Chinchón. Vendimia manual con una primera selección de racimos en viñedo y elaboración tradicional donde el mosto lágrima obtenido se fermenta en depósitos de inoxidable de 6.000 litrosa una temperatura entre 12–15°C.

A la Vista: Presenta un bonito color amarillo pálido con tonos dorados. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz se muestra expresivo, intenso y un tanto complejo, con aromas de fruta blanca y suaves toques florales.

En Boca: En boca es un vino seco, muy fresco y con buen equilibrio. Final corto que deja ciertos tonos florales en el post gusto.

Es un vino que va bien como aperitivo y para tapear. También armoniza con pescados, mariscos, arroces suaves, verduras y ensaladas, carnes blancas, cremas frías y quesos suaves y cremosos.

NERI Tinto

Variedades: 80% Tempranillo y 20% Petit Verdot.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 12 – 14ºC.

NERI-Tinto es un vino tinto elaborado por Bodegas del Nero con una selección de las variedades Tempranillo y Petit Verdor procedentes de viñedos propios, (unos casi centenarios y otros jóvenes) plantados en terrenos arenosos y arcillosos tanto en la vega (arenoso), como en el llano, (arcilloso) de Chinchón. Vendimia manual con una primera selección de racimos en viñedo y elaboración tradicional con un suave estrujado, dejando el mosto macerar con los hollejos entre 12-20 días a temperatura controlada de 18–20°C. Tras dicha maceración, se procede al sangrado a otra tinaja. Posteriormente se deja envejecer 2 meses en tinaja de barro centenaria, antes de embotellarlo.

A la Vista: Presenta un bonito e intenso color rojo cereza con ribetes azulados. Limpio y brillante.

En Nariz: Nariz compleja con aromas de fruta roja (fresa, frambuesa), ligeras notas florales y suaves toques terrosos.

En Boca: En boca es un vino fresco, con una destacada acidez que no desequilibra el conjunto.

Es un vino que armoniza bien con carnes blancas, verduras a la parrilla, arroces, barbacoas, cremas, pasta, embutidos y quesos suaves de poca curación.

NERI Cepas Viejas

Variedades: 100% Tempranillo.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 13 – 16ºC.

NERI-Cepas Viejas es un vino tinto elaborado por Bodegas del Nero con una selección de viñedos viejos del terruño de Chinchón con terreno arcilloso y cepas de Tempranillo de más de 75-80 años. Vendimia manual al amanecer en cajas de 20 Kg con una primera selección en viñedo. Elaboración tradicional en tinaja de barro con un suave estrujado de las uvas que permanecen en contacto con el mosto entre 12 y 20 días a una temperatura controlada de 21–26°C. Tras dicha maceración, se procede al sangrado a otra tinaja para realizar la maloláctica, manteniendo el vino un mínimo de 4 meses en tinaja de barro antes de pasarlo a barrica de roble de 225 litros (50% francés, 50% americano) durante 3 meses.

A la Vista: Presenta un bonito e intenso color rojo cereza con ribetes violáceos. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra aromas de fruta roja fresca (fresa, frambuesa), con finas notas de violeta y ligeros toques especiados.

En Boca: En boca es fresco, amplio y carnoso, donde destaca la fruta roja en armonía con las notas especiadas que le aportan cierta complejidad. Final largo y persistente.

Se trata de un vino moderno y atractivo que armoniza bien con todo tipo de carnes, asados, barbacoas, guisos y estofados, legumbres, embutidos y quesos.

TRAPISONDERO

Variedades: 90% Tempranillo y 10% Graciano.

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 14 – 16ºC.

TRAPISONDERO, (palabra local que define al ‘mentiroso’, aunque este vino no miente), es un vino tinto elaborado por Bodegas del Nero con una selección de cepas viejas de Tempranillo y Graciano plantadas en suelos arcillosos de la zona de Chinchón. Vendimia manual en las horas más frescas, (amanecer o anochecer), en cajas de 20 Kg con una primera selección en viñedo. Elaboración tradicional en tinaja de barro con un suave estrujado de las uvas que permanecen en contacto con el mosto entre 12 y 20 días a una temperatura controlada de 20–26°C. Tras dicha maceración, se procede al sangrado a otra tinaja para que finalice la fermentación alcohólica y realizar la maloláctica, manteniendo el vino un mínimo de 4 meses en tinaja de barro antes de pasarlo a barrica de roble francés de 225 litros para hacer una crianza durante 3 meses.

A la Vista: Presenta un intenso color rojo cereza con ribetes violáceos y tonos granate. De capa media-alta. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra unos aromas muy finos de fruta roja fresca (fresa, frambuesa y cereza), con notas florales de violeta, toques especiados y balsámicos.

En Boca: En boca es un vino amplio, fresco y complejo, con un paso carnoso y una destacada presencia de fruta roja madura. Buena acidez y marcada estructura y con un final largo y persistente.

Es un vino que armoniza a la perfección con todo tipo de carnes, guisos, asados, legumbres, estofados, embutidos fuertes y quesos curados.

VALDELICEDA

Variedades: 100% Tinto Fino (Tempranillo).

Grado de Alcohol: 14% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

VALDELICEDA es un vino tinto ‘exclusivo’ de edición limitada, elaborado por Bodegas del Nero con una selección de las mejores uvas de Tinto Fino procedentes del viñedo más viejo de la bodega, con más de 100 años. Vendimia manual al amanecer, con una primera selección en viñedo. Elaboración tradicional en tinaja de barro con un suave estrujado de las uvas que permanecen en contacto con el mosto entre 12 y 20 días a una temperatura controlada de 18–20°C. Tras la maceración, se procede al sangrado a otra tinaja de barro donde finaliza la fermentación alcohólica, (con levaduras autóctonas), y realiza la maloláctica durante un mínimo de 3 meses. Posteriormente tiene una crianza en barrica de roble francés (nueva o de 2º año), durante 12 meses. El vino pasará otros 12 meses más en botella antes de salir al mercado. Sin duda un gran vino, elegido en 2023 ‘Mejor Vino de Madrid’.

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota, buena capa, con ribetes granate. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de frutas (roja y negra) maduras, notas especiadas y toques ahumados, suaves tostados y regaliz.

En Boca: En boca es fresco, amplio y goloso, con un paso elegante y equilibrado. Taninos finos bien integrados y un final largo y persistente con un post gusto frutal y un toque dulce y goloso.

Es un elegante vino tinto que resulta verdaderamente gastronómico. Es perfecto para acompañar todo tipo de platos de cocina mediterránea, arroces, legumbres, pastas, todo tipo de carnes (blancas, rojas, de caza), ibéricos, quesos. También con pescados grasos e incluso con algunos postres con presencia del chocolate.

TRAJÍN

Variedades: 100% Tinto Fino (Tempranillo).

Grado de Alcohol: 14,5% vol.

Temperatura de Servicio: Recomendamos servir entre 15 – 17ºC.

TRAJÍN es un vino tinto ‘exclusivo’ de edición limitada, elaborado por Bodegas del Nero con una selección de las mejores uvas de Tempranillo procedentes de viñedos de más de 50-60 años. Vendimia manual al amanecer, con una primera selección en viñedo. Elaboración tradicional en tinaja de barro con un suave estrujado de las uvas que permanecen en contacto con el mosto entre 12 y 20 días a una temperatura controlada de 18–20°C. Tras la maceración, se procede al sangrado a otra tinaja de barro donde finaliza la fermentación alcohólica, (con levaduras autóctonas), y realiza la maloláctica durante un mínimo de 3 meses. Posteriormente tiene una crianza en barricas especiales de roble francés, (Taransaud edición limitada), durante 12 meses. El vino pasará un mínimo de otros 12 meses más en botella antes de salir al mercado.

A la Vista: Presenta un hermoso color rojo picota, con tonos violáceos, buena capa y ribetes rubí. Limpio y brillante.

En Nariz: En nariz muestra intensos aromas de fruta muy madura y regaliz, con elegantes notas especiadas y toques ahumados y tostados de buena madera.

En Boca: En boca es complejo pero sabroso y equilibrado, con un paso elegante y goloso y un final largo y persistente.

Es un vino original, moderno y potente que va bien para acompañar con todo tipo de carnes, asados, estofados, platos de caza, setas, ibéricos, quesos curados y viejos.

 

NUESTRO COMENTARIO FINAL COMO RESUMEN:

La bodega familiar más antigua de la Comunidad de Madrid, fundada en 1870, también está convencida de la importancia del enoturismo y, conscientes como son de que están en uno de los municipios de Madrid donde la presencia de turistas de todo el mundo es importante, abren sus puertas a todos con el objetivo de dar a conocer los excelentes vinos que elaboran y las instalaciones de donde nacen, con la oportunidad de aprender y sentir la naturaleza del vino.

Desde luego que da gusto conocer una de las pocas bodegas familiares de España por la que han pasado ya cinco generaciones de bodegueros y que constituye toda una institución entre las bodegas de Madrid, por ser la más antigua que sigue funcionando. Además, la visita nos da la oportunidad de conocer en profundidad los procesos de cultivo de la vid y elaboración de sus vinos y hacerlo siempre con algún miembro de la familia, en este caso con Roberto, quien ha sido capaz de mantener toda nuestra atención mientras nos ha ido explicando un poco la historia de Bodegas del Nero, amenizando su exposición con anécdotas y curiosidades. La bodega, como ya hemos dejado claro, se encuentra en el corazón de Chinchón, uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad de Madrid, con un paisaje incomparable que nos hace retroceder a la época medieval (y que también nos ha encantado volver a visitar). Fue una visita muy ilustrativa y aprendimos mucho sobre los métodos, antiguos y modernos, de elaboración del vino. ¡¡Muchas gracias Roberto!!

Fundamentalmente, la visita ha consistido en:

  • Visitar a la bodega histórica, con las explicaciones de Roberto como miembro de la familia propietaria. Recorrido por las diferentes salas, desde el espacioso Patio de entrada, el Lagar, la sala de tinajas, los depósitos de hormigón (ahora en desuso) y los de inoxidable, sala de barricas, etc.
  • Cata de 3 vinos, (aunque no siempre es así), Neri blanco y tinto joven y Neri Cepas Viejas crianza con degustación de queso de Chinchón al romero y orégano, muy rico por cierto, al igual que los vinos.

Una buena experiencia vinícola que estaríamos encantados de volver a vivir en cualquier momento futuro que se presente.

CRDKEN – JMQ

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